En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, conmemorado cada 25 de noviembre, se pidió al Estado hondureño adoptar medidas para prevenir y en su defecto atender en materia legal y psicológica a las mujeres que ha sido víctimas de la violencia digital
Tegucigalpa, Honduras.- La violencia digital está afectando fuertemente a las mujeres hondureñas. De acuerdo a una investigación publicada por el Centro de Derechos de la Mujer (CDM), el 77% de las hondureñas entrevistadas dijeron haber sido víctimas de este delito.
Las mujeres más propensas a la agresión digital son las que trabajan con temas sensibles como: las periodistas, las defensoras de derechos humanos y las candidatas a elección popular, coincidieron las y los panelistas durante el foro “Conectadas y Protegidas: Juntas contra la violencia digital hacia las mujeres” realizado el miércoles 22 de noviembre del presente año.
En el espacio, que tuvo lugar en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se explicó que la violencia digital incluye: acoso en línea, difusión de contenido íntimo sin consentimiento, amenaza, el odio en línea, difusión de detalles y rumores de vida privada, entre otras acciones.
Dichas faltas se consideran una forma de violencia que daña la integridad de las personas que lo han sufrido, siendo las niñas, jóvenes y mujeres las más propensas. Esta agresión limita su participación y desarrollo en la sociedad y ya hay casos de suicidios al no soportar la presión.
El panel que abordó la problemática estuvo conformado por Iris Alas, activista de derechos y seguridad digital con el Laboratorio Ciudadano (quien además narró su testimonio al ser víctima del delito), Marcia Aguiluz, abogada y experta internacional en derecho humanos; Vanessa Siliézar, profesora universitaria en el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (CURLA).
Además de Erleny Martínez, investigadora de reclamos, oficina del comisionado universitario; Silvia Ayala, diputada e integrante de la Comisión de Género en el Congreso Nacional (CN) y Rubén Discua, integrante de la Unidad de Ciberdelitos de la Policía Nacional de Honduras.
Uno de los puntos coincidentes durante el diálogo, fue la importancia que el Estado de Honduras adopte estándares internacionales contra todas las formas de violencia digital. Asimismo, se pidió que las víctimas puedan acceder a recursos legales y psicológicos para afrontar dichas situaciones.
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“FUI VÍCTIMA DE VIOLENCIA DIGITAL”
En el encuentro también se conoció a detalle la situación y panorama de una víctima de violencia digital.
Con voz entrecortada, casi al borde del llanto y con el dolor reflejado en su rostro Iris Alas recordó cuando fue víctima del delito, primero por parte de su entonces pareja sentimental y después por el agente que supuestamente le ayudaría con el proceso de investigación ante la denuncia que interpuso contra su primer agresor.
La joven, de ahora 25 años, se atrevió a recordar una de los episodios más tristes de su vida cuando confió en su novio y le envió fotos íntimas. En ese entonces apenas era una adolescente de 17 años.
Desconoce los motivos que orillaron a su agresor a difundir sus fotografías en un grupo de contenido sexual de la red social Telegram, “yo en ese momento quedé totalmente desconcertada porque luego hombres me escribían por redes sociales y me acosaban”, contó la jóven estudiante de ingeniería en sistemas.
Al verse acorralada por constantes mensajes de acoso, decidió acudir a interponer una denuncia a la fiscalía en San Pedro Sula, departamento de Cortés, -lugar donde residía-.
En la primera ocasión le dijeron que los hechos no se podrían catalogar como delito. Ante esta negativa no claudicó y decidió regresar, pero esta vez acompañada de un artículo periodístico que refería que, en efecto, los hechos si se consideran delito.
Todavía recuerda el nombre del agente, Delian Figueroa, que atendió su denuncia sin imaginarse que más tarde también inferiría palabras de acoso a su persona. En un inicio pidiéndole fotografías íntimas, bajo el argumento que necesitaba ver la evidencia que comprobará que había sufrido violencia digital. Pero luego empezó a acosarla vía mensaje.
“Me decía que, si tenía más fotos que le mandará, que me quería conocer, qué le gustaría estar conmigo, yo en un principio quedé totalmente decepcionada porque supuestamente era la policía la que me iba a ayudar”, narró la hondureña.
Al pasar el tiempo y ante la nula acción, optó por bloquearlo de sus contactos y no tener más contacto con él.
Después de sentirse en total abandono empezó a presentar cuadros de ansiedad y depresión, hasta que pasó a integrar el Laboratorio Ciudadano Honduras el cual ha atendido muchas mujeres que también han sufrido este tipo de violencia.
Los recuerdos de los hechos aún están presentes, confesó que le costó integrarse nuevamente a sus estudios y volver a compartir con amigos, pero al ser activista de la organización conoció más casos que le ayudaron a entender que no era única mujer, ya que había otras mujeres, incluso con testimonios más graves.
Consciente que para que más hondureñas no tengan que pasar por este duro proceso, piden impulsar una Ley Olimpia y la firma del Convenio de Budapest ambas herramientas legales para mejorar la investigación de este delito.
Asimismo, pide capacitar a los agentes policiales en el trato que deben dar a una mujer cuando denuncia este tipo de delitos, y de parte del Estado brindar ayuda psicológica y legal a quienes han sufrido la agresión.
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LEY INTEGRAL DE VIOLENCIA CONTRAS LA MUJERES
Del mismo modo, la congresista, Silvia Ayala, refirió que las mujeres han enfrentado un gran desafío a la hora de denunciar violencia digital, ya que en muchas ocasiones -como el testimonio anterior- ni los mismos agentes conocen de la existencia del delito, por lo cual tampoco están capacitados para brindar la asistencia correcta a la víctima.
Destacó que todo ese proceso en que la mujer cuenta lo ocurrido a distintas personas, en la misma estación policial o fiscalía, incurre en un proceso de revictimización de la mujer, lo que le provoca un total desaliento que en muchos casos la obliga desistir.
En su caso, narró que ha sufrido ciber violencia a través de las redes sociales. Apuntó que las mujeres en política son susceptibles a ser víctimas de estas agresiones que muchas veces trascienden y se convierten en campañas de odio, valiéndose del anonimato que permite las redes sociales.
Agregó que afrontó incluso persecución por desconocidos que más tarde le enviaban videos de toda su rutina y a de su familia, lo más decepcionante fue que a la hora de interponer la denuncias, las autoridades también alegaron desconocer el delito.
Ante este panorama, expuso que los trabajos para ver mejoras en el tema, van en varias vías, uno de ellos consiste en sensibilizar e informar a los agentes de seguridad sobre el tema.
Aseveró que desde el Poder Legislativo ya se tiene en agenda el tema, “ ya se está afinando los últimos detalles del proyecto de Ley Integral contra la violencia hacia las Mujeres, un proyecto que fue elaborado por las organizaciones de mujeres y que incluye penas y castigos sobre el delito”, aseveró la congresista.
Enfatizó que la legislación hondureña debe adecuarse a la realidad, por ello la importancia de las reformas el Código Penal que apunte al establecimiento de penas más severas a los agresores.
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Adoptar medidas como Convenciones contra toda de descriminación contra la mujer de la ONU, incluir en la legislación penas mayores para los agresores, realizar procedimientos justos y accesibles ante las denuncias de las víctimas.
Asimismo, educar y sensibilizar sobre el tema a los agentes policiales y sociedad en general y sobre todo generar bases de datos para medir la problemática es crucial realizar en el país, recomendó la abogada experta en derecho humanos Marcia Aguiluz durante su intervención.
Detalló que las mujeres que se atreven a defender causas de distintos ámbitos son las más propensas a ser víctimas de esta violencia.
El motivo que ha orillado a los agresores a realizar las acciones antes mencionadas es que: “creen que las mujeres no tienen derechos, asimismo viven bajo la creencia errónea que la violencia entre parejas es un asunto privado”, apuntó la defensora.
Ahora el espacio digital también ha sido el campo ideal para realizar agresiones, -apuntó Aguiluz– a raíz de ello, se violenta la integridad de la mujer al ser castigadas por la sociedad quien le recrimina el hecho que se tome fotos y las mandé.
Y es peor aun cuando esta se transforma en violencia económica ya que en muchos trabajos despiden a las mujeres si se ven involucradas en situaciones de violencia digital.
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Periodista comprometida con Honduras, amante de los animales, las letras y la justicia. He escrito para medios nacionales e internacionales, creo fielmente que desde esta trinchera se puede incidir para lograr verdaderos cambios en favor de los sectores más vulnerables. Ver todas las entradas
Un comentario
Interesante reportaje; Una pregunta: ¿Qué tan cierto es la acusación contra el diputado por el partido Libre Jorge Calix sobre violencia contra una dama que labora en las Oficinas COPECO?
Además, si se habla sobre la violencia contra la mujer, entonces cualquier acto criminal contra cualquier mujer venga de donde venga debe ser investigado. Será que aquí cualquier estúpido que es diputado tiene licencia para hacer lo que le venga en gana?
Saludos