Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa. –Pese a que su nombre ha quedado por los suelos luego que en la Corte del Distrito Sur de Nueva York se les imputara su participación en el narcotráfico, las Fuerzas Armadas, salieron este sábado a demostrar su poderío armamentista.
La institución castrense ha salido este sábado a las calles de Tegucigalpa a celebrar su 194 aniversario en medio de una crisis sin precedentes que ha carcomido a la institucionalidad hondureña por completo por su colusión con el tráfico de drogas y crimen organizado en general.
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La celebración del 194 aniversario de las Fuerzas Armadas estuvo encabezado por el jefe del régimen, Juan Hernández y los presidentes de los poderes Legislativo y Judicial, Mauricio Oliva y Rolando Argueta, respectivamente. La cita tuvo lugar en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa.
Los soldados y oficiales de la institución castrense, de todos los comandos diseminados a nivel nacional, se dieron cita a pocas horas que el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Emil Bowe, señalara que “a partir del año 2010 el presidente de Honduras desplegó a los militares en la frontera de Guatemala para proteger el narcotráfico”.
«Tony Hernández usó a los militares para proteger los cargamentos de cocaína, usó a la policía para asesinar a sus rivales y usó al presidente para proteger a sus aliados. Pero todo ese poder y ese prestigio no significan nada en esta sala del Tribunal»: Emil Bove, fiscal del Distrito Sur de Nueva York.
Bowe, que fue el fiscal encargado dirigir las conclusiones del juicio a Tony Hernández, declarado culpable por los delitos de narcotráfico, tráfico de armas, conspiración para introducir droga a los Estados Unidos y falso testimonio, no fue el único al señalar a los militares por sus nexos con el narcotráfico. Localmente el capitán retirado del ejército hondureño, Santos Rodríguez Orellana, acusó directamente desde el año 2016 a la jerarquía castrense de estar coludida con el narcotráfico y de facilitar el trasiego de droga por parte de “Tony” Hernández, hermano del gobernante hondureño.
La valentía de Rodríguez Orellana le costó el puesto, ya que inmediatamente fue dado de baja deshonrosa, incluso, sus superiores, sin presentar pruebas y sin ser someterlo a un proceso legal, lo acusaron en los medios de comunicación de ser cómplice del narcotráfico. Él siempre negó dicha afirmación y ahora ha salido al paso a reafirmar que lo que dijo hace tres años era la verdad.
A raíz del fraude electoral de 2017, los militares fueron acusados por organismos defensores de los derechos humanos de disparar sus armas y asesinar a la gente que salía a protestar a las calles en aquel entonces.
Un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), presentado en marzo de 2018, estableció que en el marco de las protestas, al menos 23 personas habían resultado muertas por los impactos de bala de las fuerzas de seguridad de Estado. En junio de este año Amnistía Internacional dijo que, en el marco de las protestas ciudadanas desarrolladas entre abril y mayo por parte de la Plataforma para la Defensa de la Salud y Educación, al menos seis personas murieron también a manos de las fuerzas de seguridad del Estado.
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La represión militar y policial se produce cada vez que los hondureños salen a protestar contra el régimen. Sus agresiones van desde el uso indiscriminado de gas lacrimógeno, balas de goma y el uso de sus armas de fuego.
Entrevistado por CRITERIO, el economista, Hugo Noé Pino, señaló que el fortalecimiento en el sector seguridad y defensa, se ha encaminado más en proteger las espaldas al gobernante que a una verdadera lucha contra el delito.
De acuerdo con los cálculos del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) el presupuesto de seguridad y defensa creció en más de 900 % en los últimos diez años, en detrimento de los fondos destinados a la salud y educación, que ha decrecido.
“El fortalecimiento de órganos como la policía militar y los militares en general, con pocos resultados, como lo está demostrando el juicio de Nueva York, nos dice que el objetivo de este gasto militar era consolidar la simpatía personal de los cuerpos policial y militar, a favor de Juan Orlando, que verdaderamente a combatir el crimen”: Hugo Noé Pino, expresidente del Banco Central de Honduras.
Galería fotográfica: (Fotos: Presidencia de Honduras)
6 respuestas
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Cólera e impotencia da ver esos ladrones, narcos y parásitos del pueblo, esas papadas. Solo sirven para reprimir al pueblo
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Y contra quién van a usar todo ese poderío bélico.
Allí van nuestros libros, muestras medicinas, nuestra salud, nuestra educación.
La única guerra que están librando es contra su propio pueblo.
No les tenemos miedo, porque hasta el miedo nos han robados los narcos políticos nacionalistas, los narcos policías y los narcos militares, de las fuerzas armadas.
Después de la victoria pedir en plebiscitos la desaparición de las fuerzas Armadas. Costa Rica es el mejor ejemplo que se puede vivir sin militares.
Que DIOS nos acompañe y nos conceda la victoria.
Desaparicion de las fuerzas armadas,,,aplicar una mocion de pena de muerte a todo funcionario corrupto,malvivientes pandilleros asesinos,extorsionadores.Para ke tener encerrada este tipo de gente,ke saldran graduados con maestria en delincuencia ha hacerle mas fuerte daño al pueblo trabajador,SIN MIEDO!! PENA DE MUERTE,señores diputados.