Por: Marlin Oscar Avila
Un amigo nos envió, el jueves 28 de noviembre, la grabación del discurso dado por el Cardenal hondureño Andrés Rodríguez Maradiaga, al regresar de una supuesta gira por Sudamérica, donde discursa a un grupo de feligreses. Evidente es su suposición de la brecha que le separa su intelecto con su audiencia, al expresarse contra lo que él califica de “mercaderes de ideologías” de manera muy contradictoria, por ser él un activista de una corriente de pensamiento dentro de la iglesia católica, aún cuando pregona inocencia.
Acostumbrado a no ser interrumpido con preguntas y mucho menos con intervenciones que cuestionen “su verdad absoluta”, narra su paso por Bogotá, Colombia, donde casi un millón de manifestantes en protesta contra el gobierno de Duque, recibieron unas “caricias con unos bastones” de la policía. Esto lo justifica, porque “lo que querían es destruir”. “venga a máscara y la tea para incendiar, para romper…” “… ¿qué toca entonces, echar los mercaderes…” Los mercaderes de ideologías…se nos meten en el templo de Dios” lo que debe hacerse es “la revolución… Lo que hacen es dejarnos encandilados, y después no se logra nada. Esto se está llevando a cabo ya en México, Bolivia, Chile, Ecuador, Brasil. ¿Qué es lo que está pasando?”, se pregunta él mismo.
Por lo visto, ha girado su testa hacia otra dirección en la problemática colombiana, cuando se trata de más de 250 asesinatos a líderes sociales en el presente año, esto entre 591 asesinatos, amenazas, atentados y detenciones sólo en 2019[1] ; a la violación del acuerdo de paz suscrito por el presidente Santos y las FARC, a quienes les han asesinado más de 135 excombatientes. Entre los incumplimientos está, el acuerdo de restitución de cultivos al campesinado que cultiva coca para sobrevivir; proporcionar tierras de cultivos a excombatientes; el desplazamiento interno obligado de millares de familias buscando salvar sus vidas; la constante persecución contra las comunidades indígenas y negras tampoco ve los altos grados de impunidad y de crímenes de lesa humanidad que vive ese país. Es la Colombia que exporta mercenarios, paramilitares, sicarios, además de técnicas como los “falsos positivos”, sin dejar de ser los mayores suplidores de la droga que pasa por Centroamérica en alianza con el gobierno militar hondureño.
Nos referimos al sacerdote Óscar Andrés Rodríguez, con el más alto título honorífico que puede conceder el Papa. Este pastor de la Iglesia Católica, obispo de Tegucigalpa, a quien, según algunos medios, le compararon con el perfil del Papa Francisco, por mostrar preocupación por los pobres[2], parece tener habilidades para confundir a la feligresía sobre su propia ideología. Los libros escritos por este Cardenal expresan una posición ortodoxa inclinada hacia una pureza exigida más en la ideología promulgada por el Opus Dei, algunos de sus escritos recientes como “Solo el evangelio es revolucionario” (2018); “El reto de la desigualdad” (2015), “Sin ética no hay desarrollo” (2014) y otros escritos más, tienen una connotación filosófica ideológica hacia lo más conservador y políticamente, favoreciendo a las élites religiosas, sociales y económicas.
Ese pensamiento es muy distante, desde luego, de la Teología de la Liberación. Liberación de los pueblos pobres. Los pensamientos que gestó tanto miembros de la iglesia católica como evangélica en las décadas de los sesentas y setentas en América Latina, tras la aparición de las Comunidades Eclesiales de Base, el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín (Colombia, 1968). Esa corriente de liberación sobre el Evangelio exige la opción preferencial por los pobres. Corriente de pensamiento que los liberales radicales y conservadores (neoliberalismo) tuvieron éxito en borrarla hasta de los espacios sociales de la misma iglesia católica, campaña en la que fueron muy activos, sacerdotes, monjas, obispos y cardenales acomodados a los vientos del poder político y económico de los ochenta hasta la actualidad. Ni qué decir de iglesias evangélicas tradicionales, cuyo Dios tiene color y sabor a dólares. Ahora, uno se encuentra con viejos curas que defendieron y promovieron la teología de la liberación y parecen avergonzarse de haber tenido esa opción, volviéndose cómplices de la ignorancia y de la propaganda de una “guerra fría” caduca, pregonada solamente por quienes ni siquiera leen una novela al año.
El Cardenal Rodríguez es un hondureño de familias privilegiadas en la capital Tegucigalpa (sangre azul), integrantes del Partido Nacional. Asistió a los centros educativos que ningún catracho de clase media puede lograr fácilmente, aun teniendo un alto cociente intelectual. Es un líder dentro de la iglesia católica, con muchos créditos ganados en los sectores más conservadores, tanto religiosos como políticos y sociales.[3] Es de esta estirpe de cardenal que estamos hablando al referirnos a Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, pretendiente, al menos una vez, del papado romano.[4]
Él califica de mercaderes de ideologías, a sus detractores, haciendo referencias al pasaje bíblico cuando Jesucristo hecha del templo de oración en Jerusalén, a mercaderes locales, según San Juan 2, 13-22. Desde luego, lo hace previo a la Pascua, jugando con lo religioso y lo profano. Sí saca ventajas tanto de los valores, principios y doctrina que dan forma a las ideologías, para guiar el comportamiento de la sociedad y definiendo los fines que cada sociedad debe seguir, el Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, posee, construye y activa en pro de su ideología, como lo hacen otros grupos sociales, sectores políticos y comunidades. El mismo es entonces un “mercader de ideologías”. Para muestra un botón.
Se ha publicado un libro denominado “Traiciones Sagradas”, escrito por la viuda del embajador de Honduras en el Vaticano, Alejandro Valladares, doña Martha Alegría Reichmann.[5] Ella devela los engaños financieros de los cuales fueron víctimas por el Cardenal. Pero hace ver su enriquecimiento personal por sus cargos dentro de instituciones a las que ha sido dirigente.
Ahora, después de haber sufrido un pequeño desplazamiento dentro de la Conferencia Episcopal hondureña, parece estar más activo en medios internacionales, donde seguramente tiene mucho que ofrecer a las corrientes conservadoras ultraderechistas que ahora reprimen, asesinan, dan golpes de Estado y buscan destruir cualquier expresión de los pueblos oprimidos de América Latina.
[1] https://www.semana.com/nacion/articulo/asesinatos-de-lideres-sociales-somos-defensores-presenta-informe-2019-sobre-agresiones/635297
[2] https://www.elheraldo.hn/otrassecciones/nuestrasrevistas/627437-373/rodriguez-y-bergoglio-comparten-la-misma-vision
[3] https://infovaticana.com/2013/07/10/quien-es-oscar-andres-rodriguez-maradiaga/#La_infancia_deOscar_Andres_Rodriguez_Maradiaga
[4] https://www.elimparcial.es/noticia/120041/biografia-de-oscar-andres-rodriguez-madariaga-nuevo-papa.html
[5] https://criterio.hn/libro-devela-las-traiciones-sagradas-del-cardenal-oscar-rodriguez-maradiaga/
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas