Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa. Entre 2003 y 2013 el empleo creció en Honduras a una tasa anual del 5.1 por ciento, superando al crecimiento demográfico del país y aumentando más rápido que en otras economías centroamericanas.
No obstante, la mayoría de los nuevos empleos en Honduras fueron en sectores de baja productividad, como la agricultura o el comercio informal, señala un nuevo informe del Banco Mundial.
El informe, denominado Análisis para el Diálogo Nacional Económico de Honduras (ADN), encuentra, sin embargo, que solo uno de cada cinco trabajadores del país está empleado en el sector formal, el cual tiende a ser más productivo y tiene salarios más altos que el sector informal, y detalla que una gran parte de los empleos son generados por trabajadores por cuenta propia.
De acuerdo al reporte, la situación de Honduras ha mejorado en términos macroeconómicos. Luego de una contracción económica de 2.4 por ciento en 2009, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 3.1 por ciento en 2014 y se espera que en 2015 crezca en 3.2 por ciento.
“La recuperación económica de Estados Unidos y el consecuente aumento de la demanda de exportaciones hondureñas y flujo de remesas hacia el país contribuyeron a esta recuperación. Ahora se espera que el consumo interno impulse más la actividad económica mientras las inversiones privadas se recuperan de una contracción importante en 2013”, señaló Marco Hernández, especialista del Banco Mundial para Honduras.
“Igualmente importante es mantener un marco macroeconómico estable y acelerar el proceso de reformas para promover la inversión y mejorar la productividad en la economía, ya que la mejora de la productividad ayudará a crear más y mejores empleos con buena remuneración”, agregó Hernández.
El reporte también destaca el compromiso emprendido por Honduras hacia la consolidación fiscal. En concreto, señala que desde diciembre de 2013 se vienen implementando reformas fiscales que han contribuido a una reducción importante del déficit del sector público de 3.3 puntos porcentuales en un año, pasando de 7.6 por ciento del PIB en 2013 a 4.3 por ciento en 2014.
“Honduras tiene ahora la oportunidad de enfocar su crecimiento económico en reducir la pobreza y proporcionar mejores oportunidades para todos”, señaló Giorgio Valentini, representante del Banco Mundial en Honduras, quien recordó que la pobreza extrema en las áreas rurales es aproximadamente tres veces más elevada que en Tegucigalpa.
En 2013 un 64,5 por ciento de los hogares vivían en condiciones de pobreza mientras que un 42,6 lo hacían en condiciones de pobreza extrema
En este sentido, el informe indica que si bien otros países de América Latina y el Caribe también han sufrido tasas de crecimiento más lentas después de la crisis financiera mundial, el impacto sobre la pobreza en Honduras ha sido especialmente aguda y en la actualidad se está acercando a los niveles observados hace una década.
En general, mientras que en la región latinoamericana tanto la pobreza como la extrema pobreza han disminuido desde 2001, en Honduras esta reducción ha sido más difícil de alcanzar y mantener.
No obstante, los programas sociales focalizados públicos, como el Bono Vida Mejor y la agenda de reformas fiscales, tienen gran potencial para reducir la pobreza, concluye el reporte.
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