La ola de criminalidad que está viviendo Costa Rica obedecería al poder que en los últimos años ganó el narcotráfico y crimen organizado orquestado por los mismos ciudadanos de ese país que, en su búsqueda de ganar territorio, establecieron conexiones con criminales de países vecinos
Ilustración: Guillermo Burgos
Tegucigalpa, Honduras.- Que el gobierno de Costa Rica haya implementado la medida de pedir visa a los hondureños para ingresar a su territorio por “razones de seguridad nacional”, sería el pretexto perfecto para no reconocer la gobernanza que mantiene el narcotráfico y crimen organizado, que no han logrado contrarrestar, según analistas.
“Esto me parece que es una medida distractora ante un gran problema, entre otros, que es el tema de la criminalidad, pero es más fácil echarnos la culpa a los hondureños y no tocar el verdadero tema de fondo que es deterioro económico, que se traduce en pobreza y violencia”, valoró Leonardo Osorio, comisionado en condición de retiro de la Policía Nacional.
“Entonces, ¿qué es lo más factible para un gobierno que no reconoce los verdaderos problemas que enfrenta?, imponer medidas, en este caso a países vecinos, ahora nos tocó a los hondureños salir con esa ofensa para distraer de temas que a lo interno de Costa Rica deberían ser tratados”, agregó.
El comisionado en condición de retiro explicó que podría tener un escenario casi claro de lo que está pasando y, muestra de ello, es que desde la Secretaría de Seguridad de Costa Rica y las instituciones operadoras de justicia, hasta el momento, no han revelado quienes son los hondureños que se están encargando de orquestar la violencia en ese país.
“El crimen organizado y narcotráfico es transnacional y, en este momento han rebasado las estadísticas, no sólo en ese país, (por ese motivo) dice que supuestamente hay criminales hondureños allá, pero hasta el momento no hemos visto indicadores que demuestren que sicarios hondureños han ido a operar a ese sector; han sido capturados y judicializados”, argumentó.
Para el exvicepresidente del Congreso Nacional, Denis Castro Bobadilla, el método de respuesta del gobierno costarricense sería porque la violencia que se está viviendo, ha provocado una presión a las instituciones de seguridad y operadoras de justicia y la principal salida fue buscar culpables, en este caso Honduras.
“El problema que tiene Costa Rica es de ellos, de seguridad interna, pero quieren crear una imagen ante el público de tomar una determinación, la cual fue errónea porque el problema es amplío, que es la internalización del delito que no se trata como lo están haciendo”, analizó el doctor Bobadilla.
Además, aseguró que, en el caso que criminales hondureños estén operando en ese país, es porque han encontrado una falencia en el sistema de seguridad que debe ser remediado en lo interno, no buscando medidas que puedan acabar con las relaciones de ambos países.
“Con esos datos (que dice tener el gobierno de Costa Rica) se puede saber los nombres de las personas, procedencias, pero ¿por qué no sabemos nada ellos? (…) entonces, estamos enfocados en una parte que rompió el cordón por el sitio más débil para justificarse ante un público”, opinó.
Lo expuesto por Osorio y Bobadilla, precisamente recae sobre las declaraciones del secretario de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora Cordero, quien días atrás argumentó que, el motivo de solicitar la visa, es porque agrupaciones criminales denominadas “Los Hondureños” están operando en varios sectores del país, principalmente en el barrio Corales uno, ubicado en la ciudad Limón y hasta circulan en vehículos blindados.
Además, aseguró que el detonante para solicitar la visa, es que hace pocos días fue asesinado un costarricense de “alto perfil” y, el encargado de cometer el crimen, fue un hondureño que, entre sus antecedentes se encontró que perteneció a las Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA).
“Las barreras migratorias que estamos usando son para proteger al país, ante la influencia sicarial de bandas organizadas (que están) en proceso de expansión desde el norte hasta el sur, por grupos de hondureños sobre nuestro país”, argumentó el funcionario.
La postura del actual gobierno costarricense, es hasta rechazada por el expresidente Luis Guillermo Solís (2014-2018), quien reconoció que antes de poner en práctica una medida tan rigurosa, se debían conocer otros escenarios internos.
“En este caso, me parece que se pudieron haber explorado otros caminos antes de imponer las visas, se alegan razones de las participaciones de hondureños en operaciones del crimen organizado y esa es la justificación que se ha utilizado como fundamento”, opinó.
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COSTA RICA: MARCADA POR EL TRÁFICO DE DROGAS Y AHORA LOS ASESINATOS
Aunque desde la cúpula del poder del vecino país pretenden culpar a los hondureños por el problema de criminalidad y violencia que enfrentan, sus antecedentes no los respaldan, ya que históricamente, Costa Rica, al igual que los otros países centroamericanos, ha sido un sendero del tráfico de drogas.
Por ejemplo, el antecedente más reciente que podría poner en evidencia cómo el país vecino exporta droga, es que el pasado 24 de agosto, en el puerto de Róterdam, en Holanda, detuvieron un cargamento que transportaba 494 kilos de cocaína, procedentes de las tierras costarricenses, según informó el medio La Nación.
De igual manera, el martes 27 de septiembre de 2022, las autoridades costarricenses capturaron y desarticularon una banda de narcotraficantes, que tenía en su poder 3. 5 toneladas de cocaína y 4,7 toneladas de marihuana. Precisamente en esa operación, arrestaron a siete costarricenses, entre ellos el líder de apellidos Banegas Hernández.
Asimismo, en 2016, en Peñas Blancas, frontera entre Costa Rica y Guatemala, las autoridades detuvieron un cargamento que contenía unos 20 paquetes de cocaína con la insignia “TH”, la que se encargaba de traficar el exdiputado nacionalista Juan Antonio “Tony” Hernández, quien hoy se encuentra privado de libertad en Estados Unidos por la comisión de ese delito.
Entonces, el poderío que ganó el narcotráfico y crimen organizado en Costa Rica en la última década, ahora le está pasando factura y se está evidenciando en un alza de la violencia que, hasta el 10 de octubre de 2023, se registraron 702 homicidios, cifra que podría ascender a más de 900, según los indicadores del país vecino.
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POSTURA DEL GOBIERNO HONDUREÑO
Desde que Costa Rica anunció la implementación de la medida, el gobierno hondureño que preside Xiomara Castro respondió de acuerdo a la reciprocidad, en palabras sencillas, desde el 10 de este mes a los costarricenses también se les está pidiendo visa para ingresar al territorio nacional.
El gobierno establece que esta medida podría ser suspendida, siempre y cuando en Costa Rica también lo hagan, pero, de lo contrario, pedirán la visa hasta los transportistas de carga costarricenses que utilizan el territorio hondureño de paso para llegar con su producto a otros países.
Muestra de la rigurosidad con la que Honduras tomó el tema, es que el 10 de octubre, 10 costarricenses no pudieron ingresar al país, ya que no contaban con la visa y, de ese número, 6 eran transportistas de carga pesada.
El vicecanciller de Política Exterior Gerardo Torres, aseguró que toda la institucionalidad hondureña está dispuesta a cooperar con Costa Rica para erradicar la gobernanza del crimen organizado y narcotráfico, que prácticamente tiene como sendero a todos los países Centroamericanos.
“Nosotros como país estamos dispuestos a enfrentar de manera conjunta. El tema del narcotráfico afecta a Honduras y Costa Rica, operaciones en conjunto son los mejores caminos para resolver este asunto”, planteó.
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