Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- Nuevas inconsistencias y actitudes sospechosas revelaron el décimo primer informe de las investigaciones que realiza el Consejo Nacional Anticorrupción, (CNA), en la operación de compra sobrevalorada entre Inversiones Estratégicas de Honduras, (Invest-H) y el Grupo GyT, propiedad de la diputada nacionalista, Waleska Zelaya y de su esposo, presidente de la sociedad.
Las pesquisas trascienden como parte de los informes, “La Corrupción en el Marco del Covid-19”, en las que en esta ocasión se lograron identificar dos situaciones relevantes y de interés para la aplicación de la justicia en el país,
La devolución 20 millones 300 mil lempiras que hizo Grupo GYT por la fracasada venta de mascarillas sobrevaloradas, en lugar de efectuar el depósito como parte obligada y responsable a la secretaría de Finanzas, GyT lo hizo a través de un cheque entregado a Donald Naamán Rivera Hernández, actual empleado de Invest-H,
¿Por qué actuar con intermediarios? Se utilizó a un empleado de la institución que les había entregado dicho dinero; siendo esta una situación que devela la estrecha relación entre los empresarios y la autoridad de Invest-H en ese momento, señala el CNA.
Asimismo, el reembolso del dinero se realizó hasta tres días después de ejecutado el pago a la Ferretería Germar, por cuatrocientas sesenta y nueve (469,000) mascarillas.
De acuerdo con algunas investigaciones, esta adquisición representa una posible sobrevaloración equivalente a un 41 %, es decir, 16 millones de lempiras en comparación a los precios de compra registrados a través del fideicomiso de la Secretaría de Salud durante el mes de mayo.
Por otro lado, este proceso de venta guarda aparente relación con la transacción de dicha empresa.
El expediente del CNA contiene imágenes comparativas de las órdenes de compra a ambas empresas, y se constata que la cantidad de mascarillas es sumamente similar; por lo que es oportuno que los entes persecutores del delito efectúen un proceso minucioso para determinar si las ventas declaradas por el Grupo GYT en mayo, coinciden con el monto pagado a la Ferretería Germar, o bien, si tienen algún vínculo de verificación para determinar si se trata o no de las mismas mascarillas: hecho que podría develar una intermediación para evadir la responsabilidad, simulando actos.
De acuerdo con averiguaciones del CNA, este último extremo se encuentra en proceso investigativo por el Ministerio Público y la Agencia Técnica de Investigación.
El Grupo GyT se estableció como una sociedad cuya finalidad es el desarrollo, integración de soluciones tecnológicas y seguridad para toda industria, desarrollo e implementación del software, comercialización de equipo de seguridad para viviendas, insumos criminalísticos forenses, puertos, aeropuertos, comercios, aduanas, telecomunicaciones, así como consultorías, administración y manejo de proyectos y representaciones.
En julio de 2013, ampliaron la finalidad al transporte público, privado, carga en general, servicios de grúa y otros afines; en la escritura pública del 25 de enero de 2018, la asamblea de socios amplió el giro social para incluir el alquiler de vehículos y equipo de seguridad.
Documentos que comprueban que el Grupo GyT no tiene dentro de sus actividades nada que ver con la compra y venta de equipos de protección personal certificados, mucho menos garantizar estándares de bioseguridad necesarios.
Todo lo anterior indica que el proceso de compra adjudicado por Invest-H al Grupo GYT, no se trataba más que de un aparente negocio fraudulento —venta con sobreprecio— a costa de las finanzas del Estado de Honduras, ya que como se ha comprobado hasta el momento, dicha empresa no contaba con capacidad financiera, y mucho menos, con experiencia en la venta de dichos insumos.
Otros hallazgos
El 25 de enero de 2018 el Grupo GyT suprime el cargo de Waleska Zelaya como Tesorera, el protocolo de dicho acto dr hizo a menos de una hora de iniciar oficialmente su período de diputación, pese a que, desde antes de ese día y hasta la fecha, ella ha ostentado la calidad de esposa del presidente y socio mayoritario de Grupo GYT, el señor, Juan José Lagos Romero.
Asimismo, declara a Héctor Holderin Banegas Velásquez, gerente general del Grupo GyT, persona de interés en las indagaciones del CNA.
El CNA determinó que los cambios societarios en el Grupo GYT, con respecto a la supuesta venta de acciones, es un hecho «conveniente» a un aparente «deslinde» del esposo de la diputada Zelaya, para que su empresa vendiera al Estado, ya que entre cada acto oscilan entre los siete y hasta nueve meses; aspecto que deja “un ambiente de incertidumbre y suspicacia, aunado al resto de aspectos inconsistentes”.
El organismo de sociedad civil recomienda a los entes persecutores del delito un análisis profundo que incluya estados contables y declaraciones fiscales de las empresas involucradas, a fin de verificar si existe coherencia entre las compras e importaciones con relación a las ventas, así como a las declaraciones de impuesto sobre renta declaradas.
También recomienda inspeccionar el protocolo del notario que protocolizó el acta que registró la venta de acciones, con el objeto de comprobar la validez jurídica del acto, o bien, su nulidad.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas