Por: Lorenzo García Santos
Dentro de la efemérides de la patria decretadas por el Congreso Nacional de la República encontramos el 11 de junio como el “Día del Estudiante”. Dedicado a ellos en virtud del natalicio del presbítero fundador de nuestra Universidad Nacional, José Trinidad Reyes, nacido el 11 de junio de 1797 en esta ciudad de Tegucigalpa, quien engrandeció el firmamento intelectual de Honduras cuando como buen entendido, poeta, defensor de los derechos de las mujeres hombre de cercanía con su grey a partir de su ejercicio en la Iglesia de La Merced fundó la “Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto” en aquél lejano año 1847 y que hoy conocemos como Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Desde ahí el famoso Padre “Trino” surge a la representación como el tata de la juventud estudiosa, fecunda y entusiasta de este país de pinos humillados.
Desde ahí, el Padre Trino encarna la responsabilidad de una juventud inquieta e insatisfecha, rebelde y consciente de la realización de su papel histórico en el devenir futuro del Estado de Honduras como la nación de justicia y equidad a que aspira el ciudadano.
Los estudiantes hondureños a todo nivel y en todo tiempo se caracterizan por su fervor patriótico, su opinión autorizada y su entrega militante a la lucha que emprenden; antaño enfrentaron la más feroz de las dictaduras en aquellos días del florecimiento explotador del enclave bananero: la cariísta, con sus 16 años de vulneración de derechos y pisoteo de la voluntad popular. Los estudiantes rebeldes encabezaron el mayor número de exiliados de aquella tiranía. Cuando las Reformas Universitarias en Córdoba, Argentina se verificaban los estudiantes catrachos desenmascaraban con ardor la mentira “modernizadora” de Juan Manuel Gálvez, el “abogado del dólar” (ex Apoderado Legal de la United Fruit Co. y ex Ministro de Guerra de Carías) entregándose completos en el apoyo militante al suceso histórico que partió nuestros anales en “antes” y “después”, de la gran Huelga de los trabajadores bananeros en 1954. Casi inmediato, combatiendo con las armas en la mano el intento continuista mediante el fraude electoral descarado de Don Julio Lozano Díaz y su partido “pumpunero”, con ello asegurarían la Reforma y lograrán su autonomía el año de 1957.
Años después les tocará igual, serán reprimidos y perseguidos ante su viril respuesta al Golpe de Estado de Oswaldo López Arellano contra Ramón Villeda Morales el 3 de octubre de 1963 así como su posterior “constitucionalización”, los universitarios resistieron el Golpe en una lucha diaria que lograron apersogar con cárcel y el asesinato de Rubén Merlo por la Quinta Columna del ya existente Frente Unido Universitario Democrático (FUUD).
En los años 70 cuando un Consorcio de universidades del Estado de La Florida dispuso comprar a Honduras el servicio de la Educación, apropiándose ellos para dirigir, anulando los planes educativos catrachos, los hijos del Padre Trino salieron enérgicos a no permitir ese infame proyecto con el saldo de otro muerto por las fuerzas represivas: Carlos Virgilio Zúniga caía, pagando con su vida el abortar la entrega soberana. Siguieron siendo los estudiantes fanal y guía de un pueblo en atisbo de la verdad y la Universidad se tiñó de pueblo en su labor de Extensión por lo que había que anularlos en el marco de la guerra contrainsurgente, en aplicación de la Doctrina de la Seguridad Nacional en Centroamérica.
Mediante subterfugios jurídicos bajo presión de la embajada yanqui hizo su aparición el nefasto Oswaldo Ramos Soto asaltando la UNAH con Recursos de “compadre hablado” en la Corte Suprema de Justicia, con cuadrillas de pistoleros arrebatando las urnas y con la organización criminal del 3-16 asesinando y desapareciendo a los mejores y mas avanzados hijos del Padre Trino en una orgía de sangre en la que hasta trabajadores universitarios como Félix Martínez cayeron asesinados. Estudiantes como Manfredo Velásquez, Roberto Fino, Eduardo Lanza, Nelson Mckay fueron desaparecidos, otros lo fueron temporalmente, responsabilizando de ello a Billy Joya. A nivel secundario Marlon Rosales Puerto y Róger Gonzales, asesinado y desaparecido son de los caídos significativos.
Pero la búsqueda de la docilidad no fue tal, con el tiempo y en crisis producto del mal manejo institucional por la voluntariedad del FUUD y después de una serie de rectores incapaces y corruptos el Gobierno intervino la UNAH nombrando rectores y Juntas que no sacaron la tarea en más de 10 años de soplos burocráticos, por lo que nació el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) con toda su historia de oposición y lucha, de represión y resistencia, de victorias sin igual con el apoyo del pueblo que hasta hoy, ven en ellos su reflejo rebelde y su inconformidad insatisfecha. Están a la vanguardia de la lucha contra el Narcogobierno, pertenecen a las huestes populares que sin miedo enfrentan a los pelotones de gaseros y disparadores de fusiles con bala viva, animan y enseñan a las masas a no rendirse, son la esperanza, la sangre vital, el llamado de Morazán en su testamento a dar vida a este país anarquizado. Son los hijos del Padre Trino, los mismos de ayer pero con nuevos rostros, los mismos de ayer pero con más conciencia, los mismos de ayer en mutación dialéctica y en el juramento que debe haber patria para todos o que no haya para nadie. Que vivan los estudiantes, jardín de nuestra alegría!
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas