Honduras, un pueblo hambriento de justicia

La reencarnación de Adolf Hitler, 73 años después

 

Por: Marlin Oscar Avila

Uno de los principales éxitos del neoliberalismo, desde que el gobierno de Thatcher en Inglaterra puso en práctica la teoría monetarista y de libre mercado, a inicios de los ochentas, ha sido la priorización del individuo frente a la colectividad y, en muchos casos, frente a su misma familia. Con esta corriente filosófica se fue desvaneciendo la defensa de los derechos de una comunidad humana y, en muchos casos, hasta se aceptó públicamente, el predominio de los intereses de unos pocos individuos (El 1% concentra el 82% de la riqueza mundial[1])[2] sobre los miles de millones de humanos que habitan el globo terráqueo. Desde ese primer momento, las comunidades del mundo, organizadas para defensa de sus intereses y su desarrollo colectivos, principalmente, las sindicales, comunitarias y cooperativistas, han sido blanco de los ataques de ejércitos, agencias de inteligencia, dictaduras, de grupos y partidos de extrema derecha, irónicamente, financiado por la ciudadanía trabajadora. A lo largo de su proyecto neoliberal, han utilizado los calificativos de “comunismo y socialismo”, satanizándoles como ideología “enemiga” de la humanidad, por ser quien se declara históricamente a favor de la clase trabajadora.

Esta guerra ideológica pareció concluirse con el fin de la “guerra fría” al caer el muro de Berlín y el supuesto triunfo de los EUA contra la URSS en 1989, bajo engaños a Mijaíl Gorbachov. Sin embargo, el capitalismo salvaje necesita siempre de un enemigo global, para su acumulación de capital. Así que sus grandes esfuerzos por fortalecerse y, últimamente, sobrevivir ante la emergente multipolarización mundial, ha venido rompiendo con parámetros, valores y comportamientos establecidos en la comunidad internacional.

Por ejemplo, entre muchos casos, en el medio oriente predominan los intereses de la familia monárquica de Arabia Saudita, ante los intereses de 33.699.947 personas que la habitan, y de todo el Golfo Pérsico, país al que se le suman EAU, Baréin, Omán, Kuwait y Catar. Ahora, los gobiernos de más de 150 países le dan prioridad a esa monarquía frente al ensangramiento que está causando por los ataques militares, desde el 2015 en la República de Yemen, con una población de 28.498.687. El meollo de esas prioridades y preferencias están finalmente en los recursos económicos que procuran seguir concentrando las grandes corporaciones petroleras mundiales, así como de las corporaciones de la comunicación electrónica y las finanzas, donde se concentra ese 1%[3]. Para obtenerlos, cualquier medio y sacrificio humano es aceptable, así es que todo conflicto y violación de los Derechos Humanos, está justificado, sea por declaración explícita o implícitamente. Que les importa a los dirigentes del sistema inhumano, si para salvar al príncipe heredero Mohammad bin Salmán, se condene a la pena capital a 5 de las once personas enviadas hasta Turquía para asesinar al analista internacional, Jamal Khashoggi.[4] “De las [personas] inculpadas en el caso, cinco fueron condenadas a muerte; tres, a penas de cárcel de 24 años y los otros, absueltos. Los condenados podrán recurrir el fallo, según el comunicado del fiscal.”

Lo más preocupante y grave, es la destrucción de casi cuatro siglos en los que se fueron construyendo nuestros valores, conceptos, declaraciones y normas de nuestra civilización, hasta llegar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las NU en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París. Antes, en 1679 se constituyó el Hábeas Corpus y la Declaración de Derechos en 1689.  En Francia, se aprueba la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en 1789. La esclavitud que ahora ha vuelto de manera franca, tratando al ser humano como mercancía barata, en Libia, y de otras formas menos descaradas, es prohibida en 1926, abolida en EUA por Abraham Lincoln en el primer quinquenio de 1860s.  Los llamados “Códigos de Malinas” que abarcan la moral internacional (1937), las relaciones sociales (1927), las relaciones familiares (1951) y el Código de Moral Política (1957)[5]

Las nuevas generaciones, surgidas en las últimas tres décadas apenas logran conocer con ligereza los grandes esfuerzos, luchas y sangre vertida por los pueblos, por sus abuelos y bisabuelos; incluida la de líderes como Simón Bolívar, Francisco Morazán, Francisco Madero, las hermanas Mirabal, Abraham Lincoln, Flora Tristán[6] y otros; por la defensa de nuestros derechos humanos. Estas nuevas generaciones en su adolescencia aprenden, en muchos casos, que deben ser financiados por sus padres para sacar un título profesional superior, e irse a vivir con mejores ingresos, alejados a las grandes mayorías de trabajadores, ser parte de la clase media y saltar lo más pronto a la clase privilegiada de primera línea, sin importar los medios que le permitan escalar hacia las clases sociales superiores. Se declaran “a-políticos, pragmáticos o sin ideología”, su ambición es acumular capital y satisfacer todo tipo de placeres individuales, aun violando los principios morales aprendidos en su familia. Muy pronto se vuelven a-morales, explotadores, corruptos y hasta criminales, aunque no dejan de asistir a alguna iglesia cristiana que les cubra las apariencias. 

Sin embargo, estamos viendo a nueva juventud latinoamericana que pareciera negarse a seguir siendo el objetivo de votos de los partidos políticos buscando el poder político[7] para seguir robando a los Estados que llegan a ganar.

En el 2019, en nuestro continente, pudo verse como un giro con cambio de exigencias y el predominio de grupos sociales que poco a poco pierden el miedo, se van organizando para actuar contra ese individualismo y libre mercado, sustituyendo a partidos políticos tradicionales por movimientos, cuyas plataformas de lucha son expresiones colectivas, desplazando el liderazgo de individuos cundidos de egoísmos, soberbia, con el síndrome de hubris[8] y narcisismo. El caso más pintoresco ha sido el de Chile, donde el neoliberalismo predominó desde la dictadura de A. Pinochet. El miedo como herramienta de dominio oligárquico, expresado con la fuerte represión y la persecución del liderazgo político y social, se va superando. Se evita sacar a flote a quienes componen estos movimientos, puesto que el sistema político gubernamental los persigue hasta eliminarlos. En casos, tampoco importa mucho si no hay un líder que sobresalga ante las masas y los movimientos. Lo vemos ahora mismo en Chile y Colombia. En países donde aun no se ha superado esto de un solo líder como Costa Rica, Bolivia, Venezuela y varios más de nuestro continente, esos personajes son extraídos de las masas, criminalizados, endemoniados, hasta inculpados con mentiras por los medios corporativos, financiados por las oligarquías y corporaciones mediáticas. Cuando los liderazgos no son identificados por esos medios, les acusan de clandestinidad, de salir enmascarados como criminales, etc. El objetivo es lograr perfilar al líder “de izquierda” para que la oligarquía, sus militares y paramilitares logren perseguirlo y eliminarlo.

Desde luego, no solamente hay jóvenes y grupos de las clases trabajadoras en movilización. También hay de clases medias y podríamos decir de la “alta burocracia institucional” en países y organismos internacionales y multilaterales. Sabemos que en estas instituciones predominan oficiales que apuestan por la inmovilización social, la militarización, la represión y el mantenimiento del estatus quo, pero las excepciones están aumentando. Desde luego, esa burocracia y, burguesía acomodada, de los bancos internacionales y de organismos multilaterales, es la que financia y apuesta por la abolición de huelgas y derechos de los trabajadores organizados en sindicatos y, en gremios de estudiantes y profesionales.

Desde inicios de la gestión del presidente de EUA, Donald Trump, ha habido un ataque velado contra los convenios, acuerdos e instrumentos de los derechos humanos. Esto no sorprende a nadie, conociendo el perfil ideológico neofascista de ese gobierno, el cual se ha dedicado a incrementar los niveles de conflictos existentes en cada país y región del globo terráqueo; agredir y amenazar militar y políticamente; sancionar financiera y comercialmente a las naciones que no obedecen sus caprichos, a manera de sacar algún provecho económico y político a su favor, sin haber claridad del sector que Trump representa en Washington.  “Para el lumpencapitalista Trump, sin embargo, esos atajos son la principal estrategia para la obtención de ganancias.”[9] “En río revuelto, ganancia de pescadores”. Toda su estrategia bajo el principio de que los fines justifican los medios.

Con las características del actual gobierno estadounidense, el marco conceptual y jurídico construido en las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos, es un obstáculo. Las Naciones Unidas, en el 2006, creó el Consejo de los Derechos Humanos, en Ginebra, con 47 miembros.

Uno de los primeros movimientos, de la Administración Trump, fue debilitar a las Naciones Unidas, iniciando con el Consejo de Derecho Humanos a mediados del 2018, año y medio después de ingresar a la Casa Blanca, cuando Trump decide abandonar este Consejo y cualquier apoyo que pudiera recibir, acusándole de parcialización contra Israel, su siempre aliado.[10] Es claro ver como estas acciones en contra de las instituciones de las NU se vinculan a las políticas que la Casa Blanca ha venido aplicando en violación a los derechos humanos fundamentales en cualquier parte donde interviene, sea favoreciendo gobiernos déspotas, dictaduras (como, Arabia Saudita), como impuestos por el mismo gobernante estadounidense mediante estrategias solapadas (Ejemplo, Honduras y Bolivia)  o, convertidos en criminales de lesa humanidad con semblanza de democráticos (ejemplo, Chile, Ecuador, Colombia), o para contraponerse a los gobiernos que no son de su simpatía (Irán, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Irak, Siria, Corea del Norte y otros).

Seis meses antes de renunciar al Consejo de Derechos Humanos, en diciembre del 2017, la Casa Blanca ya había atacado al organismo multilateral por excelencia, Naciones Unidas, con 193 miembros, recortándoles de sus aportaciones más de 285 millones de dólares. La actitud de atacar, sancionar y amenazar ha sido el estilo de esta administración, tratando de doblegar la voluntad de países y organismos multilaterales, para después imponer su voluntad, aun en violación a la soberanía y políticas establecidas en cualquier nación o institución mundial. El extremo ha sido el caso de Ucrania, donde quiso sobornar a ese gobierno con la donación para armas desde EUA, a cambio de dañar la imagen de su contendor político del Partido Demócrata y ex vicepresidente, Joe Biden.  Si adherimos el retiro de los acuerdos internacionales y multilaterales en gestiones como el cambio climático, el acuerdo nuclear de 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA), y el acuerdo del control de producción nuclear en Irán (5+1), además de múltiples y constantes medidas coercitivas y de sanciones arancelarias, de mercado y financieras, como la renovación de las sanciones económicas contra Irán. Las monstruosas sanciones estranguladoras contra Venezuela y otros países que no obedecen sus dictámenes y que tienen un impacto destructivo y de crímenes de lesa humanidad en las poblaciones civiles donde se aplican. El hecho de que Trump siga una política racista, xenofóbica, misógina, anti musulmana y anti chiita, estimula el realce de similares actitudes en otros gobernantes y grupos civiles conservadores y ultraconservadores, quienes, en seguimiento a su liderazgo, se vuelven bravucones e irrespetan cualquier norma nacional e internacional.

Las medidas del gobernante estadounidense violan los derechos fundamentales de la humanidad, es comprensible que a la Casa Blanca le conviene el desmantelamiento de lo construido desde la instalación de las Naciones Unidas al finalizar la segunda guerra mundial (1948). Es como si Adolf Hitler, de su muerte el 30 de abril de 1945 y, hubiera resucitado en Nueva York, EUA, el 14 de junio de 1946, reencarnándose en el cuerpo de hijo de migrantes, como lo fuera él mismo, esta vez en un rubio, convertido después en magnate inmobiliario, llegando hasta 1.91 de altura (16 centímetros más alto que Hitler), liderando al partido Republicano estadounidense e incrustado en el lumpen -capitalista burgués del norte de América, con un perfil ético moral y ambiciones políticas similar a su encarnado.[11].

Así, Hitler busca lograr su sueño post mortem, para culminar su proyecto desde la cabeza del imperio gringo. Podría pensarse que también Francisco Franco ha transmigrado en Jair Bolsonaro, cuando los españoles se proponían cambiar de cementerio sus desechos, lo que le impulsó a penetrar en la conciencia del presidente de Brasil. El fenómeno de renacimientos malignos, parece que nos llevará a solicitar asesoría del judaísmo y budismo para saber sí esos fascistas del siglo anterior último, como el mismo Augusto Pinochet, se han apoderado de la mente de otros gobernantes como es Sebastián Piñera Echenique, quien, en menos de un mes, le sacó los ojos a más de 200 jóvenes chilenos, violó y asesinó tantas mujeres como le fuera posible, y tiene muchos prisioneros políticos. De confirmarse estas reencarnaciones, habrá que pedir el auxilio del Papa Francisco para un potente exorcismo, cual logre salvar la natura y la humanidad misma. Si no se hace, podríamos repetir la historia con un mayor holocausto al de Alemania en el continente americano, sí antes, los conflictos guerrilleros de Trump en Medio y Lejano Oriente, no producen la tercera y última guerra mundial.

[1] https://www.bbc.com/mundo/noticias-42776299

[2] https://actualidad.rt.com/actualidad/338177-500-personas-ricas-mundo-aumentar-fortuna

[3] https://www.google.com/search?rlz=1C1CHZL_esHN721HN721&sxsrf=ACYBGNQ3lEGmmXhRbvj4n-AXLUtyo9Yi-g%3A1577742301486&ei=3W8KXo2mHYyQ5wLxm4Ig&q=lista+de+los+mas+ricos+del+mundo+2019&oq=los+m%C3%A1s+grandes+ricos+del+mundo+2019&gs_l=psy-ab.1.1.0i71l8.0.0..129059…0.2..0.0.0…….0……gws-wiz.C8WpJgLl8KM

[4] https://www.hispantv.com/noticias/arabia-saudi/445106/condenas-muerte-asesinato-khashoggi

[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_Universal_de_los_Derechos_Humanos

[6] https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-10-personalidades-cambiaron-historia-iberoamerica-20160402095934.html

[7] https://www.alainet.org/es/articulo/180914

[8] https://www.google.com/search?q=Sindrome+de+Hubris&rlz=1C1CHZL_esHN721HN721&oq=Sindrome+de+Hubris&aqs=chrome..69i57j0l6j69i60.8583j1j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

[9] https://nuso.org/articulo/donald-trump-un-lumpencapitalista/

[10] https://www.elperiodico.com/es/internacional/20180619/eeuu-abandona-consejo-derechos-humanos-naciones-unidas-onu-6890291

[11] https://nuso.org/articulo/donald-trump-un-lumpencapitalista/

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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