Por: Oscar Miguel Marroquín
Las criminales acciones llevadas a cabo por la Fuerzas Armadas y la policía militar (Escuadrones de la Muerte) por órdenes del dictador Juan Orlando Hernández, están acelerando los acontecimientos camino a la insurrección popular.
La cúpula del Partido Nacional y el dictador Juan Orlando Hernández, están convencidos que es imposible una insurrección popular en Honduras, bajo el argumento que este no es un problema social propiamente, sino una crisis derivada dentro del ambiente eminentemente político (entiéndase FRAUDE ELECTORAL).
No cabe duda de que la dirigencia del Partido Nacional y el propio Juan Orlando, están haciendo una lectura bastante equivocada de la actual crisis política que se vive en Honduras, pues esta crisis no se ha producido en un contexto social favorable al gobierno o al menos en una situación social con índices que presenten una aceptable calidad de vida en un alto porcentaje de la población, pero fundamentalmente en los sectores más desposeídos que dicho sea de paso son la mayoría en este país.
A juzgar por las declaraciones realizadas por algunos dirigentes del Partido Nacional, por cierto, bastante torpes, bien se puede pensar que estos creen tener el sartén por el mango, es decir, creen conocer a ciencia cierta que con un par de maniobras políticas que lleven a cabo bastara para desmontar cualquier posibilidad de un levantamiento social en el país.
En mi opinión, lo único que podría contener los ánimos insurreccionales del pueblo seria que Juan Orlando Hernández acepte entregar el poder el día que corresponde, en otras palabras, entregarle la banda presidencial al legitimo ganador de los pasados comicios, contrario a esto, no creo que las maniobras políticas a las que esta acostumbrado el Partido Nacional le puedan a estar alturas, surgir efectos positivos.
Nota relacioonada Honduras, la tragedia ignorada
La represión llevada a cabo por el ejercito y la Policía Militar (Escuadrones de la Muerte) el pasado viernes, en contra de una manifestación pacífica, es a todas luces el indicativo de la poca posibilidad de maniobra política que tiene el dictador Hernández, es por eso por lo que hace uso desesperadamente de la violencia, en un intento por demás decirlo, vano por desmoralizar a quienes están plenamente convencidos de que en Honduras se produjo en monumental FRAUDE ELECTORAL.
Como el dictador Hernández ya agoto todas las mentiras y maniobras políticas para convencer al pueblo que el “gano de manera transparente las pasadas elecciones” entonces ahora recurre a la violencia institucional como forma de imponerse ante el rechazo casi generalizado que se percibe dentro y fuera de Honduras por propios y extraños.
Si antes del pasado viernes 13 de enero del presente año existía remotamente alguna posibilidad para pensar que Juan Orlando optaría por la dinámica política más que por la violencia, para disminuir la grave crisis política y social que vive ahora mismo el país entero, ya no hay duda de que esa posibilidad ha quedado prácticamente enterrada.
En adelante, la violencia será prácticamente el lenguaje del dictador.
Violencia que por supuesto, desencadenara en una verdadera insurrección popular, hasta que Juan Orlando Hernández abandone casa presidencial.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
8 respuestas
EL LEMPIRENSE NO ENTREGA PORQUE SABE LO QUE LE VIENE,..DEBE MUCHO.NO TIENE HONOR NI DIGNIDAD.
Si JOH aceptara que hizo fraude no habris necesidad de manchar nuestro Honduras con tinta sangre…!! Lo mas triste es que este país necesita paz y amor no guerra.
Si JOH es el culpable de todos los males, ¿por qué el castigo lo sufrimos otros?
Hablan de luchar contra la dictadura y por la libertad y nos impiden movilizarnos, opinar libremente por temor a ser vilipendiados, denigrados y hasta nos impiden comprar lo que nos plazca cuando nos plazca.
Queman peajes, que luego se reconstruirán con nuestros impuestos, y luego colocan barricadas en las carreteras y cobran en ellas precios más altos para dejar pasar a la gente que va con una emergencia.
Miles de jóvenes tenían la ilusión de un empleo en navidades, pero gracias a la destrucción de sus protestas muy pocos se colocaron. Supongo que el hambre de esos jóvenes y sus familias no es relevante para los “luchadores contra la dictadura”.
En el Valle de Sula se perdieron miles de empleos, empleos de personas concretas, de madres de familia, de personas con deudas y con proyectos, personas que necesitan comprar medicinas, alimentos, pagar servicios públicos.
La mendicidad de niñas ha aumentado las últimas dos semanas en el parque central de San Pedro. Niñas que podrían ser nuestras hijas, hermanas, primas… Niñas en alto riesgo de ser víctimas de bandas de prostitución. Pero los “luchadores contra la dictadura” eso no lo tienen en su agenda, a menos que sea como una decoración más de sus vacíos discursos.
Hablan de que luchan por el pueblo, e incitan a destruir negocios o a no consumir productos de empresas que le dan empleo a miles de hondureños, negocios que cuando no venden despiden.
Solo el que sabe lo que es el desempleo entiende lo duro que es eso.
Hablan de que luchan por la libertad e intentan incendiar templos y obligar a los creyentes en Dios a vivir según sus estándares laicistas o según su tibia religiosidad. Extraña libertad de conciencia la qué dicen profesar y por la qué dicen luchar.
Dicen rechazar los resultados para presidente, pero aceptan los nombramientos para el elefante blanco del parlamento centroamericano que forman parte de esos mismos resultados presidenciales. Aceptan los resultados de diputados y alcaldes que resultan de las mismas actas, llenadas por los mismos representantes de mesa y declarados por el mismo Tribunal Supremo Electoral ¡Hipócritas!
Y me preguntó, ¿paro nacional para qué? ¿Para investir a Nasralla? TODOS sabemos que eso no pasará. ¿Para qué JOH no tome promesa de Ley? Lo puede hacer ante cualquier juez de letras o de paz. ¿Para que no extraditen por narcos a algunos de sus familiares o amigos? ¿Para qué?
Y la respuesta que encuentro es que es para que más jóvenes, madres, padres y nietos pierdan su empleo, para que los demás vivamos en zozobra, inquietud y angustia, para que los que viven de la venta diaria no coman los días de relajo, para que destruyan la propiedad pública que todos volveremos a pagar, para atacar la propiedad privada de particulares y de empresas, para saquear negocios, para incendiar y destruir. Y sobretodo para injuriar, atacar, insultar, denigrar y destruir, especialmente en las redes sociales, a todo aquel que no piense como ellos. Intolerantes qué dicen ser abanderados de la tolerancia.
Saben qué, no quiero su tipo de libertad que fuerza a los que no opinan como ellos a vivir con miedo, desprecio sus métodos, no tolero su intolerancia, me asquea su hipocresía y su falta de coherencia.
Para ellos, para los luchadores contra la dictadura todo el dolor inflingido, todo el daño y destrucción es justificado, todo se justifica diciendo la fórmula mágica: “el culpable es JOH, castiguemos a todos los demás”.
La insurrección en El Salvador y Nicaragua, costo muchas vidas al pueblo y siguen lo mismo, de nada sirvió tantas muertes, solo para que se hicieran ricos unos pocos!!!!
Entonces tu quédate durmiendo en tu casa cobarde
Tenemos las armas
Ya se esta formando q ea diferente ya no soportamos mas a eate puto ladron asesino y no bamos a descNsar hasta verlo muerto adonde se baya si es q hulle lo buscaremis hasta desaparecerlo de la tierra
Es la realidad de mi País