Por: Redacción CRITERIO.HN
redaccion@criterio.hn
En el marco del Día Internacional contra la Pena de Muerte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reitera su llamado a los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de eliminar esta pena, o en su defecto, imponer una moratoria sobre las ejecuciones como un paso hacia su abolición gradual. Asimismo, urge a los Estados que no lo hayan hecho, a ratificar el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos ha desempeñado un rol esencial en la determinación de normas internacionales relacionadas con la aplicación de la pena de muerte. En este sentido, la Comisión fue el primer organismo internacional de derechos humanos en analizar y evaluar las consecuencias de la aplicación obligatoria de este castigo en el goce de los derechos humanos, concluyendo que el mismo es incompatible con los derechos a la vida, trato humano y debido proceso.
Así, durante décadas, la Comisión Interamericana ha identificado a la pena de muerte como un desafío crucial para los derechos humanos. Aunque la mayoría de los Estados miembros de la OEA han abolido la pena capital, una minoría sustancial la mantiene.
Asimismo, la CIDH destaca que los instrumentos regionales de protección de derechos humanos no prohíben per se la imposición de la pena de muerte; sin embargo, establecen restricciones y prohibiciones específicas respecto de su aplicación. Al respecto, la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece las disposiciones requeridas para limitar la aplicación de esta pena, con el objetivo de reducirla hasta lograr su supresión final.
En este sentido, se presenta una tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte que resulta evidente en los recientes desarrollos en esta materia a nivel de las Naciones Unidas, sistemas regionales de protección de derechos humanos y en el ámbito del derecho penal internacional.
Por su parte, la Comisión destaca que el hecho de que la Convención Americana reduzca el ámbito de aplicación de la pena de muerte a los delitos más graves y que establezca los principios de no extensión y no restablecimiento de la pena de muerte en los países que la han abolido, muestra un claro objetivo de privilegiar el derecho a la vida. Por ello, el avanzar hacia la abolición de la pena de muerte debe ser una finalidad común en el hemisferio.
En este contexto, la CIDH reitera la recomendación formulada en su informe La pena de muerte en el sistema interamericano de derechos humanos: De restricciones a abolición, dirigida a la eliminación de esta pena. De igual forma, la Comisión urge a los Estados que no hayan ratificado el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte a ratificarlo.
-
Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas