A más de cuatro meses de su nombramiento, la gestión de la ministra Carla Paredes en el sistema de salud hondureño ha generado expectativas y críticas. Las promesas de cambios estructurales en tres meses contrastan con la realidad de un sistema que se enfrenta a desafíos profundos, como la falta de una red hospitalaria aceptable, medicamentos y una atención digna a los pacientes, como algo básico para la atención preventiva y curativa de las y los hondureños.
Tegucigalpa, Honduras. – La salud es un derecho fundamental que los estados deben garantizar a todos sus ciudadanos. En Honduras el sistema de salud ha estado abandonado, lo que dificulta el cumplimiento de este derecho básico.
El sistema sanitario hondureño arrastra una multiplicidad de problemáticas que van desde el desabastecimiento de medicamentos, instalaciones precarias, falta de personal médico y técnico, poca cobertura a nivel nacional, mora quirúrgica, entre otros.
En su primera comparecencia en medios de comunicación tras su nombramiento, el tres de enero de 2024, la ministra de Salud, Carla Paredes, prometió transformar, en un plazo de tres meses, el caótico y colapsado sistema sanitario
La Frase:
«Si yo lo pude hacer en tres meses, cualquiera puede, no es un tema de dinero, es saber dónde se ponen los recursos»: Carla Paredes, secretaria de Estado en los Despachos de Salud, 03 de enero de 2024.
Paredes, quien antes de asumir como secretaria de Estado, dirigió el Hospital Santa Bárbara Integrado, en la zona occidental de Honduras, alardeó de sus habilidades para hacer transformaciones en el sistema sanitario. “Para eso les voy a ayudar porque esa es mi expertis, yo no vengo del mundo administrativo político, vengo del mundo operativo, (…), he sido gestora”, aseguró.
Han transcurrido más de cuatro meses desde que la presidenta Xiomara Castro la nombró para sustituir al doctor Manuel Matheu en el cargo.
Criterio.hn realiza una verificación para conocer qué tanto ha mejorado el sistema de salud con la gestión de Carla Paredes.
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ATENCIÓN A MEDIAS
Por el piso del Hospital de especialidades San Felipe, que parece un enorme tablero de damero por su particular diseño: ladrillos blancos y negros, camina Petrona Rodríguez, una mujer de 83 años, residente en el barrio El Chile de Comayagüela, ciudad gemela de Tegucigalpa. Petrona anda en cita médica en el área de ortopedia.
En su ameno diálogo con Criterio.hn, relató que visita regularmente el hospital debido a sus problemas de artritis, y aunque sus citas médicas se han reducido a tres meses entre una y otra, —una mejora con respecto al pasado reciente—, señala que el principal problema que enfrenta es la falta de medicamentos y el hecho que la envíen a laboratorios privados a realizarse exámenes.
“A veces ni calcio hay, en febrero, que vine, sólo había acetaminofén y en el laboratorio no estaban atendiendo”, denunció Petrona, quien, a pesar de su avanzada edad, camina desde su barrio hasta las cercanías del Congreso Nacional, en el centro de la capital, para tomar el autobús que la deja frente al centro asistencial.
La crisis en el sistema sanitario es más palpable en la zona rural donde, en muchos casos, no hay médicos especialistas, mucho menos quirófanos, laboratorios o medicamentos. Esto hace que los habitantes de tierra adentro se trasladen a las principales ciudades a buscar atención médica en los hospitales públicos. Pero, al final siempre se topan con similares problemáticas: la falta de medicamentos y laboratorios disponibles para practicar los estudios médicos que les diagnostiquen sus padecimientos.
Uno de esos casos es el de María Santos Lazo, a quien encontramos en la Sala de Consulta Externa del Hospital San Felipe. María emprendió su viaje desde la comunidad de El Platanal, Pespire, Choluteca, al sur del país, a las 2:00 de la madrugada, para llegar hasta la capital en busca de asistencia médica.
Ante la falta de médicos especialistas, María decidió trasladarse hasta Tegucigalpa. Alrededor de las 9:40 de la mañana ingresó al consultorio. 20 minutos después salió con recetas médicas, una orden de cita para dentro de tres meses y una prescripción para exámenes de glucosa, ácido úrico y triglicéridos. De inmediato, María se trasladó a un laboratorio privado donde pagó de su bolsillo los exámenes de laboratorio, para ser diagnosticada, dentro de tres meses, cuando regrese a consulta.
Los pasillos del Hospital de Especialidades San Felipe—el primer centro hospitalario del sector público de Honduras—, son más tranquilos, con relación a lo que se vive a diario en el Hospital Escuela, el principal centro médico de referencia de Honduras.
En otro espacio del Hospital de Especialidades San Felipe, Criterio.hn encontró a Petrona Aguilar y a su hija Dinora Aguilar, estaban un poco confundidas en las ventanillas donde extienden las citas médicas, su orden decía que la próxima cita de Petrona era para el ocho de agosto, pero en la ventanilla les dijeron que regresaran en junio, para registrar dicha cita. La confusión de Petrona y Dinora se debe a la burocracia con la que se trabaja en el sistema de salud, donde para registrar una cita médica, los pacientes deben presentarse al menos un mes antes de la fecha indicada.
Petrona Aguilar, confió a Criterio.hn que tiene problemas hepáticos, pero que ahora se siente más tranquila porque el especialista la recibe cada tres meses. En el pasado las citas se las daban cada seis meses o hasta en un año.
En su recorrido por el Hospital San Felipe, Criterio.hn, se encontró en el área de farmacia a Martha Caballero. Su rostro denotaba molestia, no era para menos: no había medicamentos de los que le habían prescrito. Martha, como la mayoría de los hondureños, vive en condiciones de pobreza, razón por la cual busca asistencia médica en el sector público.
Una encuesta de la Asociación para una Sociedad más Justa, publicada en diciembre de 2023, estableció que el 41 % de pacientes reportó que recibieron de forma incompleta o que no recibieron ninguno de los medicamentos que les recetaron en el establecimiento de salud.
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SISTEMA DE SALUD NO SE CAMBIA DE LA NOCHE A LA MAÑANA
El sistema de salud en Honduras ha sido objeto de intensos debates y críticas en los últimos años. En términos generales, se enfrenta a una serie de desafíos que incluyen la falta de acceso a atención médica de calidad, recursos limitados, infraestructura deficiente, todas estas problemáticas agudizadas por la corrupción.
La complejidad del sistema sanitario público de Honduras requiere de soluciones a largo plazo, que, de acuerdo con analistas, no se resolverán en la inmediatez.
El exministro de Salud, José Manuel Matheu, quien estaba al frente de esta secretaría desde el inicio del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, recriminó a su sucesora por haber prometido revolucionar el sistema sanitario en apenas tres meses.
En su gestión de casi dos años, Matheu sostiene que se dedicó de lleno a la planificación para la construcción de ocho hospitales en diferentes partes de Honduras, en cumplimiento de una de las promesas de la presidenta Xiomara Castro.
En entrevista con Criterio.hn, Matheu manifestó que durante los dos años de su gestión se empezaron a realizar cambios en el sistema sanitario. Especificó que se logró aumentar el número de becas y dejar pagados los centros hospitalarios que prometió la presidenta, entre otras acciones, para aumentar la red hospitalaria.
Para Matheu, la ministra Paredes debe continuar con los proyectos que él dejó encaminados, pero, aclaró que el sistema de salud “no se cambia de la noche a la mañana”.
Este medio digital, se contactó con la ministra Carla Paredes para que diera a conocer las ejecutorias, metas y desafíos de su gestión, pero hasta el momento de esta publicación no se obtuvo respuesta.
Criterio.hn solicitó, tanto a la Secretaría de Finanzas (Sefin), Salud e Infraestructura los desembolsos realizados hasta la fecha y presupuestos para la construcción de los ocho hospitales prometidos por la presidenta Xiomara Castro.
La Sefin respondió sólo de dos hospitales que serán construidos con fondos externos, uno con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por un monto de 150 millones de dólares y otro con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por 134.7 millones de dólares.
Por su parte, la Secretaría de Salud, refirió que la unidad ejecutora correspondiente, debido a la carga laboral, “no ha podido brindar lo solicitado”.
Para Blanca Munguía, directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), los problemas del sistema sanitario están mapeados y, además, coincidió con el doctor Matheu en cuanto a que los entuertos no se resuelven en tan poco tiempo.
Pese a que reconoce que hay algunas acciones que se han ejecutado como el monitoreo de la logística de distribución de medicamentos y reuniones estratégicas con las 20 regiones sanitarias, para entender la problemática, lamentó que no se observen resultados tangibles o mejoras que conlleven a la satisfacción del servicio por parte de la población.
ASJ, en su informe Estado de País: sector Salud, enfatizó que los desafíos persistentes en salud pública limitan servicios oportunos y de calidad a la población más vulnerable.
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CONTRADICCIONES
Históricamente el sistema sanitario de Honduras es de los sectores con poco crecimiento en sus presupuestos, para el caso, en 2023 sólo creció un 8%, y en 2024 un 9%, esta situación limita el desarrollo y la atención integral a la ciudadanía.
De 26,638,801,518 lempiras de presupuesto en 2023, pasó a 29,129,808,487 en 2024. Al compararse el presupuesto con otras secretarías de Estado como Seguridad y Defensa Nacional, que en los últimos cinco años han sido la prioridad, tanto para los gobiernos anteriores como para el que preside Xiomara Castro, se traslucen las contradicciones. Para el caso el presupuesto de Defensa ha crecido en 72.95% y el de Seguridad en 76.95%, entre 2020 y 2024.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido que en países como Honduras se debería destinar el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) al sistema público de salud. Sin embargo, en el 2023, el gasto en esta área incrementó apenas de 2.8 % a 3.2 % en relación con el PIB. Lo que resulta más preocupante es que pese a tener presupuestos bajos, de acuerdo con ASJ y el Instituto de la Justicia, en 2023 no se ejecutaron 1,800 millones de lempiras equivalente al 7% del presupuesto, la mayor cantidad no ejecutada desde 2014.
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DESPOLITIZAR LA GESTIÓN
A criterio de Blanca Munguía, más allá de la asignación presupuestaría, se requiere voluntad política para mejorar el olvidado sistema de salud. Además, señaló a Criterio.hn que es necesario implementar un sistema de salud con enfoque preventivo, porque “ningún presupuesto es suficiente para atender una población enferma”.
Munguía también recomienda que, para mejorar el acceso a la salud, se despolitice la gestión del sistema, en aras de garantizar la capacidad del personal, tanto técnico como médico.
Recientemente, se dio a conocer que la ministra Carla Paredes, contrató a su hermana Gabriela Paredes y a su cuñado Daniel Brizuelo, con onerosos salarios, quienes la acompañarán en el manejo de los fondos para la construcción de hospitales con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En declaraciones a la prensa, la funcionaria ha tratado de minimizar el alcance de su abusiva actuación al justificar que su hermana devengará 60 mil lempiras, una cifra inferior a la que supuestamente devengaba antes de ser su colaboradora.
También dijo que su hermana es en la única persona en la que confía para que maneje los fondos del BID. “Es la única persona en quien confío para que maneje tanto dinero y no me mande a la cárcel”, justificó y agregó, “sino pregúntele a la profesora, la pobre anda huyendo porque confió en él y la hizo firmar”, haciendo referencia a la exministra de Salud, Alba Consuelo Flores, acusada de cometer delitos de fraude y violación a los deberes de los funcionarios en la compra de los siete hospitales móviles durante la pandemia de la Covid-19 en 2020 y quien hasta la fecha permanece prófuga de la justicia.
Luego del análisis de la información de fuentes documentales y orales y trabajo de campo, Criterio.hn concluye que la promesa de la ministra de Salud, Carla Paredes de transformar el sistema sanitario en tres meses, es FALSA.
Tres meses es poco tiempo para revertir la complejidad de un sistema sanitario con problemas estructurales que requiere de medidas de largo plazo y un mayor compromiso tanto a nivel gubernamental como de la sociedad en su conjunto para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de salud de calidad.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas