Redacción: Marcia Perdomo
Ilustración: Guillermo Burgos
Tegucigalpa.- El Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina (Codimca) ha denunciado en varias ocasiones la invisibilización de las juventudes rurales en las políticas de Estado, señalando que el olvido al que son sentenciados, impacta de forma más determinante en las mujeres jóvenes.
“Los centros de estudios agrícolas están reservados para quienes tienen los recursos y nosotras que trabajamos con la tierra diariamente, solo podemos ver de lejos el derecho a recibir una educación tradicional para la producción de las tierras”, sostuvo la organización agrícola en agosto.
La coordinadora general de Codimca, Yasmín López, declaró a Criterio.hn que ante la marginalización que viven las juventudes en el área rural por parte del Estado, a nivel de organizaciones campesinas se está definiendo una estrategia para trabajar con la juventud y niñez en base a sus experiencias, sueños y apuestas.
Desde el gobierno central, siempre se habla de parar o controlar el flujo migratorio, no obstante es una meta difícil de alcanzar cuando no hay propuestas concretas por parte del Estado, pese a que se conoce que las juventudes rurales tienen sueños de estudios, ejecutar sus proyectos de vida y trazar su propio camino, sostuvo la lideresa campesina.
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Promover espacios de diálogo que integren a la juventud y en los que ellas y ellos se sientan identificados se ha convertido en una tarea de las organizaciones de base que trabajan en el campo.
“Así como es una deuda histórica que las mujeres no han podido acceder a los recursos financieros, como es la tierra, el agua, financiamiento económico, la asistencia técnica. También las jóvenes no tienen esa oportunidad y esa siempre va a ser una demanda de las organizaciones para poder garantizar que nuestras jóvenes encuentren un rumbo en su vida, en sus comunidades, para que se queden allí. No es el hecho de decirles quédense, ¿qué les ofrecemos para que se queden?”, cuestionó.
La lideresa campesina compartió que la situación de las jóvenes en la zona rural declinó aún más con la pandemia de covid-19. A tal punto que muchas dejaron los estudios por no contar con recursos tecnológicos, como un teléfono inteligente y no poseer recursos monetarios para comprar recargas.
López contó que incluso algunas de las jóvenes que participaban en procesos formativos virtuales con Codimca, manifestaron que las ‘super recargas’ que les enviaron para conectarse a los talleres, también significaron para muchas de ellas el poder continuar sus estudios ‘en línea’. Sin embargo, esta fue una minoría.
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La realidad para la mayoría de las adolescentes en el campo es que no hay oportunidad de estudio, espacios de entretenimiento o hacerse de sus propios recursos, por lo que al final deciden migrar o buscar otras alternativas, compartió.
“Si la juventud urbana tiene serios desafíos en cuanto a cumplimiento de sus derechos, solo hay que imaginarse cómo puede estar la juventud rural, que hay comunidades donde ni siquiera hay luz ni siquiera hay señal de teléfono, que tienen que moverse de un lugar a otro para encontrar señal”, en el campo se ha normalizado pero, representa una violación por parte del Estado no garantizar espacios y educación a la juventud que vive en la zona rural, dijo la coordinadora de Codimca a Criterio.hn.
