Por: Redacción CRITERIO
El gobernante no se anduvo por las ramas y les dijo a los opositores que en sus manos está que se ratifique el decreto que les otorgó la representación en el TSE y RNP.
Tegucigalpa.-El presidente de Honduras, Juan Hernández, expuso este miércoles a la oposición política integrada por los partidos Libre y PAC, que habrá ratificación y sanción del decreto mediante el cual se les otorgó la representación en los órganos electorales, pero que antes voten a favor de las reformas penales que él ha remitido al Congreso Nacional.
Lo expresado por Hernández se puede interpretar como un chantaje para los dos partidos opositores que, en reiteradas ocasiones, han dicho que se oponen a las reformas penales porque criminalizan la protesta social y porque descontextualizan el delito de terrorismo.
El mandatario hizo la propuesta pese a que el Parlamento aprobó en octubre del año pasado una reforma constitucional que amplía el número de magistrados en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y en el Registro Nacional de las Personas (RNP) para otorgar representación a Libre y PAC.
En virtud que la reforma requiere ahora su ratificación en la cuarta legislatura que inicia a partir de hoy, Hernández aprovechó el momento para pedirles a los opositores “que así como aprobaron la reforma constitucional en la parte electoral”, acompañen las reformas penales.
A renglón seguido y refiriéndose las reformas electorales el gobernante les dijo a los parlamentarios de los dos partidos que en sus manos está “continuar lo que antes iniciaron” y que en el momento que decidan continuar con lo que ya comenzaron, está listo para ponerle la firma al decreto y mandarlo a publicar en La Gaceta.
Hernández insistió en la aprobación de las reformas penales hoy al presenciar en el Parlamento la instalación de la cuarta y última legislatura del presente periodo constitucional.
Un comentario
Lo que joh quiere es blindar el fraude, de lograr ganar las elecciones ( no dudo que seria un flamante fraude) , ocuparia estas reformas penales para criminalizar la protesta y así disminuir el descontentó.