Redacción: Marcia Perdomo
Tegucigalpa.- “Lo que no se tuvo no se extraña, no vamos a llorar algo que no sirvió para nada practicamente”, afirmó el analista político y social, Tomás Andino, al consultarle el equipo de Criterio.hn sobre la presunta desaparición del Foro Nacional de Convergencia (Fonac).
El diputado y cuñado de la presidenta de Honduras, Carlos Zelaya, declaró que la propuesta de Ley de la Mesa Nacional de Participación Ciudadana vendría a sustituir al controvertido Fonac, un cuestionado organismo cuyo papel ha estado ligado más a los intereses de los grupos de poder que a las organizaciones de base y ciudadanía que dice servir.
¿QUÉ PAPEL HA JUGADO EL FONAC?
“El Fonac fue o es un organismo que no ha servido para representar realmente a la sociedad civil hondureña sino más bien, a un grupo de allegados de la sociedad civil con los diferentes gobiernos de turno que han existido desde el año 1994 que se fundó”, explicó Andino.
El analista político manifestó que los gobiernos tuvieron al Fonac como una forma de mantener cercanía con las “organizaciones preferidas en los diferentes gobiernos, a las cuales se les pagaba ingentes cantidades de dinero”. Andino ejemplificó este extremo con el salario mensual del actual director ejecutivo del Fonac, quien estaría ganando un aproximado de 90 mil lempiras mensuales.
Andino no mencionó nombres, no obstante, la persona que actualmente sostiene la dirección ejecutiva del Fonac es Omar Rivera, quien salió de las filas de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), durante el segundo mandato de Juan Orlando Hernández, y quien además formó parte de la fracasada Junta Depuradora de la Policía Nacional.
La postura de Andino es que el Fonac nunca representó a la sociedad civil y que por lo tanto su papel no será extrañado, Andino sostiene que, si realmente existiera un nuevo organismo denominado Mesa Nacional de Participación Ciudadana, este tendría qué no repetir los errores que cometió su antecesora.
“Esa nueva instancia, a mi juicio, tendría que ser consensuada previamente con organizaciones de sociedad civil, si pretende ser un espacio donde se tome en cuenta las opiniones de la sociedad civil. De lo contrario va a ser más de lo mismo y yo creo que debería empezarse por socializar el proyecto de ley, esperar que las organizaciones opinemos y por ahí ir construyendo participativamente ese instrumento”, opinó.
Andino sostuvo que sí es necesaria una instancia de participación, pero respetando su derecho a opinar sobre las diferentes iniciativas que dicen representar o hacerse en su nombre.
“Si el FONAC hubiera sido una organización de sociedad civil, habría estado a la cabeza contra el golpe de Estado, habría sido representativa de la oposición social a una dictadura, pero fue todo lo contrario. Se plegó totalmente a esta e incluso se convirtió en una disque veedora de la aplicación del Plan de Nación, que fue creado precisamente en esa dictadura”, compartió.
El equipo de Criterio.hn intentó -el viernes 23 de septiembre- obtener de primera mano las valoraciones del diputado Carlos Zelaya sobre la propuesta de la Ley de la Mesa Nacional de Participación Ciudadana. No obstante, este respondió que estaba por abordar un avión por lo que no podía responder.
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MESA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA ¿MEJOR QUE EL FONAC?
La abogada y analista, Reina Rivera Joya, sostuvo que el éxito o fracaso de reemplazar al FONAC por la Mesa Nacional de Participación Ciudadana dependerá de la calidad y contenido de la ley para asegurar que esa participación ciudadana será realmente independiente y cumpla los roles de articular a las distintas fuerzas sociales en el diálogo hacia el Estado, pero que también sea lo suficientemente independiente para poder hacer auditoría y veeduría social.
“¿Alguien en la sociedad civil va a llorar porque desaparezca el Fonac? No lo sé, porque realmente ha sido poco eficaz a lo largo del tiempo, muy poco eficaz. Como le digo fue reactivada, resucitada a partir del escándalo de los hospitales móviles, allí adquirió un poco más de protagonismo, pero tampoco se le dio peso referente a realmente articular a la ciudadanía de cara a esos temas”, refirió Rivera Joya.
La abogada y analista hizo hincapié en que solo viendo y analizando el tipo de ley que están impulsando desde el nuevo gobierno se podría saber si el reemplazo es una mejora al Fonac.
“Ya que está hablando de participación ciudadana, creo que debería ser ampliamente consultada con la propia sociedad civil para saber el contenido de la ley, definir objetivos, definir a qué se va a dedicar, definir si podrá actuar con mucha más independencia, la posibilidad que sea autogestionable en algunos de sus recursos”, apuntó.
Con respecto a la autogestión, en las últimas horas se conoció que el diputado y hermano del expresidente Manuel Zelaya, Carlos Zelaya, manifestó que esta nueva instancia no tendría presupuesto del Estado para que sean instancias de sociedad civil con verdadera independencia.
DEBE HABER MAYOR Y VERDADERA PARTICIPAIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL
Rivera Joya remarcó que esta nueva propuesta de ley debería de entender a la ciudadanía en un sentido amplio, en términos de participación y que recoja la misma desde distintas regiones del país en una participación estratégica.
Recordó que el Fonac nació en la época de la Estrategia de Reducción de la Pobreza, después del huracán Mitch, y surgió como un espacio de participación ciudadana que pretendía articular el rol de la sociedad civil alrededor de la veeduría social y el acompañamiento a políticas públicas.
No obstante, con el tiempo fue modificado -explicó Rivera Joya- y pasó a ser un organismo que acompañaba principalmente el Plan de Nación, una estrategia que impulsaron, abandonaron y volvieron a retomar los gobiernos del conservador Partido Nacional, bajo las presidencias de Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández.
Para el exdirector de Casa Alianza, José Guadalupe Ruelas, es palpable la necesidad de abrir espacios reales de participación en Honduras, los cuales “se fueron perdiendo poco a poco en los últimos gobiernos nacionalistas y el Foro Nacional de Convergencia pues no tuvo la autonomía y el apoyo, ni posiblemente la voluntad para poder abrir espacios de coordinación, de diálogo y se convirtió en una organización en sí misma que validaba las actuaciones muchas veces de estos gobiernos”.
Ruelas declaró que la coyuntura bajo la que fue creado el Fonac es muy distinta a la actual y a esto se suma que la institución dejó de cumplir la misión por la que fue creada, por lo que es necesario “replantearse espacios de participación más real, más directa que ayuden a que el pueblo pueda expresar realmente cuáles son sus verdaderas opiniones y estas opiniones evidentemente sean tomadas en cuenta y hayan mecanismos de participación de auditoría y de poder obtener respuestas oportunas por parte del gobierno”.
