Ilegalmente INHGEOMIN concede licencia ambiental a empresa Los Pinares

Por: Redacción CRITERIO

redaccion@criterio.hn 

Tegucigalpa.- En un comunicado, la Diócesis de Trujillo ha denunciado que  INHGEOMIN ha concedido licencia ambiental a la  empresa Los Pinares, esconde una serie de ilegalidades con las que se miente al pueblo de Honduras y a las poblaciones afectadas. 

La diócesis reitera su apoyo a la lucha emprendida por las comunidades del municipio de Tocoa en el departamento de Colón por proteger el agua y los bienes naturales ante el proyecto de la empresa Los Pinares en el Parque Nacional Carlos Escaleras.

El comunicado establece que las aldeas que se alimentan del agua de los ríos Guapinol y San Pedro llevan meses sin contar con el vital líquido y, por el contrario, reciben toda la sedimentación que provoca la apertura de la carretera.  La situación se agravará si se inicia la extracción por el sistema de minería a cielo abierto.

Así esta el río Guapinol debido a los trabajos de la compañía minera

Comunicado

La Diócesis de Trujillo, que como parte de la Iglesia Católica ejerce su servicio en los Departamento de Colón y Gracias a Dios, hace público el presente comunicado motivada por la necesidad de defender el derecho humano al agua, y por la necesidad de denunciar la mentira que esconde el proyecto minero que la Empresa Los Pinares está desarrollando en un área protegida del Parque Nacional Carlos Escaleras.

Las aldeas que se alimentan del agua de los ríos Guapinol y San Pedro llevan meses sin contar con el vital líquido y, por el contrario, reciben toda la sedimentación que provoca la apertura de la carretera.  La situación se agravará si se inicia la extracción por el sistema de minería a cielo abierto.

La pretendida legalidad con que INHGEOMIN ha concedido licencia ambiental a la mencionada empresa, esconde una serie de ilegalidades con las que se miente al Pueblo de Honduras y a las poblaciones afectadas.   No queda dispensada la Municipalidad de Tocoa por no respetar la Ley de Municipalidades que, en el artículo 5, le da derecho a la población a ser parte de las decisiones sobre asuntos públicos que le afecten.

Tampoco se puede disculpar al ICF por no haber inscrito el Parque Nacional Carlos Escaleras en el Catálogo del Patrimonio Público Forestal Inalienable, como el mismo decreto de creación ordena.  Ni al Congreso por haber afectado posteriormente dicho decreto con otro que reducía el Parque en las cantidades de hectáreas que, casualmente, se iban a entrega a la empresa minera.

No podemos aceptar la falsedad con que la mayoría de medios de comunicación, el COHEP y diferentes voceros del Gobierno y empresarios, sin previa investigación exhaustiva sobre el conflicto provocado por el Gobierno, condenan, insultan, criminalizan y amenazan a la población afectada que está protestando.  Tampoco les interesa saber si en medio de esa protesta se han infiltrado agitadores como suele suceder en la mayoría de protestas.  Parece que tampoco les interesa saber que de seguir operando todas las concesiones que se han dado, serán también los ríos Tocoa, Taujica y Cuaca los que traerán lodo en lugar de agua.

Es triste ver el autoengaño en que está sumergido el Estado de Honduras que tiene el descaro de presentar como legal lo que es ilegítimo; y eso es debido a la ausencia de ética política que está destruyendo la poca democracia que nos queda.

El concepto de “desarrollo” que defiende la Iglesia Católica se puede leer en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, donde podrán comprobar que está muy lejos de ser una mirada conservadora y retrógrada, sino que se trata de un concepto de desarrollo integral que prepara para toda la población una vida de mayor calidad garantizando el respeto a su dignidad.  Un desarrollo que solo es sostenible cuando no se usa más, ni se destruye más, que aquello que la tierra puede reponer.  No podemos aceptar un concepto de desarrollo desde el que se pretende que el pueblo acepte todos los programas que van orientados a “desarrollar” las cuentas bancarias y los bienes de los defensores de este capitalismo salvaje en el que vivimos.

Trujillo, 16 de septiembre de 2018