Por: Redacción CRITERIO.HN
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Desde 1985 a julio 2020 hay al menos 38 mil 351 personas viviendo con Sida, 25,080 casos de infección avanzada y 13,271 de VIH asintomáticos
Tegucigalpa.- La invisibilidad del Gobierno, la salida del país de ONU Sida, la Pandemia por COVID-19 y el paso de los huracanes “Eta” e “Iota”, son los factores que restan a la lucha por la sobrevivencia de hondureños que sufren el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de inmunodeficiencia Adquirida (Sida), por lo que esta población se encuentra en el 2020, más desamparada que nunca, conclusión en el marco del Día Mundial de Lucha contra el Sida.
Así lo resumen representantes de asociaciones que velan por los derechos humanos de personas que viven con la enfermedad en momentos en que el mundo revisa los avances contra la pandemia VIH/sida, que se recuerda cada 1 de diciembre. Este año con el lema “Solidaridad mundial, responsabilidad compartida”.
La pandemia por el COVID-19 ha puesto de manifiesto como estas enfermedades hacen tambalear nuestro modo de vida y como la salud está ligada con otros problemas fundamentales, como los derechos humanos, la igualdad de género, el crecimiento económico y la protección social, si a eso sumamos las calamidades por el embate de la naturaleza y el tema del abordaje en el tema de VIH en Honduras, tenemos un contexto claro que resume una realidad, dijo a Criterio.hn, Sandra Zambrano, directora Ejecutiva de la Asociación para Una Vida Mejor (Apuvimeh) y defensora de derechos humanos.
Sandra Zambrano
Desde 1988, cuando se estableció el 1 de diciembre de cada año como el Día Mundial de Lucha contra el Sida, más de 25 millones de personas en el planeta han muerto a causa de enfermedades relacionadas al SIDA, lo que la hace una de las epidemias más destructivas registradas en la historia.
En Honduras desde 1985 a julio 2020 hay al menos 38 mil 351 personas viviendo con Sida, 25,080 casos de infección avanzada (14,703 hombres y 10,337 mujeres) y 13,271 de VIH asintomáticos (6, 337 hombres y 6,934 mujeres).
La principal vía de transmisión sigue siendo la sexual 93%; de los casos nuevos diagnosticados de Enero a Diciembre del 2019 las personas que se auto definen como heterosexual es el (62.30%), mientras que la autodefinición homosexual y bisexual es de 18.03 % y 13.11% respectivamente, para el mismo periodo se reportó que el 2.46% de los casos notificados se autodefinieron como mujeres Trans.
En los últimos 5 años, el promedio anual de casos notificados a nivel nacional es de 1,099 casos. 7 departamentos acumulan el 86 % de los casos notificados, Cortés, Francisco Morazán, Atlántida, Yoro, Colón, Choluteca y Comayagua y las ciudades con mayor carga de VIH son: San Pedro Sula, Tegucigalpa, La Ceiba, El Progreso, Choloma, Choluteca, Tela y Puerto Cortés.
EL 86.2% corresponde a la raza mestiza, el 5.3% a garífuna, seguido de los misquitos con un 4.0 %, el grupo más afectado sigue siendo la población económicamente activa 56.1%, el 54.9 corresponde al sexo masculino y 45.1% al sexo femenino.
RECLAMOS AL PODER EJECUTIVO Y SALIDA DE ONU-SIDA
“En la actual crisis no ha habido una respuesta efectiva de parte del Estado en la atención diferenciada hacia las personas que viven con VIH, de manera particular hay un retroceso en materia de derechos humanos en virtud que en el primer Gobierno Juan Hernández se desapareció completamente el departamento de ITS- VIH, no existe un programa de VIH y también se retiró de Honduras hace cuatro años la ONU-Sida que es la instancia de las Naciones Unidas que trabaja la temática”, contextualizó Zambrano.
Ante este panorama, donde el Sistema Nacional de Salud parece estar siendo paulatinamente privatizado, el retiro de Onu Sida del país y que el Estado no siguió apoyando su permanencia, ni tampoco los programas y oficinas nacionales para el trato de la temática, “las organizaciones defensoras de derechos humanos, de personas que viven con VIH, hacemos el reclamo al Poder Ejecutivo para que se vuelva a instalar el Programa de VIH donde podamos converger la Sociedad Civil, las instituciones del Estado para dar una respuesta efectiva en la materia”, añadió Zambrano.
Por su parte, Leti Hernández, coordinadora de la Asociación Nacional de Personas Viviendo con VIH/Sida en Honduras (Asonapvsida) y representante por Honduras de la Red Centroamericana de Personas viviendo con Sida, expuso que en tiempos de Pandemia las situaciones de mayor impacto para los hondureños que padecen de Sida no solo fueron las restricciones en movilización hacia los establecimientos de Salud establecidas por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), sino también respuestas tardías de parte del sistema de salud para brindar asistencia a las personas con VIH – Poblaciones clave.
Sumado a eso, hondureños enfermos que se quedaron varadas en lugares fuera de sus zonas de residencia no tenían acceso a sus medicamentos, la falta de ingresos económicos de las personas con VIH debido a que muchos desarrollan actividades relacionadas con la economía informal, limitando el acceso a alimentos y otros servicios básicos. Asimismo el estado de estrés y ansiedad que han venido sobrellevando porque no cuentan con su medicamento, es parte de la realidad, expuso Hernández.
Según el Diagnostico Situacional y Necesidades de las Personas con VIH en relación a la violencia durante la cuarentena, un 52.9% manifestó que requiere de apoyo psicológico para manejar emocionalmente la emergencia por COVID-19.
Recientemente, en el marco del Primer Foro de Derechos Humanos Personas y efectos negativos en las familias viviendo con Sida, Leti Hernández llamó la atención al Gobierno para que coloque en el “radar” el derecho a la salud de las personas que viven con VIH, que en momentos que la Pandemia por Coronavirus ha agravado la situación no solo en el plano de acceso a la salud y medicamentos; sino también el acceso a los alimentos a falta de la reactivación económica y pérdida de empleos.
“Realmente el COVID- 19 nos vino a agravar la situación (…) lo que más ha sufrido nuestra gente es de falta de alimentos, nuestra gente no toma chocolates, nuestra gente toma antiretrovirales que son medicamentos fuertes que necesitan una buena alimentación. Qué difícil es cuando me llaman y me dicen doña Leti, no tengo nada en mi casa y mejor no me tomo los medicamentos, es difícil, se trata también de niños y adolescentes y de familias completas”.
Añadió, “incluso hemos tenido personas viviendo con COVID-19 y han fallecido, pero desconocemos con claridad ese dato porque no existe información oficial, no hay datos desagregados de fallecimientos, investigación, atención, es una violación a los derechos humanos (…) pasan décadas y persisten las violaciones a derechos de las personas con VIH, el estigma y discriminación ahora se le suma el COVID y es el día a día, inaccesible también la educación, el trabajo, salud diferenciadas, salud sexual y reproductiva”.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas