La historia de Honduras ha sido de un estiramiento indebido de la ley, donde la ley no ha sido nunca la expresión de la voluntad de la soberanía sino que ha sido la expresión de la voluntad de una minoría que oprime a una mayoría.
Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- A criterio del profesional de las ciencias jurídicas, Raúl Pineda Alvarado, en Honduras está pasando un proceso muy triste: la corporativización de la justicia y es donde los jueces pierden criterio e independencia y se les trata en función de lo que les pueda decir un jefe.
Eso no puede suceder en el poder judicial, donde los jueces deben tener dos condiciones que son la capacidad y la otra la autonomía.
Esto en torno al fallo de la reelección que en su momento el magistrado Elmer Lizardo, dijo que retiraba su firma y ahora la exmagistrada Silvia Santos, cambia su versión conforme a la que brindó hace un año.
Pineda Alvarado dijo que si un magistrado dice que retira su firma, significa que no vio lo que estaba firmando y si otra magistrada dice que lo contrario de lo que dijo meses atrás porque antes no se podía y ahora si se puede, solo puede darse por dos circunstancias: o se están acomodando las circunstancias de poder del momento, en función de su conveniencia o porque no leyeron el fallo.
Dijo “yo veo el tema de la reelección como un tema político donde se va a imponer el que tenga más fuerza, donde se impondrá la ley de la selva y donde todos vamos a ser responsables, particularmente la oposición porque no ha podido concertar una coherente mesa opositora que defienda la Constitución”, acusó Pineda Alvarado.
El otro tema es que jurídicamente ahí no hay punto de debate, todo el que haya medio leído la ley de justicia constitucional entiende que la Sala Constitucional puede derogar las leyes porque su función es proteger la Constitución, mantener la integridad de la misma y si una ley está en contra de la carta Magna puede declararla inconstitucional y hacerla perder su vigencia y su valor desde el punto de vista legal.
Pero jamás puede la Sala de lo Constitucional, que está dedicada a salvaguardar el Contrato Social, no puede decir que la Constitución es inconstitucional porque no tiene ese tipo de facultades y en el año 2003 el Congreso Nacional votó diciendo que no tiene esas facultades.
En Honduras somos seguidores del modelo de los Estados Unidos donde en 239 años solo han tenido una constitución y nosotros ya vamos por 16, acostumbramos a estirar y a depravar la ley y acomodarla a nuestros intereses.
Cualquier abogado que se respete un poco, va a concluir que lo que se ha dado es una depravación de la ley, lo que no excluye la posibilidad que si los políticos se ponen de acuerdo, le agreguen a la Constitución un párrafo donde se diga como convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, porque la actual no lo contempla y se hacen las cosas correctamente, si esa es la voluntad del pueblo. Mientras no se haga lo que hay es un estiramiento indebido de la ley.
Esta ha sido la historia de Honduras, donde la ley no ha sido nunca la expresión de la voluntad de la soberanía sino que ha sido la expresión de la voluntad de una minoría que oprime a una mayoría.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas