Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa. –En la conmemoración del Día Internacional del Migrante, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidos, el gobierno de Honduras pone en vigencia el Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) suscrito el 25 de septiembre de 2019 con los Estados Unidos.
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La puesta en vigencia del acuerdo que también se conoce como “tercer país seguro”, fue oficializado por el gobierno de la nación del norte a través de un comunicado difundido por la embajada en Tegucigalpa.
“El 18 de diciembre de 2020, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que los Estados Unidos y Honduras han concluido los acuerdos para la implementación del Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) firmado en septiembre de 2019”, dice la misiva.
El acuerdo implica que algunos migrantes que solicitan asilo o protección humanitaria similar en la frontera de los Estados Unidos pueden ser transferidos a Honduras para solicitar protección en este país.
El ACA con Honduras inició su vigencia en marzo de 2020; el acuerdo de aplicación concluyó el 15 de diciembre de 2020 mediante el intercambio de notas diplomáticas y el anuncio de hoy implica que todos los detalles operativos relacionados con la aplicación del acuerdo han sido finiquitados entre los Estados Unidos y Honduras, dice la nota de prensa de embajada de EE.UU.
Para la periodista y activista de los migrantes, Janina Romero, la entrada en vigencia del acuerdo migratorio es un absurdo porque Honduras no reúne los requisitos para recibir a migrantes de otros países porque por sus condiciones de inseguridad estructural expulsan a sus propios conciudadanos.
Sin embargo, para el Secretario Interino de Seguridad Nacional de EE. UU., Chad F. Wolf “la finalización del Acuerdo de Cooperación de Asilo entre los Estados Unidos y Honduras es un paso fundamental para el establecimiento de un verdadero enfoque regional de la migración y, más específicamente, para ofrecer protección a los migrantes que son víctimas de persecución”.
“El éxito de estas negociaciones refleja el compromiso de ambos gobiernos para enfrentar nuestros retos migratorios de forma conjunta. Agradezco personalmente al presidente de Honduras Juan Orlando Hernández por su liderazgo y la consiguiente ampliación de los mecanismos de protección disponibles para los migrantes perseguidos en la región”, dijo este viernes el funcionario del gobierno de Donald Trump.
La afirmación del funcionario estadounidense es contrarrestada por la visión de Romero, quien en los últimos dos años ha acompañado las caravanas de los migrantes hondureños. Ella dice que es lamentable que un país como Honduras, que su población tiene que declararse refugiado en otro país y que huye por las circunstancias de la violencia estructural, reciba en su propio territorio los problemas de otros países, especialmente de Nicaragua, Haití y otros del Caribe y el continente en general.
“La gente no sale de Honduras en caravanas porque “le de placer de viajar y que crea que ahí se va a cumplir el sueño americano, no, realmente está salvaguardando su vida, porque igual en Honduras no tiene nada que perder”.
La firma del acuerdo ha sido argumentada por EE. UU. para enfrentar la continua crisis humanitaria y de seguridad en su frontera suroeste debido a los niveles históricos de migración irregular y contrabando de personas.
El gobierno de la nación del norte dice que la aplicación del ACA incluirá y facilitará la cooperación entre ambos gobiernos para ampliar los mecanismos para ofrecer protección humanitaria en Honduras. “El mejoramiento de la capacidad de protección en Honduras implicará la utilización de mejores prácticas desarrolladas por los Estados Unidos y la comunidad internacional para aumentar las opciones de protección para las poblaciones vulnerables”.
A juicio de Janina Romero el ACA sólo quedará en una simple firma porque ningún migrante de otro país se querrá quedar en Honduras y más bien será arrinconado para que desista de pedir asilo y por ende regrese a su país de origen y deje atrás su deseo de querer llegar s los Estados Unidos
Finalmente, apuntó que las políticas migratorias adoptadas por los Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump, además de violentar los derechos humanos de los migrantes, violentan también los derechos de los niños y niñas, porque han sido deportados o entregados en adopción sin el consentimiento de sus padres.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., cuantifica que, durante el 2019, más del 71 % de los migrantes detenidos en la frontera suroeste eran ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras. Todos estos países han suscrito acuerdos con la Administración Trump para enfrentar la migración irregular; y estos tres acuerdos ya se encuentran vigentes.
CARAVANA
Mientras el gobierno hondureño se apresta a poner en práctica el Acuerdo de Cooperación de Asilo, se anuncia la primera caravana de migrantes de 2021, programada para el 15 de enero desde la ciudad de San Pedro Sula, zona norte de Honduras.
Muchos de los migrantes hondureños aspiran a pedir refugio humanitario por la pandemia de Covid-19 y por los daños sufridos por los huracanes Iota y Eta.
