Honduras: de la huelga de hambre a las mesas de la indignación

MARCHA
Miles de hondureños salieron a las calles este viernes, en respaldo a los huelguistas de hambre, al director de Radio Gobo Tv, David Romero, quien se declara «perseguido» del gobierno y la instalación de la Comisión Contra la Impunidad en Honduras. (Foto: Indignados Honduras).

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa. El 31 de julio de 2015, los Indignados migraron a otra etapa de lucha: de la huelga de hambre a las «mesas de indignados».

Con el cierre del campamento donde permanecieron una treintena de personas exigiendo la Comisión Internacional Contra la Impunidad para Honduras, han dejado en evidencia la indolencia del presidente Juan Hernández, quien se ha resistido a dimitir del cargo o a que la ONU instale la comisión.

Esta vez, hubo tres movilizaciones, tres distintos puntos de partida, con el mismo destino: el campamento de los huelguistas. Asimismo, se solidarizaron con el director de Ragio Globo Tv, David Romero, que se encuentra en la etapa final del juicio por presuntas calumnias e injurias contra la esposa del número dos del Ministerio Público.

Desde el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), parque El Obelisco y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), miles de personas marcharon para hacerse sentir ante la indiferencia del régimen, que apuesta por un diálogo entre activistas del oficialismo, que a sentarse con el multitudinario grupo que surgió tras las denuncias del saqueo al IHSS que ascienden a 350 millones de dólares.

Según las denuncias, están señalados altos funcionarios, exdirigentes del Partido Nacional, quienes han negado que hayan participado en el fraude que, denuncias del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), habrían fallecido unas 2,888 personas.

Las consignas fueron las mismas, pero más fuertes; cambiaron las rutas, para pasar por más barrios y colonias, para hacer despertar conciencia a los que no han querido sumarse al movimiento de los Indignados.

El grupo que partió del IHSS, llegó a la sede del Poder Judicial para solidarizarse con el periodista David Romero, quien ha sido perseguido por haber supuestamente ofendido el honor de Sonia Gálvez, esposa del fiscal adjunto, Rigoberto Cuéllar; éste fue señalado por Romero como uno de los altos funcionarios del organismo acusador del Estado de haber recibido unos 280 mil dólares (casi seis millones de lempiras) en el contexto del fraude al Seguro Social.

Las tres marchas llegaron a la llamada «zona cero»; ahí dieron un sentido homenaje a los que se privaron de alimentos por más de un mes, reclamando el fin de la impunidad.

El defensor de la vida y uno de los huelguistas, wilfredo Méndez, dijo que esa protesta «era atípica», porque protestaron, no para que fueran incluidos en el diálogo, sino para presionar a Hernández que acceda a instalar la CICIH y dimita del cargo, por múltiples acusaciones de haber patrocinado la corrupción.

«Nos vamos contentos de este lugar, no es una derrota, es un triunfo para nosotros porque hemos logrado retratar un gobierno indiferente a las necesidades de la sociedad, que quiere gobernar para sí mismo», dijo Méndez.

El protestante se veía demacrado; perdió unas 20 libras mientras permaneció en la huelga de hambre, que estuvo a pocos metros de Casa Presidencial, acosados por policías y militares y activistas del Partido Nacional que llegaban a reprochar la protesta.

La despedida fue emotiva: hubo pocas lágrima y muchos aplausos para los que se convirtieron en ícono de la protesta que llega a su novena semana. Cada viernes, miles de personas cruzan las calles de la capital de Honduras, formando kilométricas filas, que han demostrado el poder de convocatoria que tiene la sociedad.

A partir de ahora, dijo el sacerdote jesuita y director de Radio Progreso, Ismael Moreno, es que la gente «se politice más»,  que entienda que es el sujeto histórico que tiene en sus manos el cambio que necesita el país.

«Ha demostrado por la vía pacífica que  quiere cambiar; lo hemos venido viendo durante estas jornadas de movilizaciones que se han sumado más personas al movimiento y pienso que es el momento de ir organizando las formas de lucha para que haya un frente que aglutine los distintos reclamos y que se pueda proponer alternativas». 

Mientras los cantantes entretenían al público, se desmontaban las tiendas de campaña, se colocaban las colchonetas en varios vehículos; los huelguistas se tomaban fotos con el público y daban gracias por el respaldo que recibieron por más de un mes.

Al otro lado de la calle, quedaban varias cruces de madera, con los nombres de los hondureños que fallecieron en el contexto del desfalco contra el IHSS.  

Los Indignados afirman que las movilizaciones seguirán, los reclamos serán los mismos, todos con una finalidad: que se instale la Comisión Antimafias o renuncie Juan Hernández. 

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