Por: Redacción CRITERIO.HN
redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.- En medio de la represión avalada por un estado de excepción que restringe las garantías constitucionales de libertad de locomoción, libertad de reunión y otros derechos garantizados por la Constitución de la República, Honduras “conmemora” el 199 aniversario de su independencia del reino de España.
El analista social y político, Tomás Andino, expresó a Criterio.hn que “lo único que algo así demuestra es que verdaderamente no somos independientes, que siempre el pueblo está sometido a un poder extraño a él, sean poderes extranjeros o poderes dentro del país que son ajenos a los intereses de las grandes mayorías”.
Asimismo, declaró que “el estado de excepción es una medida de corte dictatorial porque no hay ninguna justificación para impedir que el pueblo se pueda manifestar tomando las medidas de bioseguridad como las que estamos tomando, pero solamente refleja el temor del régimen a la expresión popular a que se le hagan las críticas a la luz del sol”.
Esta mañana durante la manifestación del movimiento social de Honduras en el centro de Tegucigalpa, se reportaron actos represivos por parte de las fuerzas estatales contra las organizaciones populares, sindicales y estudiantiles que reclamaban por la ausencia de democracia y los actos de corrupción que han permeado el manejo de la pandemia por Covid-19.
La analista en Derechos Humanos, Reina Rivera Joya, afirmó a Criterio.hn que si bien la figura de cuarentena es válida mientras se robustece el sistema de salud, estas no deben ser aprovechadas para “profundizar la corrupción y para reprimir a la población que protesta por más transparencia o protesta por acceso a la alimentación y acceso a la salud” cuando es eso lo que el gobierno está negando.
Rivera Joya exterioriza su preocupación en relación con el retroceso que sufre la democracia hondureña con la falta de independencia que han mostrado las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía. “Estamos tratando de conmemorar el día de la independencia justamente en un escenario donde las instituciones que deberían hacer el control de todos esos abusos que se están dando en la pandemia, no son independientes”.
La analista ejemplificó el debilitamiento de las instituciones a la luz de la ausencia de garantías para elecciones libres, falta de acceso a la justicia en una situación donde la corrupción ha permeado el manejo de la pandemia, la represión por parte de quienes deberían garantizar la seguridad de la población y la ampliación del margen de control del Estado sobre los presupuestos como por ejemplo la aprobación de medidas para hacer compras de emergencia.
Asimismo, lamentó que la pandemia y la consecuente cuarentena fuesen instrumentalizadas para que gobiernos de corte autoritario repriman los derechos de las poblaciones y no como una medida de salud pública.
El presidente Juan Hernández aduciendo que la persona humana es el fin supremo del Estado ha extendido desde marzo la suspensión de las garantías constitucionales que involucran los artículos 69, 78, 81, 84, 99 y 103 y que garantizan la inviolabilidad de la libertad personal; la libre asociación, reunión y circulación; así como la prohibición de arrestos arbitrarios; la inviolabilidad del domicilio y el reconocimiento de la propiedad privada.
