Mientras las instituciones que conforman la red de atención de emergencias despliegan su operativo de la semana Morazánica, y la propuesta de revisión de ley del consejo DyS sigue en el aire; afuera ocurren al menos dos cosas muy importantes que tarde que temprano afectan la vida de todos no solo en el país sino más allá de sus fronteras.
El primero la más importante reunión subregional del Sistema de Integración Centroamericana del SICA que ha conllevado a la revisión y seguimiento de una serie de políticas regionales sobre economía, producción, emprendedurismo, medio ambiente y desarrollo, entre otros temas de los cuales casi siempre se desprenden la mayoría de programas y proyectos que buscan desde una perspectiva integracionista unir lazos de paz entre los cinco países de Centroamérica -a modo de honrar acuerdos de Esquipulas I y II- y por supuesto que siempre con la leal compañía de República Dominicana el caribeño país al que nos une el lenguaje castellano y los países observadores para mejorar las condiciones de vida de los centroamericanos como hermanos que somos.
Esto siempre será un recordatorio que cuando los retos de estos tiempos están por encima muchas veces de las capacidades individuales de cada uno de estos países, siempre existe la posibilidad de unir esfuerzos para trabajar juntos en aquellos objetivos que aún están pendientes en la agenda de cada uno de ellos. El segundo, evento que no pasa para nada desapercibido es sin duda la 52 asamblea de la OEA que este año tiene al pueblo peruano con toda su acostumbrada gentileza como su anfitrión y que reúne como siempre a la mayoría de las delegaciones de los países del continente americano.
De esta participación ya han comenzado a dar a conocer algunos representantes del congreso indistintamente al partido a que representan, pues se entiende que llegan representando un país; en síntesis puede decirse que se ha colocado sobre la mesa un temario que incluye la tan ansiada paz regional que siempre es y será una garantía de estabilidad en el continente, la tantas veces denunciada “injusticia social” por parte de algunos sectores, el uso de recursos y las desproporciones entre los que tienen mucho y aquellos que no tienen nada mas producto de mala gestión de recursos por corrupción que de sistemas económicos, existentes en el istmo americano, la violencia que sigue dejando tasas de hasta 38 homicidios por cada cien mil habitantes, los riesgos que impone la criminalidad organizada, y los conflictos políticos que deja escenarios tan dispares entre los que deciden optar por disfrutar en familia de sus vacaciones y aquellos que deciden no dar pausa en el compás de espera en los temas más sensibles -de ello surge el conocido dicho de un país de los de acá y los de allá- una expresión metafórica que se refiere a las dos realidades que se viven en el país.
También ha sido planteada, la posibilidad de revisar y reconocer estos problemas para darse la oportunidad de resolver en parte todos estos temas que no son, ni serán jamás solo pertinentes al país, pues al igual que ocurre con los retos centroamericanos, también América toda presenta similitudes en cuanto a problemáticas que resolver, pero también respecto de fortalezas que juntar, ejemplo de ello una cultura democrática de siglos que nos ha recordado en este mes de septiembre pasado, que venimos todos de raíces muy parecidas que nos acaban de recordar las conmemoraciones de los recién cumplidos bicentenarios de independencia que dieron inicio en Centroamérica, México y el caribe en donde queda como recuerdo la última vivienda del Almirante Cristobal Colón, hasta el reciente festejo en Brasil, para finalizar como todos los años en el norte del continente que cierra los festejos continentales y con broche de oro su festibidad del Columbus day.
Así todos han festejado, y así todos entrando el mes de octubre han comenzado a hacer esfuerzos comunes para buscar sus alianzas y acuerdos que tratan de resolver todo el catálogo de necesidades que el pueblo de este continente tiene, entre ellas siempre estarán presentes también las necesidades de los hondureños.
Confiados en que lideres de diferentes corrientes políticas hagan su mejor esfuerzo con sabiduría teniendo siempre presente que no deciden por si solos, sino por los millones que han confiado en ellos y les han dado el alto honor en sus cargos para representarlos en sus intereses, esperamos que los frutos de estos esfuerzos dejen beneficio a todos los pueblos hermanos ahí reunidos, con diferentes lenguajes, variedad en sus costumbres, pero -de acuerdo con su temario anual- también decididos a resolver lo que se debe resolver de la mejor manera posible. Saludos en la semana Morazánica y hasta la próxima entrega, que estemos bien.
