Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- Una delegación de líderes religiosos y organizaciones comunitarias de más de 40 organizaciones de 14 estados de Estados Unidos concluyen que su gobierno es en parte responsable de la crisis que se vive en Honduras.
La reciente cancelación del programa TPS muestra el rostro racista y discriminatorio de la administración Trump en su forma más repugnante.
Ellos y ellas estuvieron de visita el pasado mes de enero y están de regreso porque las amenazas contra los derechos humanos del pueblo hondureño no han llegado a su fin, reza el comunicado.
COMUNICADO DE PRENSA
Somos una delegación de líderes religiosos y organizaciones comunitarias que representan a más de 40 organizaciones en 14 estados de los Estados Unidos. Estuvimos en Honduras en enero, invitados por la comunidad religiosa como parte de una delegación de emergencia durante la crisis postelectoral. Estamos de vuelta ahora porque las amenazas contra los derechos humanos del pueblo Hondureño no han llegado a su fin.
El gobierno de los Estados Unidos es en parte responsable de la crisis en Honduras por los recientes cambios de su política que empeoró la situación actual.
La reciente cancelación del programa TPS muestra el rostro racista y discriminatorio de la administración Trump en su forma más repugnante. La decisión sobre TPS perjudica directamente a los hondureños en los Estados Unidos, muchos de los cuales han vivido allí durante casi veinte años, así como a sus familias en Honduras quienes dependen de su apoyo para sobrevivir.
La administración de Trump está condenando a estas personas a regresar a un país que las administraciones estadounidenses anteriores han reconocido como una situación del infierno.
La gente sigue huyendo de la violencia en Honduras, incluso cuando la administración Trump amenaza con deportar a más gente a esta realidad insostenible. La mayoría de los refugiados que llegaron a la frontera con Estados Unidos para buscar asilo recientemente con la Caravana están escapando de la crisis política en Honduras.
Es irracional e injusto eliminar las protecciones de TPS en un momento en el cual Honduras está sufriendo inestabilidad política. El gobierno de los Estados Unidos ha contribuido a la crisis con sus propias políticas, incluido el apoyo financiero de la militarización de la sociedad hondureña a través de la ayuda militar y respaldando elecciones ilegitimas y fraudulentas de noviembre de 2017.
Las políticas de la administración Trump hacen que sea casi imposible vivir en Honduras, incluso cuando pretenden deportar a más personas al peligro.
Nuestra delegación vino de los Estados Unidos en respuesta al llamado de la comunidad de fe para acompañar al pueblo de Honduras. Representamos, entre otros, a la Fundación SHARE, Hermanas Religiosas Mercy, CARECEN – Los Ángeles y el Comité de Servicio Unitario Universalista. Nuestras organizaciones representan a miles de personas en los Estados Unidos de muchas comunidades de fe y sociedad civil.
Muchos de nosotros regresamos de la delegación de emergencia en enero. Acompañamos el regreso a su país de origen a seis defensores de los derechos humanos hondureños que viajaron a los Estados Unidos a diez ciudades para dar testimonio sobre la situación de los derechos humanos en Honduras.
Entre los seis se encontraba el Padre Ismael Moreno Coto (Padre Melo), Director de Radio Progreso / ERIC. Acompañados por 41 miembros de comunidades religiosas y líderes comunitarios, se reunieron con funcionarios electos en el capitolio de la nación. Del 17 al 18 de mayo, nos unimos en fe para un día nacional de oración por la paz en Honduras en Washington DC. Durante ese tiempo, el Padre Melo y los 5 defensores de los derechos humanos se reunieron con 14 Senadores y miembros del Congreso, así como con el Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Entre ellos, nos reunimos con el senador Dick Durbin, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado. El Padre Melo también se reunió con el autor de la Ley Berta Cáceres, Hank Johnson, Demócrata de Georgia, quien, junto con otros 70 líderes del Congreso, esta co-patrocinando la Ley Berta Cáceres.
Invitamos a estos líderes a viajar a Honduras para observar directamente la realidad hondureña y varios de ellos están comprometidos a llegar al país.
Nosotros, la delegación, regresando a Honduras con los defensores de los derechos humanos, respaldamos las cinco recomendaciones que presentaron al Congreso de los EE.UU.:
1) Liberar a los 22 presos políticos.
2) Poner fin a la ayuda militar de los Estados Unidos a Honduras 3) Desmilitarizar la sociedad hondureña
4) Aprobar la Ley Berta Cáceres
5) Formar una comisión para investigar y responsabilizar a quienes hirieron y asesinaron a manifestantes pacíficos en el contexto de la crisis electoral.
Nosotros, el grupo de organizaciones comunitarias basadas en la fe, hemos acompañado a esta delegación a su hogar, y esperamos y exigimos que no haya represalias o persecución por haber declarado sobre la responsabilidad de Juan Orlando Hernández y su régimen por las violaciones de los derechos humanos en Honduras.
Estamos comprometidos a continuar visitando a Honduras en solidaridad hasta que estas demandas se cumplan. Volveremos a los Estados Unidos para invitar a más representantes de nuestras comunidades y nuestros legisladores a ver la realidad de lo que está sucediendo en este país y el papel que desempeña nuestro gobierno en la violación de los derechos humanos.
San Pedro Sula, Honduras. 21 de mayo de 2018.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
4 respuestas
Esa delegación es la Real que representa al pueblo.
La otra es la de la élite que le rinde pleitesía al gobierno por los $$$ quw recibe
La verdad si
Pero la mera responsable es Hillary Clinton…y por eso me alegro que pronto la veré en desgracia
Colón