Por: Diana Vallejo
No puedo aún creer que ya se fue Gladys Lanza, a quien vi desde pequeña, en todas partes, en las marchas, en las reuniones de CEM-H, u otros eventos, en la primera versión del Ministerio de la Mujer, en casa de una amiga mutua, en todas aquellas gestas de pensamiento crítico sobre cómo se debe alcanzar la luchas por la equidad en todas sus dimensiones, aquella que asumió junto con otras amigas el apodo de las Chonas, ese apodo que denotó en su momento el desprecio hacia la mujeres que buscaron la libertad de existencia, de pensamiento, de justicia, esas que a punta de letras, de leyes aprobadas, de presencia en la denuncia, abrieron el camino a todas las demás, una generación valiente, propia de sí.
Quiero decirles a todos y todas aquellas que me leen, que en éstos viajes que me han tocado, he observado que esas enseñanzas de mujeres como Gladys, hicieron de mí un ser distinto, ante el machismo colonial como existencial, esas visiones, esas percepciones sociales que vivimos como mujeres en Honduras, no son tan comunes, han hecho una gran diferencia desde la construcción de ser mujer en Honduras, y ser mujer en cualquier país del mundo, me reconocí distinta, educada en la libertad, libre del dogma religioso, político o sexual, me reconocí crítica, me reconocí curiosa, atenta, defensora de otras como yo, y aparte comprendí que todas esas enseñanzas, las tuve en mi patria, la Honduras de las mujeres, la Honduras que nos enseñó Gladys, la Honduras de las Chonas, de las que no se amilanan, de las voces y cantos, de las que se escriben sin tabú, de las que apuntan discriminaciones y amarran como brujas libertarias de eso que somos y el mundo del poder hoy teme más que nunca, no es por nada que nosotras las herejes(libres pensadoras) aún seguimos siendo perseguidas, vapuleadas, ofendidas, pero hoy bajo los fundamentos de la sociología, de la empatía del reconocer nuestro Universo único y propio.
Y he de honrarlas a todas esas amigas, a todas esos verbos, esas inteligencias autónomas, y quiero manifestar mi eterno agradecimiento, porque fueron ellas que lograron que desde hace mucho Honduras fuese tierra para hombres y mujeres libres, al menos en el pensamiento. Por ejemplo los hijos de Ali, hombres feministas, gran ejemplo de educación en la diversidad de la idea.
Si, declaro que si bien he sido una trotamundos, constato cada vez más que vengo de tierra fértil, de allá, que mi fuerza no es sólo mía, sino de todas las que somos hermanas, amigas, aluxes de la Naturaleza y ésta revolución incomprendida por el viejo sistema revolucionario y machista. Porque fue en Honduras que nací en esa filosofía.
En éstos viajes, he visto otros espejos, otras voces e idearios de mujer, a veces me sentí sorprendida de sus ataduras, a veces sentí pena de sus lastres, a veces sentí miedo por sus dogmas tan exacerbados y tan castrantes, pero entonces recurro a la memoria y las visito, a todas escucho , a Gladys, a Hedme, a Mary, a Ali, a Miriam, a Katya, a Karla, a Divi, a Anarella a muchas otras, a todas esas mujeres visionarias, a esas mujeres sin taras sociales, que despuntaban siempre en medio de mis dudas; otras vías, otros respetos, otras formas de aproximarme a la mujer, aproximarse a la compañera confundida, a las que se quedan en el cajón de las costumbres de los temores, aprendí a reconocer a las que se quedan dolidas por la palabra y la injusticia, aprendí a enfrentar un hombre con rasgos de bestia y de poder económico, aprendí a estar junto a la mujer en el espacio de la tradición sin sumirme en su tradición, comprendí a la mujer radical de su fe porque tiene más miedo que certezas, aprendí a admirar y aplaudir a las distintas, que me contaron su historia, a la sola que no estaba sola, al gay, al transexual, al diferente, me puedo hoy acercar sin distinción a la que lloraba amores caducos, o al dolor mismo de ver cómo van cayendo tus amigos, entendí a la que perdió la alegría por los golpes, a la que le robó sus días un trabajo aburrido y mal pagado, a la pepenadora, a la trabajadora sexual, a la intelectual, a la que sus padres dejaron en la fantasía de la princesa embobada, a la que hacía pasteles y la vida de hogar perfecta para todos los demás, a la mujer adulta mayor que vuelve a repensar su vida, a todas ellas me he podido acercar y he notado la sorpresa que les causo, por mi seguridad, esa misma que atesoran ustedes por sus convicciones las que allá no noté porque lo viví a diario, junto a mis compañeras, y todo gracias a mis ancestras, a mis colegas hondureñas, a esas que construyeron y construyen hoy esas palestras desde la conversación y praxis que nos desarrolla totalmente, allá en Honduras entre nosotras, nuestros espacios vamos sembrando un desarrollo distinto.
Fue increíble, pude identificar muchas jaulas y a muchas libertarias(algo solas) a otras que sólo necesitaban un aliento, un espacio como el nuestro, una cómplice, para alzarse gallardas y ser filosofía, reflexión, ser oposición consciente, ser valentía, ser mano enlazada con otras manos, ser plural y diversas, llenas de lecturas y nuevas miradas sobre quiénes son como existencia humana.
En Honduras fue que asumí como mujer lo que soy como ser, puedo entender ese yo particular que todas poseen y algunas omiten, aprendí más en el viaje, pero mis referentes han sido casi siempre hondureñas, así que les agradezco porque aprendí a escuchar y dialogar, fue en ésta tierra humillada que aprendí la solidaridad, la reflexión, la estrategia de idearios más allá de la guerra y la paz que se traslapa con la ambición desmedida.
Gladys como Patricia, como Berta, ellas hoy ya no están, pero si sus ideas, sus fondos profundos y jóvenes, sus escritos y voces de consciencia, sus sangres de río, tierra o viento, ellas hoy están enfrentando desde la cimiente éstas vicisitudes tan duras que hay en nuestro país, que se han replicado.
Honor para vos Gladys y gracias por ser quien fuiste, gracias porque en serio Honduras hoy es más trascendental para la cosmovisión mundial de lo que piensan, por esa imaginario de quiénes somos, ponemos el pie sobre la bota y paramos con la inteligencia a la bala.
Te fuiste Gladys al lugar que te abrazan las estrellas, a la memoria de las neuronas, a la tristeza de un adiós incierto, a la tierra, porque vos como todas las que han construido nuestra voz, no se les entierra ni olvida, se les planta, se les rinde honor.
No te diré adiós, te guardaré en mi corazón. Muchas gracias.
-
Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
3 respuestas
Hello Dear, are you truly visiting this web page regularly, if
so afterward you will without doubt get good knowledge.
Does your site have a contact page? I’m having problems locating it but, I’d like to send you an email.
I’ve got some suggestions for your blog you might be interested in hearing.
Either way, great website and I look forward to seeing it improve over time.
Amazing! Its genuinely amazing piece of writing, I have got much clear idea about from this article.