Franco Lagos vuelve sobre la tierra

Por: René Novoa

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Foto portada: cortesía de Radio House

Tegucigalpa.- El arte es un ir y venir al interior del ser, de la humanidad misma en todas sus dimensiones y posibilidades. Eso lo sabe Franco Lagos, un cantautor hondureño con visión universal, por eso ya prepara nuevo material para lanzarlo este año. Y Criterio.hn tiene la exclusiva.

Franco nació en Danlí, El Paraíso [al oriente del país a 104 kms de Tegucigalpa, la capital de Honduras]. Es un destacado artista de la nueva generación y muy ecléctico, porque también es escritor, activista social y académico; y las letras de sus rolas están cargadas de poesía, vivencias, dolor, amor, solidaridad y rebelión.

“Me formaron para llevar una vida ‘normal’, pero el ser humano está en deconstrucción

permanente y yo lo hago todos los días con mi música”: Franco Lagos.

Al consultarle por su disco titulado “Sobre la tierra”, explicó que “será un EP de seis canciones; una obra en general que se divide en dos partes: amor y guerra, una radiografía de los tiempos del último siglo en un mundo interconectado por los datos y los ordenadores, éstos a su vez están seccionados en seis capítulos, un capítulo por tema, envueltos en un concepto general de minimalismo urbano”.

Cabe aclarar que un EP (Extender play), que en español significa Reproducción extendida, es un disco mayor que el single (sencillo) y menor al LP (Long play o Reproducción larga en español); los EP tradicionalmente eran de vinilo, pero en la actualidad se lanzan como CD, de descarga digital o cualquier otro formato y tienen una duración no mayor a los 30 minutos.

Y en relación a su banda, Franco comentó que iLatino es un colectivo de músicos hondureños que fusionan ritmos como la trova experimental, jazz, rock, música urbana, ritmos latinos y la tecnología.

El origen de un artista

Para conocer más sobre Franco, es necesario remontarse a sus orígenes. Se define como un artista sin línea de tiempo, por eso no considera importante hablar de su edad, pero sí nos contó cómo descubrió su vocación.

“Aunque es difícil descifrar qué depara el destino, como si todo lo importante estuviera conectado a una máquina que transmite una señal de alta frecuencia, desde otro mundo, siempre supe que la música estaba en mis venas… es mi pasión. A los 5 años me la pasaba cantando y a los 7 hice mi primera guitarra con materiales reciclados, usando una escoba como base; cantaba en la escuela en los actos cívicos y donde tuviera la oportunidad de cantar”, dijo con su rostro iluminado, entre risas, como aquel que descubre un viejo recuerdo en la memoria.

Cuando cumplió 10 años su madre –que es maestra– le regaló su primera guitarra… su primera guitarra de verdad.  Quizás su carrera comenzó 2 años después, cuando se trasladó a la capital a estudiar. A los 12 años, aunque ya empezaba a aparecer en los diarios nacionales como un joven promesa, amante de las matemáticas y la oratoria, empezó a también a codearse y compartir con artistas consagrados de la movida hondureña y fue incursionando en el ambiente.

Cinco años más tarde llegó su momento. Lo recordó diciendo: “quizás, la primera vez que toqué oficialmente fue en un festival de música en la UNAH [Universidad Nacional Autónoma de Honduras], junto al músico Mariano Rodríguez, quien me acompaña hasta el día de hoy. Ese día estuvieron las bandas más importantes de Honduras de ese momento, y el oficio de cantar se fue convirtiendo poco a poco en una herramienta de comunicación, más allá de los diarios y revistas… siempre soñé con la canción, como una forma sagrada de compartir con la tribu”.

Franco Lagos en vivo durante el programa “Buenos días Centroamérica”, que se transmite por Servicio Centroamericano de Noticias (Sercano).

Activismo y Hospital Sin Paredes Honduras

Ese concierto fue el bautismo de Franco no sólo en la música, sino en la vida. Dijo que comenzó a también leer textos de autores latinoamericanos y centroamericanos como Roque Dalton, Ernesto Cardenal, Clementina Suárez, Juan Ramón Molina, Roberto Sosa y la generación del Boom latinoamericano, junto a las bandas The Beatles, Sui Géneris, Chico Buarque, Caetano Veloso; es decir, caminó con el sonido del barrio en el corazón y el ala más rebelde de la humanidad.

“Cantamos no sólo por el simple hecho de cantar, sino para hacer de ese canto también un puente, una oportunidad para construir una ofrenda de amor a la humanidad desde todas las posibilidades y a pesar de todas las limitaciones”, aseveró.

Y ha dado un significativo aporte para la humanidad: a mediados de 2016 creó el Hospital sin Paredes Honduras, un concepto innovador en la región en el área de la salud, donde el arte, las ciencias y la educación son herramientas fundamentales para el desarrollo.

“Todo comenzó en una conversación con un grupo de médicos, compañeros de facultad, seguidores y amigos, donde concluimos en que juntos podíamos construir un nuevo modelo de salud, basado en un modelo de atención primaria brindando brigadas ambulatorias a la población, utilizando el arte y la música como principal herramienta de difusión y de identidad”, dijo Franco.

Hoy por hoy, el Hospital Sin Paredes es un proyecto científico autosostenible, de alcance centroamericano y es el primer hospital comunitario integral del país que utiliza las artes y la educación como herramientas terapéuticas y de desarrollo humano. La sede está ubicada en Tegucigalpa, “es un proyecto que me sobrepasó, por lo que en la actualidad la administración está a cargo de un grupo de científicos y académicos de diferentes áreas”, acotó el artista.

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Sobre la tierra, el esperado regreso

Pero no todo en su vida ha sido happy hour cada viernes. Su vida personal también se ha visto amenazada, la popularidad evidente ha ido creciendo también del lado de rivalidades y hasta detractores, pero tras un tiempo alejado de los escenarios y reflectores, de los fans y los haters, vuelve con nuevos bríos con su disco “Sobre la tierra”.

Comentó que “los reinicios te dan un sentido de identidad y deconstrucción obligatoria, las lecciones más importantes de mi vida no las he encontrado en los libros ni en manuales de ningún tipo, sino por la dialéctica de la vida misma. Y el resultado es este parto doloroso que se traduce en un disco, que es un relato de los problemas y momentos del planeta tierra: pobreza, guerras, violencia, discriminación de género, pero que también habla del amor, esperanza y solidaridad”.

iLatino, conformado por Franco Lagos, Carlos Umaña, Mariano Rodríguez,

Lupita Zúniga Alonso y Aaron Padilla, en la Alianza Francesa de Tegucigalpa.

El disco será lanzado próximamente y a lo grande, pues será a través de una gira que contará con la participación de nuevos talentos, como un espacio de difusión y apoyo para nuevas voces. Y para ello se unirá la manada de lobos: la gira comenzará en el centro cultural BocaLoba, en Tegucigalpa, seguirá en San Pedro Sula y concluirá en bar El Lobo Estepario, de San José, Costa Rica.

Antes de despedirse, Franco envió un mensaje a los centroamericanos: “me siento muy agradecido de ser parte de una tribu que es unificadora y multidimensional; estamos en un momento preciso de la historia donde quedarse callados es la peor opción; la rebeldía es la única forma de encontrar la luz e impedir que nos silencien”.

Y para los lectores de Criterio.hn, acá comparte el demo de “Basta ya”, el promocional de su disco, y también una probadita de “Sobre la tierra”. ¡Salud!