Tegucigalpa.- En el marco de la Conferencia anual de la ONU sobre el Cambio Climático, Marcha Mundial por las Mujeres (MMM) denunció que los países que más han contribuido al cambio climático están más enfocados en estigmatizar a las víctimas de sus emisiones y etiquetarlas como “amenazas” que en solventar la problemática.
El movimiento internacional feminista cuestionó el impacto que tiene la industria militar y las guerras en la destrucción masiva de la ecología del planeta. Pese a esto, los países que lideran la producción y consumo de emisiones de sus ejércitos, prefieren abordar la crisis climática como una amenaza para la seguridad nacional de sus países.
“Este tipo de pensamiento implica que los más afectados por el cambio climático y los que no tuvieron nada que ver con la contribución a la crisis y que son las víctimas de la crisis climática son ahora llamados ‘una amenaza’ para la seguridad nacional de los países”, planteó MMM en el inicio de la conferencia conocida como COP27.
EJÉRCITO DE EE UU SUPERA EMISIONES DE CIENTOS DE PAÍSES
Ejemplificaron esta problemática señalando que la emisión del ejército estadounidense supera la de casi 140 países, y además es el mayor consumidor institucional de petróleo del mundo y, por tanto, el mayor emisor institucional de gases de efecto invernadero.
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Sumado a esto, apuntaron a considerar los efectos devastadores de la guerra entre Rusia y Ucrania sobre las personas y las crisis climática. “Hay que poner fin a esta peligrosa relación entre los combustibles fósiles, las misiones militares y la guerra”, señaló el movimiento sobre las temáticas discutidas en el inicio de la conferencia que tiene sede en Egipto y que se desarrolla entre el 6 y el 18 de noviembre.
“Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia gastan más del doble en armar sus fronteras en comparación con lo que gastan en la financiación del clima. Por eso nuestra exigencia no es sólo la de reducir las emisiones de los militares, sino también la de poner fin a las misiones militares y a las guerras. Debemos construir juntos un mundo que afronte nuestros retos más allá de las fronteras. Nos negamos a soportar la carga de la crisis climática sobre nuestros hombros. ¡Los que crearon la crisis climática deben pagar la factura por ella!”, lee el pronunciamiento.
SOLUCIONES NO VENDRÁN DE QUIENES CAUSARON PROBLEMÁTICA AMBIENTAL
La Marcha Mundial por las Mujeres remarcó que mientras la población mundial se acerca a una catástrofe climática, los líderes políticos y las grandes empresas están inmersos en la competencia por recursos, mercados y el dominio geopolítico, por lo que la solución a la crisis climática no vendrá de quienes la causaron.
“La crisis climática no puede discutirse desde una perspectiva que favorezca los intereses del capital. Los capitalistas, conocidos por sus proyectos realizados mediante la usurpación de nuestro aire, agua, tierras, derecho a una vida sana y derechos democráticos, son responsables de la crisis climática”, declararon.
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El movimiento internacional feminista manifestó que ven la destrucción de la naturaleza como parte del capitalismo en su “interminable búsqueda de beneficios”, el cual utiliza estructuras patriarcales en su proceso de acumulación.
Por lo que las acciones que pretenden reducir impactos negativos no funcionaran en tanto no se transformen “las estructuras responsables de las relaciones desiguales y las luchas de poder, combinando las perspectivas de clase, raza, sexualidad y género. Por ello, defendemos que es necesario un enfoque feminista de la justicia climática”, afirma.
“NO PUEDE HABER JUSTICIA CLIMÁTICA SIN FEMINISMO”
Advierten que el cambio climático se está convirtiendo en un factor de desplazamiento y migración, y que las consecuencias del mismo no son solo físicas sino también psicológicas, económicas y políticas, que se sienten principalmente en las personas menos responsables del problema.
“Los países y las poblaciones pobres -las mujeres, en primer lugar- son cada vez más vulnerables a estas catástrofes. Las mujeres pobres de las zonas rurales y las mujeres indígenas dependen en mayor medida de los recursos naturales para su supervivencia”, a la vez que su migración inducida por catástrofes climáticas las coloca en mayor riesgo de sufrir diversas formas de violencia, incluida la sexual, explica.
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La Marcha Mundial de las Mujeres es clara en su posicionamiento y advierten: “No puede haber justicia climática sin feminismo”. Como parte de su plan apuestan por el fortalecimiento de las redes comunitarias entre mujeres, tanto en la zona rural como urbana, la lucha por el cambio de patrones de consumo y del modelo de producción del sistema capitalista.
Concluyen que el desafió es unir las luchas de las mujeres contra la desigualdad medioambiental, salvaguardar los servicios públicos y los bienes comunes, entre otros, “para producir convergencias políticas capaces de construir un nuevo paradigma de vida sostenible, basado en la igualdad y la preocupación por las generaciones futuras”.
