Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
a Berta, Carlos y Ana
Un presentador de CNN la semana pasada se burlaba de los hondureños cuando hacia un recuento de todas las acusaciones y remataba diciendo ¡y en Honduras no pasa nada! (Y hay cosas que no. En la fiscalía, no se mueve la investigación contra los asesinos de los tolupanes. En el juicio por el asesinato de Berta hoy hace cinco años, no se resuelve llamar a los Atala-en-jefe). Pero se equivoca CNN. Aquí están pasando un montón de cosas y el más activo es el gobierno. Los diputados de la bancada sin cabeza maquinan la segunda reelección. En las catacumbas del palacio se reúne el aquelarre que, por si acaso, quiere encontrar forma de revertir la extradición, antes de salir, y calcula ¿Cuánto pagar a los pandoros para que superen la timidez? ¿Cinco millones o diez?
Los guardaespaldas intelectuales de JOH (Ebal y Juan Ramón, Omar y Marvin Ponce) y sus guardias pretorianos se rasgan las vestiduras, prometiendo morir en la defensa del paladín inocente, cuando una infinidad de organizaciones de sociedad civil se agolpan para pedir la renuncia del mandatario. Ante la desbandada cachureca, aunque sigue siendo gobiernista, La Prensa torna liberal, cuando se imprimen millones de papeletas para elecciones ¡sin reforma, sin fiscalización ni conteo rápido!
Para despistar a la opinión airada, se lanza una campaña de caja china y proliferan escándalos. Dándose un tardío baño de pureza, la SAR divulga que el 30% de los candidatos no cuentan con un registro nacional tributario y de los que sí tributan, varios deben L. 36+ millones que les están siendo demandados en los juzgados. Pero ¡sabemos quiénes son desde hace meses! Se filtran desde Casa de Gobierno las planillas secretas de pagos a periodistas, para que confundamos a tirios y troyanos, y para empujar a la prensa en otra dirección. Para ayudar al gobierno, los titulares destacan que la Administración Biden certifica la lucha de Honduras contra el narcotráfico, sin explicar que el informe corresponde a un año anterior, y no le sirve a JOH para contrarrestar las acusaciones presentes, de que usó dinero ensangrentado para llegar a la presidencia. Asimismo destaca La Prensa, que el gobierno ¡está gestionando para que lleguen cuatro millones de vacunas! y ¡ha conseguido que COVAX, prometa una cuarta parte de eso en los próximos cuatro meses! ¡Ah Vaya! Y se suspende el control de la circulación. ¡Sois libres!
Pero también nosotros nos movemos. Proliferan los rumores de un descontento entre oficiales militares, advertidos de prepararse para reprimir, y al menos una decena están siendo sancionados, aunque nadie -ni ellos- quiere un golpe militar. Las postas de la policía -más dispersas y vulnerables- se van quedando vacías con las deserciones que también han proliferado. Mientras –silenciosa y sordamente- se organiza una mega caravana que piensa marchar a EUA el día de la elección. Vestidas de negro Cien y más connotadas mujeres marchan en la capital, de noche, pese al toque de queda, con antorchas y pancartas, bailando su canción y exigiendo la salida de JOH. Cuarenta y cinco –hasta ayer- diputados, incluyendo a tres vicepresidentes de El Congreso firman una carta exigiendo ¡que se vaya! Parecieran muchas contradicciones. Cualquiera se confunde. Desde el monte en que me refugio, el cual sobrevuelan los helicópteros como libélulas en celo, interpreto, el gobierno va caer. ¿Y luego qué?
Diferencio también entre quienes mitifican la ley rota, como una trampa, y quienes la entienden como un instrumento del poder, justamente contra el que luchamos. Otros nos dividen de muchas maneras distintas, entre quienes hablamos una lengua en vez de otras, hondureños de diversas clases socio-económicas, de distintas regiones muy marcadas, afiliados a diferentes partidos o iglesias. Yo veo a cuatro clases. A 1) La gente del régimen, poca, y entre sus opositores distingo a 2) quienes tenemos un compromiso claro con el cambio que necesita el país, 3) quienes tienen miedo del cambio posible y creen que es suficiente que se celebren elecciones y se vaya JOH. (¡Si ahora hasta Mauricio Oliva le recomienda al chaparro ir a rendir cuentas a EUA!) Y 4) quienes no creen que valga la pena luchar y agarran pal Norte. Nuestra propia gente reclama la impotencia de la oposición fragmentada. Tenemos que unificarnos, Convergencia, el Movimiento Patria, Panal buscan aglutinar opositores. Puede concertarse una gran diversidad de opiniones, entre banderas opositoras, de diversos partidos. No tenemos que seguir a los mismos líderes, ni compartir complejas ideologías, filiaciones religiosas y teorías del estado. Pero algo tiene que ser común para unificarnos. ¿O no? Berta hablaba de los hondureños y entendía.
Si ha permeado a la estructura, las esferas y las redes de poder expuestas, la corrupción quedaría incólume respetando la línea de sucesión a un designado, que no puede ser más legítimo que su titular, ni independiente de quien lo designó. ¿O si? Aunque sea más difícil, cueste mucho más, aunque seamos menos los resueltos, ¿tenemos que recuperar la legitimidad de la cosa pública? El gobierno de transición tiene que ser legal y lógico ¿en vez de ser solamente una previsión lógica de la ley violada? JOH solo es el titeretero manipulado. El agente al que menea el sistema que articula la corrupción, impone el abuso, instrumentaliza el terror y organiza los fraudes que no permitirían jamás alcanzar una verdadera democracia, porque necesita asegurar su privilegio, busca el rédito de su modelo, su control. No pueden seguir impunes en el Congreso Nacional los setenta jefes pandos de la mafia. No puede la judicatura seguir soltando a Barrabás y protegiendo a las redes de la impunidad, mientras persigue a los defensores de sus pueblos, derechos y patrimonios. Tiene que haber justicia, compas. ¿O no? Nadie puede burlarse de la democracia, que es la única salida a la paz y convivencia de la nación. Ni tiene nadie derecho a una paz sin justicia para todos. Si no que todos tenemos que luchar ¡con todo! Para conseguir la paz.
El Carmen San Pedro Sula. Febrero 3, 2021
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas