La educación sexual integral es considerada fundamental para prevenir embarazos adolescentes, infecciones de transmisión sexual (ITS) y romper ciclos de pobreza y desigualdad social en Honduras
Tegucigalpa, Honduras. En medio de la desinformación por el supuesto aumento de casos de VIH en Honduras, organizaciones de sociedad civil han lanzado una petición urgente al ministro de Educación, Daniel Esponda, para que se implemente la Educación Integral en Sexualidad (EIS) en el currículo nacional básico.
Jinna Rosales, directora de Acción Joven, criticó la falta de respuesta efectiva por parte de la Secretaría de Educación, enfatizando la necesidad de educación sexual integral para prevenir embarazos no deseados, ITS y violencia sexual. «La educación sexual integral, lamentablemente, en este país sigue siendo vista como un tema tabú», expresó.
De acuerdo con las organizaciones que trabajan en temas de sexualidad, en los últimos tres años, el país ha experimentado un aumento significativo en los indicadores de embarazo en la niñez y adolescencia, así como un incremento notable en las infecciones de transmisión sexual (ITS).
«Es urgente que la Secretaría de Educación incluya una currícula que establezca esta herramienta educativa para que las adolescentes y la niñez puedan tener herramientas efectivas para prevenir la violencia sexual, embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual», insistió Rosales.
Además, destacó que el Estado no dimensiona adecuadamente los costos económicos y sociales de no contar con educación sexual integral, lo que conduce a ciclos de pobreza y desigualdad social. «Consideramos que es muy importante hacer un llamado de atención al secretario de educación para que no quede en la historia como un servidor público negligente que no pudo prevenir esta situación», remarcó.
De interés: Ante desinformación sobre la PAE, mujeres exigen educación sexual integral y acceso garantizado
EMBARAZO EN ADOLESCENTES Y VIOLENCIA SEXUAL
Honduras enfrenta una crisis persistente de embarazo adolescente, con una de las tasas más altas en América Latina. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el país ocupa el segundo lugar en embarazos adolescentes en la región.
Suly Rodríguez, del Centro de Derechos de Mujeres, enfatiza que la realidad del embarazo adolescente en Honduras no es solo un problema de educación, sino también “e la grave crisis de violencia sexual que enfrenta el país.
Entre 2022 y 2023, el Ministerio Público registró 2,462 denuncias de violencia sexual contra niñas de 10 a 14 años y 911 denuncias en niñas de 15 a 18 años.
Rodríguez señala que, aunque no existen datos oficiales sobre embarazos forzosos, la Secretaría de Salud reportó 26,263 partos en niñas de 10 a 14 años en los últimos dos años. Según el mecanismo de seguimiento de la Convención Belén do Pará, todo embarazo en una niña menor de 14 años debe considerarse no consentido y producto de violencia sexual.
Lea: Las hondureñas y sus restricciones en salud sexual y reproductiva
«Es urgente que el Estado de Honduras apruebe una ley de educación sexual integral que permita a las infancias y juventudes tener acceso a información científica y sin estigmas», insistió Suly Rodríguez. «Esto no solo ayudaría a prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, sino también a detener esta crisis que hemos estado viendo».
En 2023, la presidenta Xiomara castro veto la Ley de Prevención de Embarazos en Adolescentes, veto catalogado como un retroceso significativo en los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y adolescentes. «Esperamos y exigimos que el Estado tome en cuenta esta problemática y reconsidere estos retrocesos que afectan a las niñas y adolescentes de nuestro país», concluyó Calix.
Entre 2022 y 2023, la Secretaría de Salud de Honduras registró un total de 45,823 partos en adolescentes, una cifra alarmante que revela la magnitud del problema del embarazo adolescente en el país, y de estos casos, 2,084 correspondieron a niñas menores de 14 años.
-
Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas