El común denominador de las capturas indica que estas fueron realizadas mediante patrullajes de rutina, retenes policiales y vigilancia en diferentes puntos del país, siendo los principales el Distrito Central en Francisco Morazán, en el centro, San Pedro Sula en Cortés, al extremo norte, y Olancho, al oriente
Tegucigalpa, Honduras. – Aunque el estado de excepción fue implementado con el objetivo de combatir de manera más eficiente la extorsión, esto no ha sido efectivo o al menos eso indican cifran oficiales. Un análisis de datos cotejados por Criterio.hn indica que sólo el 1.4% de los 35,271 arrestos durante el tiempo que ha estado vigente corresponden a ese delito.
Entre diciembre de 2022 y mayo de 2024, la Policía Nacional, la Policía Militar de Orden Público (PMOP) y otras entidades de investigación estatal sólo lograron arrestar a 513 personas por extorsión. Esto representa únicamente el 1.4% de las 35,271 capturas efectuadas, según indican datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad a través de la petición de información SSSS-2365-2024.
En diciembre de 2022 las autoridades capturaron a 1,814 personas en Honduras, pero solamente el 2% (35) fueron por extorsión, el delito que motivo a la aplicación del estado de excepción en Honduras.
Ese mismo comportamiento se vivió en 2023, el único año completo con la medida. Resulta que en ese lapso 23,343 individuos fueron arrestados, pero, al igual que 2022, solo el 1.5% (372) correspondieron a la extorsión.
Y en lo que va de 2024, aunque la institución armada tiene el presupuesto más alto en su historia y constantemente se ha estado dotando de equipo tecnológico y unidades blindadas de un valor millonario, la tendencia sigue igual: 10,114 aprehensiones, y solo 106 (1%) son por extorsión.
La mayoría de los arrestos ni siquiera fueron realizados por delitos relacionados con la criminalidad y violencia perpetrada por el crimen organizado, a través de sus maras y pandillas, y el narcotráfico. Al contrario, pese a que Honduras está bajo un estado de excepción, continúan repuntando los arrestos por violencia intrafamiliar, violencia contra la mujer y violencia doméstica.
Además, el común denominador del total de las capturas indica que estas fueron realizadas mediante patrullajes de rutina, retenes policiales y vigilancia en diferentes puntos del país, siendo los principales el Distrito Central en Francisco Morazán, en el centro, San Pedro Sula en Cortés, al extremo norte, y Olancho, al oriente.
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NI ESTRATEGIA, NI INVESTIGACIÓN
El director ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), Javier Acevedo, aseguró que el bajo número de capturas por extorsión refleja que en Honduras se instauró un estado de excepción sin una estrategia clara para abordar la crisis. En la práctica, esto se evidencia por la falta de procesos de investigación efectivos, que concluyan en un proceso judicial.
“El estado de excepción faculta a los gobiernos a tomar las medidas necesarias para enfrentar e identificar cómo abordar una crisis. En este caso, el hecho de que no predominen las capturas por extorsión refleja que no hay una estrategia clara ni procesos de investigación adecuados; parece que se trata de capturar por capturar”, opinó Acevedo.
Acevedo, defensor de los derechos humanos, señaló que, como marca la tendencia de impunidad, en la mayoría de los casos, los detenidos quedan en libertad 24 horas después debido a la falta de denuncias en su contra que demuestren que extorsionaron y, de igual manera, a la ausencia de un proceso de investigación que demuestre su participación en otros hechos delictivos.
“Es común que capturen a varias personas, y ahora más gracias a las facultades que tienen los policías y militares con el vigente estado de excepción. Sin embargo, la mayoría de los arrestos, precisamente en estos operativos o patrullajes, resultan en liberaciones porque no se detiene a los verdaderos criminales: los líderes de agrupaciones criminales que quizás estén siendo investigados, pero no al grado de que se logre su captura gracias a estas medidas”, valoró.
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“ESTADO DE EXCEPCIÓN HA PERMITIDO BAJAR ÍNDICES DE VIOLENCIA”
Eduardo Antonio Turcios Andrade, director de la Dirección Policial de Investigación (DPI), precisó que gracias al estado de excepción se ha logrado reducir los índices de violencia y criminalidad, además de permitir decomisos masivos de armas.
“El estado de excepción es un instrumento que nos ha permitido reducir los índices de homicidios. Hoy en día estamos en una taza baja de homicidios a nivel regional. Gracias a este instrumento hay mayor efectividad en las estrategias de las autoridades”, explicó Turcios en un foro televisivo la mañana de este jueves.
Lo expuesto por el uniformado, relativo a la disminución de homicidios, coincide con la realidad hondureña. Desde 2022, cuando inició el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, se ha experimentado una reducción en las muertes violentas, según información del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol).
Sin embargo, analistas cuestionan que no es necesario estar bajo un estado de excepción para lograr una reducción en los homicidios y realizar decomisos masivos de armas y drogas, ya que estos son resultados normales que deberían ser alcanzados por las instituciones para garantizar la seguridad.
“Para el fin principal por el cual se instauró el estado de excepción, que fue combatir la extorsión, no ha dado resultados; este delito continúa en aumento. Mayor decomiso de armas, drogas y reducción de homicidios son efectos positivos, pero no son resultados que se deben atribuir al estado de excepción”, opinó Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
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Me gusta trastear en los registros del dinero público, manipular y analizar datos para contar lo que no se sabe. Prefiero trabajar en equipo, antes que solo porque en el consenso está la clave. Aún no he llegado a donde quiero, pero volver no es opción. Ver todas las entradas