Tegucigalpa.- Hasta agosto del 2022 se registran 29 muertes violentas a personas de la comunidad LGBTIQ+, según declaraciones del Coordinador del Observatorio de Muerte Violentas a personas LGBTIQ+ y del Centro de Monitoreo de la Red Lésbica Cattrachas, Nahil Zerón.
En entrevista con Criterio.hn, Zerón manifestó que datos de 2009 a la fecha, registran que los departamentos más violentos son el Distrito central 147, Cortés con 148 muertes y Atlántida con 19 casos de muertes violentas a la comunidad LGTBIQ+.
Zerón lamentó que, “muchas de las cosas que siguen sin cambiar para nosotros una de ellas sigue siendo la impunidad, nos preocupa por que ya aumentamos un número en comparación al año pasado que fueron 28 muertes”.
Expuso que en Honduras sigue existiendo la discriminación a la comunidad, parte de la discriminación son: la prohibición del matrimonio igualitario, el cambio de nombre a la identidad de género, la donación de sangre, la prohibición a la visita conyugal a las personas LGBTIQ+ en los centros penales y otros.
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Zerón exhortó a las organizaciones de sociedad civil para que sigan con una línea autónoma, donde se luche por la defensa de los derechos para los grupos más vulnerables de la sociedad.
Sin embargo, datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), registran una cifra menor, contabilizan 20 muertes violentas de personas LGTBIQ+.
Según registro que maneja el Conadeh solo en el 2021 fueron atendidas 74 quejas relacionadas en su mayoría con amenazas contra la vida e integridad de las personas LGTBIQ+ y contabilizan, hasta el mes de mayo del 2022, 33 denuncias bajo las mismas circunstancias.
En entrevista con Criterio.hn, la encargada del Centro de Monitoreo de muertes violentas de mujeres de la Red Lésbica Cattrachas, Seydi Irías manifestó que también hay dos personas desaparecidas pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+, a la vez que lamentó que las autoridades no dan respuesta de estas dos desapariciones, agregó que los entes de investigación del país tampoco las registran en las bases de datos de personas desaparecidas.
Es importante mencionar que, en su mayoría, los miembros de la comunidad LGTBIQ+ han sido asesinados en la calle, en su vivienda, en su lugar de trabajo y encontrados en solares baldíos.
Irías señaló que es constante en la exigencia a las autoridades hondureñas a cumplir con las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos humanos (CIDH), en la sentencia emitida por el caso Vicky Hernández, mujer transgénero asesinada en el 2009, a los 26 años, y cuya responsabilidad fue reconocida por el Estado hondureño.
El 26 de marzo de 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó una sentencia contra el Estado de Honduras por la muerte Vicky Hernández y en la misma ordenó 11 medidas de reparación.
Honduras es un país arraigado al machismo y al sistema patriarcal, las personas del genero LGTBIQ+ viven en constantes situaciones de intimidación, acoso y homofobia.
Los últimos meses muchas personas de este grupo se han tenido que desplazar forzosamente en la búsqueda de un lugar seguro y con el fin de proteger su integridad física.
Naciones Unidas destacó que las personas LGBTQ+ se encuentran actualmente, entre los 84 millones de personas que han sido desplazadas en todo el mundo.
Estos grupos vulnerados y marginados, intentan escapar de la violencia y la exclusión socioeconómica, puesto que residen en países que carecen de una sólida protección de los derechos humanos y que discriminan activamente por motivos de orientación sexual e identidad de género.
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Es importante mencionar que en Honduras el 90% de los casos de muertes violentas a personas del género LGTBIQ+ están en impunidad.
Datos del CONADEH establecen que entre los años 2009 y el 2021 murieron violentamente 434 personas LGTBIQ+, de los cuales, alrededor del 59% eran gay, un 29% trans, un 10% lesbianas, entre otros, sin contar las personas que no fueron identificadas.
Zerón agregó que de estas 432 muertes violentas de personas LGBTIQ+, únicamente 97 casos han sido judicializados y apenas 39 casos registrados con sentencias condenatorias.
“Esto nos lleva nuevamente a la discusión de que en Honduras no se visibiliza la violencia letal por discriminación a personas LGBTIQ+, el contexto de violencia que actualmente seguimos enfrentando tiene que ver con la discriminación estructural del Estado”, apuntó Zerón.
