La lucha de Norma Rodríguez por justicia resalta las fallas del sistema judicial en Honduras, donde el femicidio de su hija simboliza la creciente impunidad en feminicidios
Tegucigalpa, Honduras. Como cada 22 de noviembre, Norma Rodríguez conmemora el 30º cumpleaños de su hija, Keyla Patricia Martínez Rodríguez, quien fue asesinada en febrero de 2021 dentro de una celda policial en La Esperanza, Intibucá.
La tragedia no sólo ha marcado la vida de su madre, sino que también ha puesto en evidencia las fallas del sistema judicial hondureño en casos de feminicidio.
“Me le quitaron la vida, le truncaron sus sueños, la asesinaron dentro de una posta policial los miembros de la policía, aprovechándose de su poder, de su uniforme. Los que dicen servir y proteger le arrebataron la vida a mi hija Keyla”, con estas palabras Norma Rodríguez conmemoró un cumpleaños más sin su hija.
La familia ha enfrentado un proceso dilatorio que ha prolongado su búsqueda de justicia, evidenciando las fallas y la falta de imparcialidad del sistema judicial hondureño.
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FEMICIDIO SIN JUSTICIA
La familia de Keyla Patricia Martínez Rodríguez continúa sin recibir justicia, a pesar de la responsabilidad del estado en el femicidio sólo un agente policial y fue enjuiciado por su asesinato. Jarol Rolando Perdomo Sarmiento, único acusado y hallado culpable, quedó en libertad en febrero de 2024 tras un proceso judicial controvertido que ha dejado a la familia decepcionada del sistema judicial y con sed de justicia.
La tipificación del delito fue degradada de femicidio agravado a homicidio imprudente, lo que resultó en una condena mínima que no refleja la gravedad del crimen.
Norma Rodríguez exige que se aclare el crimen contra su hija Keyla Martínez, señalando que el sistema judicial ha protegido a los verdaderos responsables, en ese sentido, señaló a Melvin Alvarenga, Harol Perdomo y Edgar Velásquez –la persona con la que la joven estudiante de enfermería fue capturada—y a quien la madre señala como cómplice debido a las diferentes declaraciones sobre lo ocurrido.
“Sabemos que este es un trabajo inconcluso; en Honduras no hay una justicia transparente y necesitamos que este caso no quede en la impunidad”, afirmó Norma, quien ha enfrentado un proceso judicial dilatorio que ha frustrado sus esfuerzos por obtener justicia.
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LLAMADO A EXIGIR JUSTICIA
El femicidio de Keyla Martínez, se considera emblemático porque fue perpetrado dentro de un edificio del Estado por personal que debería garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Sin embargo, la familia de Keyla Martínez ha enfrentado una alarmante falta de respuesta por parte de las autoridades, quienes a criterio de ellos parecen hacerse “sordos y ciegos” ante sus demandas de justicia. A pesar de su incansable lucha, la familia se encuentra atrapada en un sistema que ignora sus llamados y perpetúa la impunidad.
Ante esa demanda de justica, Norma Rodríguez ha hecho un llamado a todas las organizaciones de derechos humanos para que exijan justicia. “Hoy es un día triste y especial. Exijo que se haga justicia porque mi hija no merecía este destino”, expresó Norma.
A lo largo del proceso judicial, Rodríguez denunció amenazas e intimidaciones por parte de miembros de la Policía Nacional, lo que refleja la impunidad que rodea a los feminicidios en el país.
A pesar de las dificultades y el dolor, Norma mantiene la esperanza en la justicia internacional para lograr que se reconozca el crimen como un feminicidio y se castigue a los culpables. “No podemos permitir que este caso quede en la impunidad”, concluyó.
La lucha por justicia en el caso de Keyla Martínez continúa siendo un símbolo del desafío que enfrentan muchas mujeres en Honduras y en toda América Latina frente a la violencia de género y la falta de respuesta efectiva por parte del sistema judicial.
