Por: Tomas Andino Mencía
Con la destitución del fiscal Bergman, pareciera que le echaron un balde de agua fría a muchos sectores que depositaban sus esperanzas en las gestiones de este fiscal para llevar a JOH a la cárcel. Para muchos después de esta destitución “el cielo se cayó”, y ya no hay nada que hacer.
Esta manera de pensar no es correcta. Lo más preocupante es que esta actitud refleja varias taras o manías que nos impiden avanzar en la lucha y que es necesario rectificar. Ese conjunto de taras es como síntomas de un síndrome político que nos afecta; lo que llamo el “síndrome del hondureño desesperanzado”
Un síntoma de este síndrome político es la baja autoestima política. Quienes lo padecen depositan las esperanzas en que un tribunal gringo se llevara a JOH y acabara con su dictadura. Eso solo refleja mucha ingenuidad y el grado de colonización mental que es común en nuestro país, pues pasan pendientes de que la solución a nuestros problemas vendrá de fuera, del “gran amo” y no de nosotros mismos. Creen que como Pueblo no somos capaces de auto organizarnos y hacer la tarea por nuestros propios medios. Por eso proyectan la frustración en el deseo de que otros vengan a salvarnos.
Por estar ocupados en la telenovela del juicio de Tony, que ocurre a miles de kilómetros de distancia por causas que conciernen a los gringos y que ellos administrarán según sus intereses, se está desperdiciando la oportunidad en Honduras de movilizarnos hasta sacar al régimen por las causas que a nosotros si nos conciernen, como el latrocinio del régimen en medio de la crisis de salud, la pobreza, la represión, el narcotráfico, la imposición fraudulenta, la represión y el hambre, entre otros motivos. ¿No son estos suficientes motivos para salir a luchar en nuestro país, en lugar de esperar un juicio en un país extranjero?
Otro síntoma de este síndrome es un tipo de miopía política, que ve lo que tiene más cerca, pero no lo que está en el fondo. Esto ocurre cuanto se tiene la creencia de que la solución a la crisis actual consiste solo en sacar a JOH, olvidándose de que este es apenas la cabeza de la dictadura oligárquica; que detrás suyo hay una cúpula militar, política y empresarial dispuesta a seguir sin JOH, si fuera necesario. La dictadura es un monstruo de varias cabezas; no solo de una. La salida de JOH no es el fin de la dictadura, es apenas el inicio. El verdadero reto es acabar con la dictadura no solo a quien la representa.
El tercer síntoma es una especie de manía, de creer que a esta dictadura se le sacara con placebos que ya probamos que no funcionan, como el proceso electoral. Quienes padecen este síndrome se sienten bien por ganar en las urnas, aunque en realidad no le resten nada al poder. Aunque una candidatura de oposición ganara por aplastante mayoría, suponiendo que vence la maquinaria fraudulenta, la oligarquía golpista tiene en sus manos instrumentos del Estado para frustrar por tercera vez un triunfo en su contra. Vean: las próximas elecciones tendrán lugar en las mismas condiciones del pasado (misma Ley Electoral, mismo censo e identidad, misma mayoría bipartidista en los organismos electorales, y así por el estilo); detentan el Ministerio Publico, la Corte Suprema de Justicia y por si todo eso falla, tienen las Fuerzas Armadas, que no entienden de democracia. ¿Aún creen que en medio de una dictadura iremos a un proceso democrático y que respetaran el triunfo de la oposición que amenace con erradicarla?
Las veces que el pueblo ha obtenido triunfos para derrotar leyes lesivas o políticas impopulares, ha sido en las calles, no en el Congreso Nacional. Las veces que los pueblos latinoamericanos sacaron dictaduras no lo hicieron en las urnas, las derrotaron en las calles; las elecciones vinieron después.
Asimismo, el cuarto síntoma es la creencia en erróneos tratamientos. Muchos creen que en las actuales condiciones de la pandemia y la opresión en que nos tienen sometidos, podremos seguir luchando como lo hacíamos anteriormente. Las nuevas condiciones exigen nuevas estrategias y nuevos métodos de lucha. Hoy día que vivimos en una especie de “campo de concentración a cielo abierto”, como dice Raúl Zibechi, con nuestros derechos más restringidos, la lucha debe tener una base más territorial que gremial, más subterránea y conspirativa que publica; debe ir desde abajo hacia arriba, minando las bases del poder dictatorial, construyendo una nueva democracia y economía desde la base comunitaria y laboral; así como las hormigas o lo zompopos derriban casas con sus excavaciones. Eso significa comenzar por hacer solidaridad entre nosotros, tejer redes mutuales que luego sirvan de plataforma para movimientos más osados, según se presenten las condiciones. Lo demás vendrá por añadidura, construyéndose en colectivo.
Y finalmente, una quinta manía es apostar que iremos a algún lado con los mismos liderazgos, tal como si fueran falsos médicos, que probaron no servir para la tarea de echar a la dictadura en estos diez años de resistencia popular; liderazgos que tuvieron a su disposición a centenares de miles de personas en las calles dispuestas al sacrificio, pero que prefirieron llamarse a la comodidad de una resistencia verbal o, en el peor de los casos, tranzar bajo la mesa pactos con el régimen. Si los generales que nos conducen en la batalla dan muestras de no tener las cualidades necesarias para el triunfo, pues hay que cambiarlos. El Pueblo hondureño requiere de una conducción revolucionaria que este a la altura de la disposición de sacrificio que este ha demostrado.
Despertemos, compañeras y compañeros: No hay que esperar que la solución contra la dictadura nos venga de otro país, mucho menos del gobierno norteamericano, que siempre ha sido su sostén. No esperemos que las elecciones lo solucionaran, que podremos hacerlo con los mismos métodos y con los mismos liderazgos. Es indispensable que el movimiento popular organizado haga una profunda reflexión sobre estos problemas y que en el dialogo sincero y honesto encontremos soluciones.
No es fácil. Es un reto de largo plazo, no de corto plazo. Para asumir ese reto la historia nos muestra que solo hay una fórmula: auto organización y lucha popular. No hay atajos.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
17 respuestas
Me pareció muy interesante este tema del Sindrome del hondureño desesperanzado y al leer los comentarios se puede comprovar que dicho sindrome es real, nuestra pregunta siempre es ¿que vamos hacer contra una oligarquia tan fuerte y estructurada en este pais? Cada ves que me pongo a pensar en la situacion que vivimos en Honduras, me parece que vivimos lo que vivieron los franceses en 1789 en la Ravolución Francesa donde el mando estaba concentrado en un solo poder, en el caso de ellos, en el Rey, una verdadera autocracia. Aquí en Honduras en año 2020 estamos en la misma situación sin división de poderes, todo concentrado en la oligarquia JOH, o sea un retroceso democratico de años, esta claro que los hondureños estamos indignados, como los franceses en 1789, al escuchar fraces de burla como: «si no tienen pan que coman pastel» y aquí en Honduras de todos los actos ilicitos a plena lus del dia. De todo esto pues llego a la conclusion que si estamos desesperanzados, indignados, impotentes y tantas fraces mas para calificar nuestro sentir, pero no dejemos que el odio y la corupción nos dobleguen, yo se que mi pueblo es valiente y podemos unirnos para continuar, en la actualidad tenemos mas armas, redes sociales, comunicación mas efectiva, creo que la idea del escritor de este articulo nos inspira y nos motiva a unirnos para hacer de este pais una gran nación.
Es una triste realidad que aqueja a nuestro país! No hay peor ciego que el que no quiere ver! Y en lo que han convertido a nuestros habitantes! Necesitamos nuevos líderes verdaderos! Jóvenes que realmente aman su país y quieran rescatarlo! Ya que es difícil meter vino Nuevo en odres viejos!.. debemos de despertar del sueño profundo en el cual hemos estado por muchos años!
Muy buen analisis, siempre he pensado que mientras no iniciemos el trabajo de formación, seguido de organización para terminar en movilización sistemática y con fundamento, objetivos y desarrollo claro por nuestra militancia no llegaremos a ningún lado, seguiremos poniendo los muertos y los presos…
Supongamos sale JOHVID en las supuestas próximas elecciones, ya vieron quiénes son los posibles candidatos cachos, otra ristra de corruptos a nivel presidencial y diputación.
La misma mafia que seguiría en contubernio con bancos y empresarios corruptos.
Que opciones tenemos en los otros partidos????
Amigios, la desicion de remover al fiscal Berman por parte de Trump, es debido al estancamiento de juicios que ha surgido en ese distrito sur, en el caso de honduras puedfn verlo con el caso de Tony Hernandez y asi hay muchos, asi que ahora se les complica mas a los enjuiciados, solo esperen a ver actuar al nuevo juez, slds.
Un excelente y analitico tamagas pero un lider de opocision dijo con 40000 hondureños que rodeemos la presidencial sacamos este gobierno. Yo encabezo esa marcha.Nadie hizo caso lo tildaron de trasnochado y drogo.digo esto porque se a quien dirigido parte de su comentario.La gran pregunta es: ¿ Y ENTONCES?
Soy salvadoreño. Me ha impresionado el artículo. Claro y preciso. Me sorprende gratamente haya en Honduras personas con claridad política. Felicitaciones.
Muy buen análisis colega, visto desde varias perspectivas, pero debes saber que nosotros nos sentimos impotentes, ante tanta frialdad de nuestra gente, quién dice ser beligerante detrás de la pantalla de su celular, y ante tal situación hay que unir fuerzas, hay que salir a las calles, pero lamentablemente otros se dejan doblar la mano por el mal nacido tilin, tilin. Y entonces que de nosotros?
Les recomiendo el libro de Agustín laje, el engaño populista
Muy buen análisis!
Pero solo se queda en palabras! Cómo podemos hacer que el pueblo tome conciencia y se levante??? Cómo hacer que la gente pueda ver el pulpo de la corrupción frente a ellos y que puedan actuar ????
Cómo sacar a los líderes opositores que se han vendido y han hecho negocios con la oligarquía???
Cómo poner en práctica un plan en el cual el pueblo pueda ser líder del mismo pueblo y hacer pagar a todos los que han destruido nuestra democracia????
Si hay una respuesta coherente a estos interrogantes estaré presto a ponerme en marcha. Pero ya se sabe de ante mano. Todo se queda en bonitas palabras solo para hacer dinero.
Brillante!
Gran analista el sociologo Tomás Andino, lo conocí en sept/2009 en mi natal SPS
Es para mi entender, quien mejor lectura del panorama hondureño tiene, gracias maestro!
Será muy buen analista, detrás de un escritorio, todo es bueno, pero quien va a poner el pecho? Quien va recibir las balas? Quien se va a enfrentar a la muerte o ya de ganancia la cárcel? Diga quién? El ejército es de joh, las armas son de joh, las cárceles que construyó son de joh, no hay nadie a servicio del pueblo.
Que pasa que pasan con JOH en la cabeza aquí hay Narcos comprobados el avión de Manuel Zelaya Rosales que no se supo que traía y como se fue, yo fui aeromoza y no existe un plan de vuelo, en Olancho se construyó la pista del Aguacate para esos fines, porque la gente ni siquiera viaja en el bus Ejecutivo
Muy de acuerdo solo en las calles se puede pelear no estar esperanzados a alguien que no sabe donde queda Honduraa
Excelente análisis contextual y coyuntural. Realmente somos una sociedad sin identidad nacional, mucho dependemos de otros factores políticos, económicos, ideológicos y hasta culturales de afuera.
Vivimos en carne propia todas las falencias sociales, desde corrupción, criminalidad, impunidad, dictadura y para rematar narcotráfico institucional.
Un pueblo que vive todos estos males y no reacciona, no tiene esperanzas de salir del pantano.
Muy buen comentario muy acertado , es el mal de nuestros pueblos, diría yo, Latinos, hace mucha falta educación
en política, valores éticos y morales, pues muchos que han sido críticos terminan con panaromas muy oscuros, como el expresidente de Salvador que esta en Nicaragua.
Mientras el hombre siga creyendo en los hombres segiremos de mal en peor todos los hondureños estamos atados a una aptitu de confrmismo, acomodado, envidia, egoismo….
Que dificilmente nos deja actuar y cuando intentamos hacerlo las fuerzas poderosas de nuestro pais nos aplacan como un elefante a una homiga.
Busquemos nuevas estrategias y sobre todo busquemos de DIOS el es bueno bendiciones.