Dentro de la Junta Directiva que se eligió el pasado 16 de enero, se amplió la conformación de 19 a 22 diputados

Tegucigalpa, Honduras.- El 16 de enero, el Congreso Nacional eligió a la Junta Directiva que liderará ese poder del Estado durante el período 2024-2026. La nómina incluye a tres diputados más que integran la directiva que resultó electa para fungir entre 2022 y 2024.

Con lo anterior, la Junta Directiva que tomará posesión el próximo 25 de enero, cuando se instale la tercera legislatura, pasará de 19 a 22 diputados.

La Junta Directiva quedó integrada con los siguientes vicepresidentes: Hugo Noé Pino, Edgardo Casaña, Rasel Tomé, Sherly Arriaga, José Rosario Tejeda, Kritza Pérez, Carlos Raudales, Samuel García.

Como vicepresidentes alternos: Tomás Ramírez, Isis Cuéllar, Rolando Barahona, Karen Martínez, Gloria Bonilla, Ernesto Lezama, Osman Chávez.

Como primer y segundo secretario a Carlos Zelaya y Luz Angélica Smith, respectivamente; como prosecretarios a Fabricio Sandoval y Linda Donaire; y como secretarios alternos a Juan Barahona y Silvia Ayala.

Lo anterior refleja la siguiente distribución: 11 diputados de Libertad y Refundación (Libre), 5 del Partido Liberal, 3 del Partido Salvador de Honduras (PSH), 1 de la Democracia Cristiana, 1 del Partido Anticorrupción y 1 independiente.

Mientras, la actual Junta Directiva está conformada de esta forma: 12 de Libre, 3 del Partido Liberal, 3 del PSH y 1 de la Democracia Cristiana.

‘HIPERTROFIA’ EN LA JUNTA DIRECTIVA

A consideración del exdiputado del Partido Nacional y analista político, Raúl Pineda Alvarado, en la Junta Directiva del Congreso Nacional existe una «absurda hipertrofia».

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«Es absurdo que en un congreso de 128 diputados tengamos una directiva de 22 miembros; eso genera lentitud en la toma de decisiones y un reparto de privilegios que en un país como el nuestro resulta ofensivo», dijo Pineda Alvarado a Criterio.hn.

El aumento en la Junta Directiva del Congreso Nacional genera además un impacto económico. En concepto de remuneración mensual a los integrantes de la Junta Directiva, se pasará de erogar L2,033,063.32 a L2,342,563.32, lo que se traduce en L309,500.00 más.

Puntualmente, los diputados que se incorporan a la Junta Directiva se verán beneficiados con mejores salarios. Los liberales Samuel García, Gloria Bonilla y Ernesto Lezama pasarán de ostentar un salario mensual de L90,892.42 a uno de 104,500.00 en el caso de García, y uno de 102,500.00 para Bonilla y Lezama.

Misma suerte correrán los diputados del PSH, Osman Chávez y Tomás Ramírez, y el congresista independiente Rolando Barahona, como vicepresidentes alternos.

La única persona incorporada a la Junta Directiva que devengará un salario inferior es Karen Martínez, quien pasará de ostentar L110,862.00 como jefa de bancada del Partido Anticorrupción a 102,500.00 como vicepresidenta alterna.

«Aquí, en el orden práctico, la Junta Directiva sirve para repartir privilegios, canonjías y mejoras salariales, porque todavía no se define cuáles son las funciones de un vicepresidente alterno», expresó Raúl Pineda Alvarado en su conversación con este medio digital.

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Dentro de la Junta Directiva del Congreso Nacional, el presidente recibe un salario mensual de L151,911.00. Los tres primeros vicepresidentes ganan L110,862.00 cada uno, mientras que el cuarto y quinto vicepresidente reciben L107,500.00. Del sexto al octavo vicepresidente, el salario es de L104,500.00.

Por otro lado, los siete vicepresidentes alternos perciben mensualmente un sueldo de L102,500.00. El primer secretario tiene un salario mensual de L110,862.00, y la segunda secretaria, L107,500.00.

En cuanto a los dos secretarios alternos, su remuneración es de L97,833.33 mensuales cada uno. Por su lado, el primer prosecretario recibe un salario de L100,204.33, y la segunda prosecretaria, L97,833.33.

FALTA DE REGULACIÓN

Según Raúl Pineda Alvarado, lo que él califica como «hipertrofia de la Junta Directiva» tiene su origen en la falta de voluntad de los presidentes del Congreso Nacional por regular la cantidad de personas que integran el órgano tomador de decisiones.

«Ni este presidente del Congreso ni los anteriores se han preocupado por elaborar los reglamentos internos ni manuales a los que constitucionalmente están obligados. Mientras no se definan las funciones de cada uno de estos directivos, no son más que figuras directivas que sirven para drenar fondos del presupuesto del Congreso Nacional», apuntó en su plática Criterio.hn.

Por su lado, el director de Transparencia y Democracia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Juan Carlos Aguilar, aseguró que incrementar el número de diputados de la Junta Directiva representa además una falsa representatividad de los partidos de oposición.

«Esta ampliación se puede apreciar como una falsa representatividad de los partidos de oposición, donde debe existir una sumisión a la línea de Luis Redondo», dijo Aguilar a Criterio.hn.

Además, expresó que en la Junta Directiva la mayoría de decisiones pasan por el presidente del Congreso Nacional, porque la Ley Orgánica del Poder Legislativo tiene un trasfondo altamente «presidencialista».

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«Se incrementa el número de una Junta Directiva donde sabemos que las decisiones se toman de manera unilateral, a través del presidente del Congreso. Esto es producto de la organización sumamente presidencialista, donde se le da al presidente la facultad, desde la seguridad hasta tomar la decisión de quién habla en las sesiones del pleno», comentó Aguilar.

EL CONTROVERTIDO ARTÍCULO 49

El 20 de enero de 2022, una reforma al artículo 49 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo entró en vigor y permite al presidente del Legislativo decidir qué diputados suplentes pueden votar o no y además los incorpora a todos los suplentes con un salario mensual.

En una entrevista con Criterio.hn del 7 de diciembre de 2022, el analista político y exdiputado del Partido Liberal, Rodil Rivera Rodil, dijo que el reformado artículo 49 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo debería ser revisado a la luz de los intereses democráticos representados en el Congreso y no de los intereses del partido en poder.

“He estudiado esa ley y he encontrado que ese artículo 49 convierte al presidente del Congreso casi en un dictador, otorgándole un exceso de atribuciones. Libre y PSH debían someter eso a revisión desde que inició la legislatura, porque es improcedente que el presidente del Congreso decida quiénes de los suplentes pueden votar o no, cuando antes cada diputado propietario tenía un suplente y este solo participaba en su ausencia”, explicó en su momento a este medio digital.