Foto portada: Casa Presidencial
Tegucigalpa. Los discursos del presidente hondureño Juan Hernández siempre dejan una sensación de vivir realidades alternas. Por un lado, habla del cambio climático y reclama para Honduras el acceso a los Fondos Verdes del Clima, y por el otro crea todo un marco legal que favorece a la agroindustria y la construcción de represas pese a que estas también son fuentes de contaminación.
Durante su discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP-26) celebrado en Glasgow, Escocia, Hernández dio un mensaje de agravio por las dificultades climáticas que Honduras enfrenta. «Necesitamos resultados hoy, no mañana», «¿Dónde está la compensación internacional?», reclamó.
Recurrió a culpar a los países ricos de producir el 80 por ciento del Dióxido de Carbono en contaminación ambiental y que Honduras sufre las consecuencias de esta. Lo cual es una realidad; sin embargo, convenientemente olvidó mencionar que, durante casi doce años de gobierno por parte del Partido Nacional, el extractivismo ambiental ha sido su carta de presentación.
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Habló sobre cómo Honduras no suma a la causa de la contaminación y que en la región «somos los que más extensión de reservas naturales tenemos», esto bajo la lógica que las reservas naturales captan el dióxido de carbono y lo convierten en oxígeno.
El análisis titulado «Bosques del Patrimonio Mundial: sumideros de carbono bajo presión» de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) refiere que la Biosfera del Río Plátano en Honduras pasó de eliminar carbono a emitirlo, esto debido a los incendios y la ampliación de la frontera agrícola, entre otros.
Criterio.hn contactó a la representante de FIAN Internacional sección Honduras, Claudia Pineda; y al coordinador del Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, Juan López; para conocer sus puntos de vista en relación con el discurso del presidente Hernández en Escocia.
DISCURSO NO CONCUERDA CON LEGISLACIÓN APROBADA A FAVOR DE LA AGROINDUSTRIA
La representante de FIAN en Honduras expuso que en el discurso del presidente Hernández en busca de Fondos Verdes del Clima, se «establece la posibilidad de dotar de agua para producción agropecuaria, atención a los agricultores frente a la pérdida de cosechas a consecuencia de la sequía, de cambios en la agricultura».
Sin embargo, la realidad es que mientras se lucha por la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros agentes que provocan gases de efecto invernadero, en Honduras se promueven con decisiones contribuir al calentamiento global y la destrucción de ecosistemas.
Ejemplo de este tipo de accionar, para Pineda, fueron las decisiones en materia de producción alimentaria incluidas en el PCM 030-2020, del 9 de abril de 2020, en el que se declara prioridad e interés público el sector productor y de procesamiento, para garantizar reserva de alimentos en tiempos de emergencia.
Bonitas palabras, sin embargo, «las disposiciones se orientan fundamentalmente al apoyo de la gran industria de alimentos nacionales y trasnacionales. Centrándose en el fortalecimiento de las cadenas de producción y distribución, en la promoción de parques agroindustriales, que incluso son declaradas de prioridad y necesidad su construcción y operación», señaló.
Con esto se está privilegiando un sector por encima de otro, creando «discriminación con consecuentes violaciones a una gama de derechos que tiene la población que no es atendida, especialmente, aquella considerada vulnerable por no poseer lo necesario para satisfacer sus necesidades básicas», compartió la experta con Criterio.hn.
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Otro asunto preocupante para Pineda es el artículo cuatro de este mismo decreto relacionado a la utilización de tierras nacionales, ejidales y fiscales, que consideren no esté en uso, para dedicarlas a la producción de alimentos. Las consecuencias de esta podrían «conducir al despojo de tierras de campesinos, de pobladores de las zonas rurales; ampliación de la frontera agrícola, destruyendo áreas de reserva y protegidas, áreas declaradas para la producción de agua».
En pocas palabras, nada que ver con la conservación ambiental que tanto promulgó en su discurso ambiental el presidente Hernández en el COP-26, quien de forma repetitiva afirmó que «La esperanza es lo último que se pierde». Bueno, también hay un dicho popular que señala que «Los hechos hablan más que mil palabras».
Pineda cerró su exposición, afirmando que «las medidas ante el cambio climático no pueden verse en un reducido campo, sino en todas las decisiones de política que se contraponen unas con otras». Asimismo, remarcó que favorecer a grupos determinados que no son necesariamente los más vulnerables y que además tienen un fuerte impacto en los ecosistemas y los medios de vida de la población, aumenta la conflictividad y las violaciones a los derechos humanos.
DESARROLLO VERDE: NEGOCIO PARA EL CAPITAL, CARCEL PARA LOS DEFENSORES Y MENTIRA PARA LA HUMANIDAD
El coordinador del Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, Juan López, expresó que mienten quienes dicen que «el desarrollo es verde». Esto debido a que «el gran problema es que es un desarrollo desde la óptica de grandes capitales y tiene como base la extracción de la materia prima, de la materia pétrea de este planeta».
Compartió: «Caminamos hacia una destrucción ambiental que desencadena una confrontación social como ya en el país es evidente». Prueba de esto es que hay ocho defensores de Guapinol que continúan detenidos ilegalmente pese a reclamos internacionales y el análisis del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Ilegal.
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Además, remarcó que, desde el municipio de Tocoa, Colón, la experiencia colectiva es que el «desarrollo verde que nos ofrecen las empresas son las responsables del desastre cometido sobre los ríos San Pedro y sobre el río Guapinol y sobre las comunidades del sector de San Pedro, sobre las comunidades de Guapinol, La Lempira, Cayo Campo, Cayo Sierra, Ceibita», entre otros.
Para López, es claro que el desarrollo verde que ofrecen desde Casa Presidencial «sólo se puede sostener con cárceles repletas de personas que protestan, con aguas contaminadas y ríos destruidos». Así como campañas mediáticas de criminalización y judicialización, y desplazamientos forzados.
El coordinador del Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa subrayó que «no existe desarrollo verde con un planeta que se seca, que se queda sin agua, que se queda sin vida».
Un comentario
Muy buen trabajo
Solo remarcar que hay estudios que consideran que en Honduras se emiten grandes cantidades de CO y CO2 debido a las quemas anuales, lo cual rompe el equilibrio en la creacion de O2 y que desmiente a Juan Orlando. (ademas de los aspectos de que no es nuestro presidente por ilegal, corrupto y narco).
Que los espacios culturales de reserva y biosfera en sus zonas núcleo están siendo (de manera lenta pero firme) invadidos y las zonas de amortiguamiento son destruidas, solo ver las fotos satelitales de las famosas reservas entre Olancho-Gracias a Dios y Colon. La falta de recursos para instalar energía solar, favorece el uso indiscriminado de generadores de combustible fósil, aumentando la contaminación unido a las quemas anuales, los incendios forestales o la inmisericorde tala de bosque. La única gran reserva de caoba aun esta en Gracias a Dios, el resto del país apenas quedan, el siguiente paso es eliminar esta reserva en base a la demanda del mercado y la oferta de dinero a la población pobre, sus cuidadores. Sin entrar en el tema del aumento de uso de pesticidas, herbicidas y abonos químicos, con los daños colaterales que causan a la flora, fauna y seres humanos.