Fotos: Horacio Lorca/Criterio.hn

Tegucigalpa, Honduras. Ayer se cumplió un año que Honduras cambió la historia bipartidista que cargaba hace más de un siglo, el cambio de gobierno generó expectativas y esperanzas para muchos grupos que históricamente han sido invisibilizados.

El 28 de noviembre de 2021 el Partido Libre aliado con el Partido Salvador de Honduras ganó la presidencia derrotando al Partido Nacional que venía gobernando los últimos 12 años, tras el golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya Rosales.

Uno de estos grupos son las mujeres, quienes a lo largo de la historia han sido excluidas y han sido víctimas de diferentes violaciones a sus derechos humanos, feministas y grupos de mujeres organizadas, le apostaron al cambio, no obstante, para ellas muchas cosas siguen siendo lo mismo.

A diez meses de un cambio de gobierno, y con una nación dirigida por una presidenta que prometió defender y luchar por los derechos de las mujeres, a pesar de ello, los femicidios se siguen registrando a nivel nacional.  Cada día un hogar hondureño está de luto porque una esposa, madre, hermana o hija ha sido víctima de un crimen.

Feministas de diferentes organizaciones aseguran que la sonada frase “mujeres hondureñas no les voy a fallar” se quedó en un discurso político que utilizaron para alcanzar el poder, mismo que no se ha llevado a la práctica. Porque de ser así no se estuvieran registrado muertes violentas de mujeres todos los días.

Los observatorios de muertes violentas de las diferentes organizaciones de mujeres aumentan las cifras cada hora. Sin que las autoridades hagan algo y sin que se persiga al responsable.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), en un reciente boletín da cuenta que, entre enero y octubre de 2022, diez municipios fueron escenario del 48.4% de las 250 muertes violentas de mujeres. Con un promedio de 25 víctimas mensuales, la mayoría de estos están en total impunidad.

Lideresas feministas han manifestado en varias ocasiones que en Honduras no hay voluntad política para tratar el tema de mujeres, además lamentan que en un país gobernado por una mujer no se esté trabajando en derechos de las mujeres y las niñas del país. Tampoco en la protección de las vidas de las mujeres.

En entrevista reciente con la fundadora de Acción Joven Jinna Rosales, dijo a Criterio.hn que, “Si bien es cierto, se hicieron promesas políticas para poder alimentar y fortalecer el proceso de justicia en relación a la violencia hacia las mujeres, pero hasta ahora no hemos tenido alguna respuesta”, señaló.

El 3.3% de los 298 municipios de Honduras fueron escenario de la muerte violenta de 121 mujeres, que representan el 48.4% del total de homicidios registrados contra este sector importante de la población.

NO ES FACIL TRANSFORMAR UN SISTEMA PATRIARCAL

Cristina Alvarado, integrante de Visitación Padilla, dijo a Criterio.hn que en diez meses no es fácil trasformar un sistema patriarcal y machista que legitima, naturaliza y normaliza la violencia contra las mujeres.

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Agregó que con todas las promesas que la presidenta Xiomara Castro hizo a las mujeres hondureñas, se requiere de un proceso profundo y de mucha voluntad política para atender las problemáticas históricas de desigualdades y discriminación de la que ellas son víctimas.

 “Considero que también debería existir un Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, a tono con una propuesta política que reivindique los derechos de las mujeres, además, que como sociedad transformemos los imaginarios sociales que han instalado los privilegios para los hombres y desigualdades para las mujeres”, indicó.

A juicio de Alvarado, en Honduras se necesita una ruta clara que indique avances y establecer una metodología para trasformar la cultura machista y patriarcal que someten a las mujeres en desigualdad.

Además, considera importante que haya mayor apertura de diálogos y debates para compartir ideas y encontrar rutas que guíen a alcanzar un mundo mejor para las niñas y mujeres, un país donde ser mujer no represente un riego.

CORTÉS Y FRANCISCO MORAZÁN ENCABEZAN LAS MUERTES

El Departamento de Francisco Morazán lidera las cifras de muertes violentas a mujeres, solo en el Distrito Central se registraron 35 casos, seguido por los municipios de San Pedro Sula con 24, Choloma 13, Puerto Cortés 7, todos en el norteño departamento de Cortés; 9 en La Ceiba, Litoral Atlántico; 8 en Catacamas, 7 en Juticalpa, en el departamento de Olancho; 7 en Danlí, zona oriental del país; 6 en Olanchito, Yoro y 5 en Nacaóme, en el sur del país.

Según el Conadeh, las muertes violentas de mujeres incluye desde niñas menores de cuatro años hasta adultas mayores de 80 años.

Las mujeres con edades que oscilan entre los 20 y los 39 años son el grupo etario más afectado por la violencia homicida, al registrar 141 casos, que representan el 56%.

Este ente estima que 17 niñas menores de 14 años fueron víctimas de homicidio, al igual que 10 adultas mayores de 60 años que perdieron la vida en iguales circunstancias.

Es importante resaltar que, el área urbana fue escenario de la muerte violenta de 155 mujeres, que representan el 62%, mientras que en el área rural perdieron la vida 95 (38%).

La fundadora de Honduras Resurge, Jimena García Merino, detalló en entrevista con Criterio.hn queen Honduras se pretende invisibilizar la violencia extrema a la que son sometidas las mujeres en un país donde todavía no existe la equidad de género, porque en el gobierno siguen siendo más funcionarios hombres los que obtienen los altos cargos, en vista de ello tampoco existe paridad, aun y cuando hay una presidenta mujer.

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“Hay mucho que trabajar en esta materia para que las niñas, adolescentes y mujeres podamos empoderarnos y hacernos sentir sin que haya confrontación con los hombres, sino un trabajo de pares”, indicó.

Asimismo, demandó al Estado para que todas las garantías en la Constitución, convenios y tratados internacionales orientados a la protección de la mujer se cumplan.

Para García Merino el triunfo de la presidenta Castro tiene un sabor agridulce, porque, aunque se derrotó un narco dictadura, la gestión que se ha manejado hasta la fecha no demuestra avances sustanciales en la calidad de vida de ningún hondureño, mucho menos de las mujeres. 

“Esperábamos un gobierno con una justicia social más evidente y que la misma impactara en el rol preponderante que desarrollamos nosotras en la sociedad”, subrayó.

García también mencionó que desde un movimiento del cual ella es parte, se presentó una propuesta de paridad a las actuales autoridades esperando que la misma tuviera respuesta en los primeros 100 días de gobierno, sin embargo, a diez meses del gobierno de Castro esto tampoco se ha dado, “empezamos a ver que hay incumplimiento y falta de compromiso con las mujeres”, reprochó.