La coordinadora de la Ofraneh, además de su posicionamiento y cuestionamiento político en favor de la defensa del territorio garífuna y los derechos humanos, encabeza un proyecto antisistemico de soberanía alimentaria en la comunidad garífuna de Vallecito, Colón, en el Caribe hondureño
Tegucigalpa. En un contexto de violencia generalizada contra los defensores del territorio y ambiente en Honduras, la lideresa garífuna y coordinadora general de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), Miriam Miranda, sufrió un atentado la madrugada de este martes, informó desde sus redes sociales la organización.
De acuerdo con la relación de hechos de la Ofraneh, cuatro hombres desconocidos armados con fusiles de asalto ingresaron a la comunidad garífuna de Vallecito en el departamento de Colón, en la zona norte de Honduras. Estos habrían llegado hasta la casa de Miranda con el objetivo de “atentar contra su vida” cuando fueron interceptados por el equipo de seguridad de la lideresa.
Agregaron que el hecho ocurrió en el marco de la visita al territorio de Vallecito por parte de los miembros del Comité Técnico del Mecanismo de Protección.
“Este atentado hace parte de un PLAN DE GENOCIDIO Y EXTERMINIO contra el pueblo Garífuna que se ha venido ejecutando a través de múltiples agresiones, que van desde amenazas, asesinatos constantes hasta desapariciones forzadas, mismas que hemos venido denunciando desde la OFRANEH y que siguen incrementando los altos niveles de impunidad y racismo que enfrentamos como pueblo”, lee el comunicado.
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La organización exigió al Estado de Honduras garantizar el derecho a la vida y la seguridad de Miriam Miranda, así como brindar las condiciones para que continue ejerciendo la labor de defensoría de territorio, cultura y vida del pueblo garífuna.
El ataque contra la lideresa Miriam Miranda ocurre tras el atentado del defensor del territorio, ambiente e integrante de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog), José Ramiro Lara, la noche del 15 de septiembre en Santa Rosa de Copán, departamento occidental de Honduras.
La semana pasada, la organización Global Witness publicó su informe anual de 2022 en el que Honduras registró el mayor número de asesinatos per capita de personas defensoras de la tierra y ambiente en el mundo.
GRAVEDAD DE AGRESIONES CONTRA GARÍFUNAS VA EN INCREMENTO
Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, Melissa Cardosa, expresó su preocupación por este nuevo atentado, señalando que la Ofraneh ha denunciado en varias ocasiones agresiones, que incluyen desde desapariciones hasta asesinatos.
“Tenemos meses, sino que, en los últimos dos años, diciendo que las agresiones contra la Ofraneh son cada vez más graves y en el registro de agresiones que nosotras llevamos en la oficina, es la organización más agredida”, planteó Cardosa.
En 2023, se reportaron los asesinatos de los defensores del territorio garífuna Ricardo Arnaúl Montero, 30 de enero, y Martín Morales Martínez, 28 de mayo, en la comunidad de El Triunfo de la Cruz. En lo que va del año se han reportado el asesinato de al menos catorce personas ligadas a la defensa de la tierra, el territorio y ambiente en Honduras.
El coordinador del Bufete Justicia para los Pueblos, Edy Tábora, manifestó a Criterio.hn que el pueblo garífuna sufre constantes violaciones a sus derechos, que pasan por un incremento de la violencia asesinatos, amenazas, intimidaciones contra sus integrantes y liderazgos relacionados a la defensa de la tierra.
El abogado remarcó la gravedad, no solamente por la violencia, sino por la impunidad que rodean estos casos. Ejemplifico este extremo con el caso de los cuatro jóvenes garífunas que fueron desaparecidos por individuos que vestían uniformes de la Dirección Policial de Investigación (DPI), la madrugada del 20 de julio de 2020 en pleno estado de excepción por la pandemia de covid-19 en la comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz, en el Caribe hondureño.
“Hemos visto como el Estado, específicamente el Ministerio Público con el Poder Judicial, con la Policía Nacional, han atentado de manera permanente contra el pueblo garífuna al crearse mucha criminalización en su contra y orientados a desalojarlos de sus tierras ancestrales”, declaró Tábora.
Agregó, que este accionar forma parte de un patrón denunciado por el pueblo garífuna, que involucra la colusión entre empresas e instituciones del Estado enfocado en desaparecer al pueblo garífuna, “porque todo esto, la violencia y la criminalización lo que genera es desplazamiento forzado de las comunidades garífunas”. Algo, que aseguró, es evidenciado por el número de migrantes garífunas en los Estados Unidos.
MIRIAM MIRANDA Y SU LUCHA ANTISISTEMICA POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
El coordinador del Bufete Justicia para los Pueblos indicó que Miranda tiene un papel importante en el pueblo garífuna no solamente por su posicionamiento y cuestionamiento político en la defensa del territorio y el reclamo por el respeto de los derechos humanos, sino que como coordinadora de la Ofraneh ha sostenido estos procesos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH).
El pueblo garífuna ha vencido al Estado de Honduras en las sentencias comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz en Tela, Atlántida, y Punta Piedra en Iriona, Colón. Con la existencia de un tercer caso relacionado con la comunidad de San Juan, en Tela, el cual está pendiente de emitirse la sentencia tras finalizar el juicio.
“La voz de Miriam Miranda ha llevado el reclamo del pueblo garífuna a nivel internacional, a tal magnitud que sobre Honduras están siempre los ojos del mundo sobre cada cosa que ocurre”, señaló el abogado.
“Algo más importante, aparte de la denuncia sobre las violaciones a derechos humanos es el gran proyecto de soberanía económica y alimentaria que impulsa Miriam Miranda en Honduras y esa es una situación muy importante porque es la actividad más contrasistémica, apostarle a la soberanía alimentaria y a proyectos económicos alternativos […] como es el gran proyecto que hay en Vallecito, donde entendemos que ha sido el atentado que ha sufrido Miriam Miranda”, concluyó.
