Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- Este 15 de septiembre cuando se conmemora 199 años de independencia, el movimiento social de Honduras ha salido a las calles a manifestarse en contra de “una celebración que no es posible porque no hay nada que celebrar porque el país sigue hundido en la corrupción, miseria, sin democracia y entregado a las directivas que vienen de Washington”, señala.
“Este 15 de septiembre el régimen de turno pretende celebrar la fecha mediante un espectáculo de pompones y piernas por Internet, buscando ocultar que en Honduras se ha impuesto una dictadura corrupta, narco criminal, vendepatria y fraudulenta con el apoyo de la Embajada norteamericana”, así comienza el manifiesto de hoy.
El movimiento popular dice que no hay nada que celebrar. Las cadenas de hierro de ayer fueron sustituidas por las cadenas de la impagable deuda externa y del servilismo político al imperio de hoy; fueron sustituidas por la presencia de tropas extranjeras que mancillan nuestro suelo, por las Ciudades Modelo que se pretenden imponer en la zona sur y en Roatán expropiando la soberanía territorial de Honduras. así comienza el manifiesto de hoy.
Monigotes del alcalde capitalino Nasry Asfura y del presidente del Congreso Nacional
Mauricio Oliva son parte de la protesta y del colorido de la manifestación
Señalan que no se puede celebrar cuando se aplica una política de despojo y saqueo de los recursos minerales, hídricos y turísticos del país en beneficio de los nuevos colonizadores extranjeros, sometiendo a persecución, secuestro y asesinato a nuestros hermanos y hermanas de los Pueblos Originarios No podemos celebrar mientras no devuelvan a los cuatro dirigentes garífunas secuestrados del municipio de Triunfo de la Cruz, Atlántida; mientras no sean liberados los siete líderes defensores del agua de Guapinol, Colón; mientras no acaben las masacres contra indios tolupanes en el municipio de Yoro, Yoro; el asesinato de activistas ambientalistas en Choluteca; y la persecución judicial contra el liderazgo ambientalista en Azacualpa y en La Tigra, Francisco Morazán; en Zacate Grande, Valle; las comunidades aledañas al río Gualcarque en Intibucá; y un largo etcétera de comunidades afectadas por el capitalismo extractivista.
No se puede celebrar cuando hoy día se comete una terrible injusticia laboral contra la clase trabajadora hondureña con la excusa de la pandemia. Se obligó a la clase obrera en las maquilas y otras empresas a ir a trabajar cuando la enfermedad estaba en su pico, además de sufrir despidos masivos, suspensiones laborales, rebajas de salarios, recorte de vacaciones y otros abusos más. A los trabajadores de la salud cual si fueran esclavos se les obliga a trabajar sin equipos de bioseguridad, razón por la que han muerto asesinados por la negligencia gubernamental más de 40 médicos y un número similar de enfermeras.
No se puede celebrar cuando a las maestras y maestros, y demás empleados públicos, se les retrasa el pago de sus salarios al antojo del gobierno y se les deduce sin piedad los intereses de sus deudas, en medio de la más grave crisis económica del país; incluso pende sobre el magisterio la posibilidad del cierre del año escolar con la excusa de la “promoción automática” para ahorrarse los salarios de esos meses a costa de echar a la basura lo trabajado por docentes y estudiantes durante la pandemia. En cambio, el gobierno condona a las instituciones educativas privadas el cobro de los intereses de sus deudas, favoreciendo a los mercaderes de la educación. Un pueblo sin educación es más fácil de someter.
No se puede celebrar cuando, mediante el PCM-030-2020 el desgobierno usurpador entrega a los agroexportadores privilegiados las mejores tierras nacionales, ejidales y fiscales, dizque para sembrar granos básicos, negándoselas a los campesinos y campesinas que son los que siempre han sostenido la seguridad alimentaria del país. La ridiculez de este desgobierno llega al extremo de liquidar BANADESA y descapitalizar la SAG y el INA para entregarle 4 mil millones de Lempiras a un programa dizque de “desarrollo agrícola”, dirigido ilegalmente por las Fuerzas Armadas, como una forma de pagarle el servicio que le da al dictador por reprimir al pueblo y hacerse el desentendido del tráfico de drogas.
No se puede celebrar mientras la banca usurera nacional aprovecha la misma excusa del COVID 19 para hacer clavos de oro cobrando a los usuarios financieros montos exorbitantes y abusivos de intereses. No se queda atrás la recién privatizada ENEE, las empresas de telefonía celular y las grandes casas comerciales cobrando cuentas elevadísimas e ilegales que tienen en la quiebra a los micros y pequeñas empresas.
No se puede mientras a la clase trabajadora de la UNAH se le expone a trabajar sin observarse la medidas de bioseguridad para proteger sus vidas y sus familiares y se les retrase injustificadamente el pago de sus salarios a pesar de ser ellos quienes con tesón y esfuerzo compartiendo sus recursos propios y la intimidad de su hogar con Teletrabajo y clases en línea han sacado adelante la Educación Superior de nuestro país y se juegue también con las reclasificaciones y concursos de los trabajadores docentes, administrativos y de servicios generales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras
No se puede celebrar cuando el sistema de injusticia hondureño aplica una justicia para los pobres y luchadores sociales y otra para los ricos y sus mandaderos. Basten los siguientes ejemplos: Se sentenció a tres años de prisión preventiva a los jóvenes Cesario Félix Padilla, Sergio Ulloa Rivera y Moisés Cáceres Velásquez, por el “delito” de defender los derechos humanos de los estudiantes universitarios. Similar amenaza pende sobre otros 13 compañeros estudiantes y trabajadores universitarios. Se mantiene el proceso injusto e infundado contra los presos políticos Rommel Baldemar Portillo, acusado por presión del imperio gringo; y Josep Castillo, de Choluteca. Y para variar, se le da dilatorias al proceso judicial contra David Castillo, uno de los asesinos de Berta Cáceres. Bien se dice que la justicia en Honduras es como una serpiente que solo muerde al descalzo.
No se puede celebrar cuando la libertad de prensa está bajo ataque Se ha desatado una persecución contra periodistas como Milton Benítez, director del Programa “El Perro Amarillo”; Rony Martínez, de UNE TV; Jairo López de Choluteca; por informar verazmente al Pueblo. Ni siquiera diputadas de oposición como María Luisa Borjas se han salvado de esta persecución judicial por denunciar a los asesinos, los corruptos y criminales en el poder. De hecho, el periodista David Romero Ellner pagó con su vida su osadía de denunciar la corrupción gubernamental en un centro de reclusión manejado por las Fuerzas Armadas.
No se puede celebrar cuando las violaciones a los derechos de las mujeres siguen en alza. La cifra de feminicidios continúa siendo una de las más elevadas de Latinoamérica con 221 asesinatos en lo que va del año, sin que el Estado se preocupe por castigar a los responsables. La violencia doméstica también campea como una plaga, sobre todo en las condiciones de encierro forzado que vivimos durante meses. Incluso existe la denuncia de violencia doméstica de parte de un juez, el Abogado Guillermo López, en contra de su propia pareja. Es que las mujeres importan para el gobierno solo cuando se trata de explotar su figura de palillonas, pero no cuando son asesinadas ni violentadas.
No se puede celebrar cuando el gobierno mantiene en el abandono a los migrantes en el exterior y a los que son retornados forzosamente a Honduras. Este régimen es responsable de que los hondureños se vean obligados a buscar refugio en otros países y del apoyo que debe darles desde los consulados en los países de paso.
No se puede celebrar cuando, los verdaderos asesinos de la Patria, corruptos y criminales se han dado un gigantesco festín con los multimillonarios recursos de la pandemia en la más absoluta impunidad. El régimen sigue sin responder a la pregunta “¿Dónde está el Dinero?” que fue aprobado para la emergencia del COVID 19. No hay castigo para los responsables de compras de equipos inservibles, ventas sobrevaloradas y vergonzosas estafas y, de remate, la compra de siete hospitales-chatarra a precios estratosféricos y supuestamente “extraviados”. El robo sistemático de la pandilla criminal en el poder ha asesinado a miles de compatriotas que murieron de COVID 19 por no contar con medicamentos, centros de asistencia oportunos y atención de calidad.
No se puede celebrar cuando ante los casos de corrupción institucionalizada, la justicia voltea a ver hacia otro lado. El mismo sistema sicarial-judicial que se ceba contra los humildes y luchadores, favorece a los poderosos del dinero y del poder, mediante sobreseimientos y tratos privilegiados para decenas de diputados incriminados en el Caso Pandoros, para la señora Rosa Elena de Lobo, Mario Rojas, Elvin Santos Lozano (padre), Miguel Rodrigo Pastor, entre otros desvergonzados corruptos. Esta nueva injusticia es consecuencia de la aprobación del nuevo Código Penal inconstitucional cuya vigencia se impuso precisamente para criminalizar a los luchadores y luchadoras, y beneficiar a los delincuentes de cuello blanco.
Un monigote de Juan Hernández y una rata representando al Partido Nacional también son parte de la protesta
No se puede celebrar cuando continúa indetenible la militarización del país. Las Fuerzas Armadas se enseñorean en más instituciones del Estado e intervienen con más frecuencia en asuntos públicos, en contradicción con su mandato de ser obedientes y no deliberantes. No les bastó con darle los mencionados 4 mil millones a las Fuerzas Armadas, sino que también fueron nombradas administradores de los hospitales-chatarra y coordinadores de la Comisión Interventora de INVEST-H, cuyo primer acto fue negar información a la prensa sobre el manejo de estos.
Finalmente señalan que no se puede celebrar cuando desde el poder se fomenta una nueva crisis política-electoral. Grupos de poder enemigos de la democracia pretenden asegurar la continuación de esta narco-dictadura utilizando el mismo censo y la misma Ley Electoral de las últimas dos elecciones fraudulentas, negándose también a aprobar la segunda vuelta electoral. Eso los lleva a la convicción de que mientras haya narco dictadura no habrá elecciones libres en Honduras.
Por las razones arriba expuestas, las organizaciones manifestantes proponen construir la más amplia unidad de todas las fuerzas sociales y políticas en un frente común para defender los derechos económicos, sociales y políticos, y acabar con la dictadura corrupta y criminal.
Además, proponen movilizar las fuerzas populares y políticas afectadas por la dictadura, reconquistando las calles y plazas públicas en cada departamento, municipio y aldea del país, porque sólo así nos podrán construir la patria grande que Morazán soñó y la nueva sociedad que el pueblo hondureño merece.
organizaciones
“PLATAFORMA DE LUCHA EN DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES DE HONDURAS” (19 SINDICATOS)
CONVERGENCIA CONTRA EL CONTINUISMO DE FRANCISCO MORAZÁN
COLPEDAGOGOSH
MOVIMIENTO ESTUDIANTIL UNIVERSITARIO
FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR
MUJERES SOCIALISTAS
ASOCIACIÓN DE ESCRITORAS DE HONDURAS
VÍA CAMPESINA
MOVIMIENTO JUVENTUD REVOLUCIONARIA
IGLESIA CRISTIANA LUTERANA
ORGANIZACIÓN POLÍTICA LOS NECIOS Y LAS NECIAS
COMITÉ NACIONAL POR LA LIBERACIÓN DE LOS PRESOS POLÍTICOS
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas