La actividad política estuvo marcada por la ausencia de Luis Zelaya y Maribel Espinoza, exaspirantes liberales, pero enviaron a sus representantes para respaldar la unidad entre las filas de ese instituto político
Salvador Nasralla, candidato presidencial, reiteró que tras su triunfo se retomará las clases de moral y cívica, y religión, pese a que en la Constitución de la República (1880) señala que Honduras es un Estado laico, lo que significa que la religión está separada del Estado y no se imparte instrucción religiosa en las escuelas públicas.
Tegucigalpa, Honduras. –En una conferencia de prensa celebrada este lunes, el Partido Liberal anunció la consolidación de una aparente unidad interna tras las elecciones primarias de marzo. La dirigencia rojiblanca proclamó que Salvador Nasralla será el vencedor en los comicios generales del 30 de noviembre.
El evento, que tuvo lugar en la sede del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), marca un momento clave en el intento del liberalismo por retornar al poder tras 16 años en la oposición.
La conferencia de prensa, anunciada para las 11:00 a. m., comenzó con una hora de retraso, la molestia de la prensa y el desorden por parte de candidatos y asistentes a la reunión a los que en reiteradas ocasiones se les solicitó que se apartaran del estrado para que la fórmula presidencial juramentará a las comisiones departamentales.
Nasralla, acompañado por el exprecandidato Jorge Cálix; su esposa y también candidata a diputada, Iroshka Elvir, y figuras emblemáticas del partido como Yani Rosenthal, encabezó la actividad en la que se selló un pacto de unidad entre los diversos sectores liberales.
Durante su intervención, Salvador Nasralla juramentó a las nuevas autoridades municipales y departamentales del Partido Liberal, reafirmando el compromiso de fortalecer la estructura territorial del partido de cara a los comicios generales de noviembre.
Reiteró que de ganar la presidencia de la república se retomarán en el sistema educativo las clases de moral, cívica, religión y valores, y se incluirá la educación vial.

NASRALLA SEÑALA QUE DENUNCIARÁ A QUIEN INTENTE COMPRAR VOTOS
Salvador Nasralla insistió en que no tolerará actos de corrupción, dentro de su posible gobierno. Además, declaró que denunciará a quienes intenten comprar de votos durante su campaña electoral.
“Seré el primero en denunciarla públicamente. Será a Honduras, no al Partido Liberal, a quien se debe respeto. Honduras tiene sus esperanzas puestas en el liberalismo”, subrayó.
En un intento por limpiar la imagen del partido, fuertemente golpeada por su pasado reciente, Nasralla prometió que su administración será distinta. “El dinero del pueblo no lo vamos a usar para comprar conciencias. Vamos a tener un partido limpio y sin corrupción”, afirmó, a pesar de que el Partido Liberal fue dirigido recientemente por Yani Rosenthal, quien fue condenado en EE.UU. por lavado de activos ligados al cártel de Los Cachiros.
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SALVADOR ES LA PERSONA IDEAL PARA DIRIGIR EL PAÍS: CÁLIX

“Es la persona correcta para dirigir esta dura batalla… el camino no será fácil, pero la victoria nos va a sonreír a los liberales. Además,elogió a Nasralla como un “hombre sin maldad, con honestidad comprobada” y lo describió como la mejor opción para dirigir los destinos del país.
Reconoció que Nasralla fue el mejor precandidato presidencial en las elecciones primarias y que es la mejor opción para rescatar la patria. Sostuvo que la batalla en las elecciones generales será duro y difícil, pero que la victoria será de los liberales.
La narrativa del evento giró en torno a la unidad y la esperanza de sacar al país de lo que llamaron “la llanura”, una metáfora para los 16 años que el Partido Liberal ha pasado fuera del poder. “La Navidad del 2024 fue nuestra última navidad en la llanura”, aseguró Cálix, quien también afirmó que “vamos a sacar al narco-familión, se van porque se van”.
José Alfredo Saavedra, en representación de la ex aspirante Maribel Espinoza, ausente por motivos de salud, expresó que, a pesar de las diferencias internas, el país necesita un cambio real y que Salvador representa una alternativa confiable.
“Hoy estamos dando un ejemplo de unidad partidaria. No hay perdedores ni ganadores, ganó el Partido Liberal”, declaró.

Eduardo Martell, quien representó al excandidato Luis Zelaya —ausente por encontrarse en Houston, Texas, en la graduación de su hija— también se sumó al discurso de reconciliación interna.
“Para mí constituye un verdadero honor representar al movimiento de Luis Zelaya. Estamos presentes para convertir a Salvador en el próximo presidente de Honduras”, expresó.
El acuerdo alcanzado por los movimientos internos representa un hito para el Partido Liberal, que ha enfrentado divisiones profundas desde el golpe de Estado de 2009 y que ha visto menguar su caudal electoral en las últimas tres elecciones generales.
Los asistentes al evento se mostraron optimistas y confiados en que el pacto sellado no será efímero. Varios dirigentes municipales señalaron que, por primera vez en años, sienten que el partido tiene posibilidades reales de competir con fuerza en la contienda presidencial.
A nivel interno, la alianza también contempla la creación de una comisión de seguimiento que velará por el cumplimiento de los acuerdos y por la integración equitativa de los distintos sectores en la campaña electoral, según trascendió al final del acto.
Con este evento, el Partido Liberal busca proyectar una imagen de renovación y cohesión, aunque la ausencia física de figuras clave evidencia que la unidad proclamada aún enfrenta retos.
La figura de Nasralla, popular, pero polarizante, se presenta ahora como el rostro de un partido que intenta reinventarse para volver al poder en medio de un país marcado por la corrupción, el autoritarismo y la migración forzada.
Analistas políticos han advertido que el verdadero reto del liberalismo no será únicamente la unidad interna, sino su capacidad de reconectarse con una ciudadanía que se muestra desencantada con la clase política tradicional. Para muchos, la figura de Nasralla —aunque no es históricamente liberal— podría servir como puente entre el desencanto ciudadano y la necesidad de una alternativa de poder.
El evento concluyó con un llamado a la militancia liberal a movilizarse desde ya por todo el país. “Tenemos seis meses para convencer a los hondureños de que el cambio es posible y que el Partido Liberal está listo para gobernar nuevamente”, dijo Nasralla.





