Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-Un paro de labores con tomas de carreteras durante tres días consecutivos por parte del transporte pesado ha dejado desabastecidas de combustibles a las principales ciudades de Honduras.
El desabastecimiento comenzó a sentirse desde el martes en la tarde en Tegucigalpa y en el departamento de Olancho. Sin embargo, en las últimas horas las estaciones gasolineras del resto del país han comenzado a experimentar lo mismo.
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En Tegucigalpa, se observan desde anoche interminables filas de automóviles con la intensión de sus propietarios de llenar los tanques ante un desabastecimiento parcial, aunque ya hay muchas estaciones gasolineras que ya no cuentan con carburantes y por lo tanto han cerrado las bombas
La directora del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol), María Eugenia Covelo, dijo que el problema se ha originado por las tomas de carreteras donde se encuentran varados los camiones que trasladan los combustibles a las diferentes zonas del país.
Covelo aseveró que las compañías importadoras de los derivados del petróleo siguen cumpliendo con la ley que estipula que el suministro no puede ser inferior a 15 días de la demanda nacional.
La funcionaria pidió a los ciudadanos que guarden la calma y manifestó que no es necesario que hagan largas filas. “Mantengan su patrón de llenado de sus tanques para no causar una crisis”, dijo.
Los representantes del transporte pesado exigen al gobierno el pago de 1.24 dólares por kilómetro recorrido, más el 12 por ciento por el remolque y la agilización de permisos de operación para circular por todo Centroamérica.
Este mediodía una comisión del gobierno se trasladó al sector de El Durazno, a pocos kilómetros de Tegucigalpa, donde se encuentran concentrados los transportistas. La comisión entregó una propuesta, por lo que se espera que en las próximas horas exista una respuesta.
La toma de carreteras por parte del sector del transporte pesado se sumó a otras acciones de protestas de ciudadanos que exigen la salida del poder del gobernante, Juan Hernández, por suponerlo responsable de actos de corrupción y de tener nexos con el narcotráfico.
Honduras viene enfrentando una crisis de ingobernabilidad que se acentuó con las elecciones de noviembre de 2017, por un fraude electoral y por la violación de la Constitución de la República, que prohíbe la reelección presidencial.
Hernández, sigue a merced de una crisis de legitimidad y en medio de dos diálogos: uno gestado por él mismo con sectores afines y otro liderado por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación, integrado por los docentes, médicos y personal de la salud, con el respaldo de la mayoría de los hondureños, que exige un sistema sanitario y educativo gratuito y de calidad. La exigencia comenzó para hacerle frente a un proceso privatizador de la salud y la educación, iniciado en los últimos nueve años.
En medio de la lucha por la salud y educación, los ciudadanos siguen exigiendo mediante protestas la salida de Hernández.
La crisis de gobernabilidad se acentúa más con un paro de labores por parte de los elementos de la unidad policial Fuerzas Especiales, que han denunciado abusos por parte de sus superiores, jornadas extensas de trabajo, violación a sus derechos, acoso sexual y laboral contra las mujeres policías, entre otras cosas.
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