Campo Pagado
Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa. – La mítica “Ciudad Blanca” o “Ciudad Perdida del Dios Mono”, ubicada en la Mosquitia hondureña, está siendo saqueada y profanada por personas que practican la ganadería extensiva y cultivos de granos básicos, depredando la madera preciosa existente en la zona.
Estos pobladores que provienen de los departamentos de Olancho, Colón y Gracias a Dios no tienen conciencia del valor biológico etnológico e histórico que tiene la zona y están destruyendo un patrimonio no solo de Honduras sino de la humanidad, dijo Ramón Espinoza, asesor presidencial y comisionado para este proyecto.
Se necesita hacer enormes esfuerzos para controlar esta situación porque se necesitan guarda parques, aeronaves para sobrevolar la zona, vigilancia electrónica, vigilancia permanente con soldados y ayuda de antropólogos, biólogos, espeleólogos y todo tipo de científicos que puedan ayudar a descifrar el misterio y la historia que encierra la Ciudad Blanca.
Para lograr este sueño, el gobierno de Honduras no tiene los recursos ni económicos ni científicos y por eso se están haciendo alianzas con organismos internacionales y museos extranjeros; y estas alianzas van por buen camino, dijo Espinoza.
El asesor presidencial manifestó que ya se cuenta con el apoyo de tres organizaciones importantes a nivel mundial han manifestado su apoyo para iniciar los trabajos en esa zona, trabajos que podrían durar hasta 80 años.
Pronto se realizarán recaudaciones con organizaciones e instituciones que están interesadas en apoyar este proyecto de revelar que esconde la Ciudad Perdida del Dios Mono.
Espinoza relató a Criterio.hn que afuera del país están más interesados en este proyecto que los hondureños mismos.
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