Caravana por la Paz, Vida y la Justicia recorrió ruta histórica de la Vida de Monseñor Romero

Por: Tomy Morales

San Salvador.- El centro de las actividades de la Caravana por la Paz, la vida y la Justicia fue un recorrido histórico por la vida de uno de los más queridos mártires del pueblo salvadoreño Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez.

Mons Romero

Monseñor Chávez y González,  era un arzobispo que trazó una línea de la iglesia católica para servir a favor de los pobres, tras su salida en 1977,  Monseñor Romero,  fue nombrado el nuevo arzobispo, lo que según el clero era la manera de recuperar las riendas de la iglesia católica salvadoreña, era como la carta de presentación para la oligarquía y la clase militar del país.

Monseñor Romero,  en la guerra civil que atravesó el país a comienzos de 1979 a raíz del asesinato de su amigo el sacerdote Rutilio el Grande recurrió a las palabras de San Agustín y Santo tomas para justificar a quien se levanta contra las leyes opresoras en defensa de los pobres; se convirtió en la “Voz de los sin Voz” y en el “pastor del rebaño que Dios había confiado”.

Monseñor Romero,  defendió los derechos de los pobres y marginados, por las constantes denuncias de injusticia y la opresión del pueblo, tuvo que enfrentar al clero salvadoreño lo que facilito su asesinato.

Catedral Metropolitana

Los y las  caravanistas hicieron su primera parada en la Catedral Metropolitana, en el lugar hay dos fotografías de Monseñor Romero, en el fondo del domo del techo una pintura de Jesús elevado rodeado de gente pobre.

El templo dedicado al Divino Salvador del Mundo, patrono capitalino, ha sufrido diferentes cambios, muchos de ellos debido a desastres naturales y a cambios políticos y sociales que han sido parte de la historia del país.

Según la historia el terremoto de 1854 destruyó la ciudad capital y arruinó la joven catedral; pero el terremoto de 1873 la redujo a escombros, trasladándose a Nueva San Salvador y declarando a la Iglesia de La Concepción como Catedral interina.

La construcción de la nueva Catedral no podía demorar, y fue así que en 1888 se inaugura el segundo edificio al estilo romano, frente al actual Parque Barrios.

Divina Providencia

Monseñor Romero, luego de luchar por los derechos humanos de los pobres y de los oprimidos por el gobierno, cae asesinado por un certero disparo de calibre 25 directo al corazón, el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba una misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia en San Salvador.

Para muchos, la imagen de Monseñor Romero es el símbolo religioso más grande del país y, desde su asesinato, su legado ha traspasado fronteras y se ha convertido en un símbolo universal de la justicia y de la paz. Su proceso de beatificación y canonización se inició el 24 de marzo de 1994 a cargo del sacerdote Rafael Urrutia, párroco de la misma capilla donde Monseñor fue asesinado. Ahora le conocen como “El Profeta y Mártir de la Américas”.

Tumba Monseñor

La Cripta donde reposa su cuerpo, en la parte baja de Catedral Metropolitana de San Salvador, hermoso monumento elaborado en bronce, de 2.5 m. de largo por 1.80 m. de ancho, cubre con su sombra los restos mortales de tan insigne cristiano salvadoreño.

Es visitada por muchas personas de diferentes edades, unas saben quién fue el otras no tienen ni la más mínima idea, esto algunos niños.

Cuando la Caravana la visitó sobre el monumento había dos fotografías de jóvenes desaparecidos que obedecían a los nombres de Silvia Stephanie Sánchez (desaparecida en Torreón, Coahuila el 5 de noviembre del 2004) y Roy Rivera Hidalgo (desparecido en Nicolás de la Garza, Nuevo León, el 11 de enero del 2011).

Beatificación de Monseñor

En la Iglesia católica, la beatificación de una persona tiene un enorme significado, pues es el paso previo a su santificación, lo cual constituye el mayor reconocimiento eclesial, un santo o una santa sólo lo es cuando la Iglesia acepta el vínculo íntimo de esa persona con Dios.

La beatificación de Monseñor Romero significa que la Iglesia le reconoce firmemente sus méritos para ser declarado santo. Esto no es poco, pues hasta donde se sabe muy pocos candidatos a ese estatus han sido tan investigados como lo fue Monseñor Romero.

Se ha expurgado su vida en detalle; se han analizado sus escritos y opiniones con minuciosidad, y estas pesquisas han sido realizadas con la finalidad de encontrar algo que justificara impedir su beatificación y posteriormente su santificación

El 23 de mayo del 2015, miles de católicos se dieron cita para la ceremonia de beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, el primer beato de El Salvador.

El enviado especial del papa Francisco Ángelo Amato momentos después de la beatificación de Monseñor Romero declaró que “Su opción por los pobres no era ideológica, sino evangélica” dijo Amato a los miles de fieles. En El Salvador la figura de Romero todavía genera reacciones encontradas y divide opiniones.

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