Este miércoles 13 de marzo, Ana García, esposa del expresidente Juan Orlando Hernández, quien recientemente fue hallado culpable por tres cargos de narcotráfico en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, oficializó su precandidatura presidencial por el Partido Nacional
Tegucigalpa, Honduras. – A tan sólo cinco días de que un jurado federal decretó la culpabilidad del expresidente Juan Orlando Hernández por tres cargos de narcotráfico, su esposa, Ana García, oficializó este miércoles desde el Comité Central del Partido Nacional su precandidatura presidencial durante las próximas elecciones primarias, que se celebrarán el 9 de marzo de 2025.
Sola, porque no la acompañó ningún líder reconocido de su partido, más que su madre, Carlota Carías, y sus hijas Ana e Isabela Hernández, García aseguró que su esposo fue sometido a un juicio injusto y proclamó que será la próxima presidenta de Honduras.
Pero, aunque militantes del Partido Nacional que asistieron aseguraron que ella y Juan Orlando Hernández «no están solos», desde el Congreso Nacional, varios diputados de ese instituto político, entre ellos Marco Midence y Antonio Rivera Callejas, se desligaron completamente de esa precandidatura y aseguraron volcar su apoyo a Nasry Asfura, que también había oficializado su precandidatura el 1 de octubre de 2023.
Ana García ha defendido a ultranza a su esposo Juan Orlando Hernández, pese a que la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York presentó suficiente evidencia para que un jurado lo declarara culpable por conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos para el narcotráfico, y posesión de ese tipo de armamento durante la conspiración de narcotráfico.
«Nacionalistas, no agachen la mirada cuando les digan que somos narcotraficantes. No somos narcotraficantes, somos quienes los han combatido», gritó García este miércoles al momento en que ofrecía su discurso.
La realidad es que su esposo, quien gobernó Honduras entre 2014 y 2022, fue considerado por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York como un narcotraficante a gran escala que usó su poder político y su arsenal para introducir cocaína, diferenciándose del resto de narcotraficantes por el único hecho de presidir un país.
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Ahora, frente al rechazo de un importante sector de la ciudadanía, Ana García pretende hacer a un lado el oscuro legado de su esposo, que convirtió a Honduras en un narcoestado, y llegar a la presidencia del país.
PANDORA Y LOS HERNÁNDEZ
La exprimera dama, Ana García, quizá olvida la implicación que tuvo su esposo en el caso Pandora, por el cual el 11 de octubre de 2023, el Ministerio Público lo acusó por fraude y lavado de activos por su implicación en una red de corrupción que facilitó la aprobación de desembolsos por L288,016,175.00 para la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), que finalmente se transfirieron a oenegés que los desviaron para financiar campañas electorales.
El caso Pandora también alcanza a García. El 2 de agosto de 2019, las extintas Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) y la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC) presentaron un requerimiento que indicaba que la empresa Asedi S. de R.L., de la cual en el pasado reciente había sido socia, recibió L1,510,000 del desfalco a la SAG.
Dentro de la acusación figuraba Jean Francois Marie de Peyrecave Fiallos, viudo de Hilda Hernández, como socio fundador de Asedi S. de R.L., junto a Zoila Patricia Cruz Cerrato y Ana García.
ANA SE RESISTE A DEJAR SU PALACIO
La exprimera dama también enfrenta controversias por ocupar una lujosa residencia localizada en Villa Palmeras de San Ignacio, en la capital Tegucigalpa, que entregó al Banco Ficohsa como parte de un acuerdo de dación.
Este acuerdo se realizó tras la captura de su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández, el 15 de febrero de 2022, bajo un proceso de extradición por cargos de narcotráfico en Estados Unidos.
La diputada del Partido Salvador de Honduras (PSH), Fátima Mena, calificó como indignante la intención de Ana García de llegar a la presidencia de Honduras.
«El pueblo hondureño está en un momento de dolor ante esta radiografía que nos han sacado y de la cual ella ha sido parte. Ella ha sido mencionada en diferentes casos de la MACCIH. Ahora viene a defender lo indefendible, pretendiendo seguir ocupando cargos públicos», dijo Mena a medios de comunicación.
Una investigación de Criterio.hn, publicada el 29 de marzo de 2022, reveló que, en ese contexto, García cedió tres propiedades a banco Ficohsa, incluyendo la mencionada residencia en Villa Palmeras, Tegucigalpa. Sin embargo, la familia Hernández sigue ocupando la vivienda más allá del plazo acordado, que venció el 22 de marzo de 2023.
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El arreglo con el banco se hizo bajo la figura legal de dación en pago, supuestamente para saldar una deuda de 28,255,075.90 lempiras.
Tras su arresto, el Ministerio Público aseguró los bienes de Juan Orlando Hernández, incluida la residencia, pero la acción legal se dio de manera retrasada, permitiendo que García llegara a un acuerdo con Banco Ficohsa.
Mientras Ana García afirma haber llegado a un acuerdo de arrendamiento con el banco, ella y sus tres hijos continúan habitando la mansión bajo un fuerte resguardo de seguridad.
Aunque García pretenda llegar a la presidencia del país, será imposible dejar a un lado el oscuro legado de corrupción y vínculos con el narcotráfico que caracterizó a la gestión de su esposo Juan Orlando Hernández, que espera recibir, el próximo 26 de junio, la lectura de su sentencia.
