Por Glenn Flores*
Todavía no me lo puedo creer que Víctor Meza nos abandonó para siempre el pasado 15 de Mayo. Empecé a estudiar a Meza en los recreos del colegio que los aprovechaba para darle lectura a los artículos que el publicaba en diario Tiempo, lo seguí en otros medios hasta reencontrarlo en Criterio.hn.
La biblioteca del colegio tenía subscripción con diario Tiempo que no circulaba en mi casa. En esa biblioteca encontré un libro que es de obligada consulta para todo hondureño: Historia del movimiento obrero hondureño (1980). Así fui conociendo la obra de Víctor Meza. En el transcurso de los años le di lectura a todos los libros de este gran escritor.
Recuerdo cuando conocí en persona a don Víctor. Fue en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), no recuerdo exactamente el año. Recuerdo que me le acerqué y le dije yo soy un gran lector suyo. Entramos rápido en una conversación donde platicamos de la realidad nacional y de Trotsky. No lo volví a ver si no hasta el año 2013 en una conferencia del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH).
Después de su ponencia, que fue como de costumbre magistral. Me acerqué para entrevistarlo mientras se servía un café. Me dio una entrevista y después comenzamos a platicar como si siempre nos hubiéramos conocido, en la despedida de esa plática me invitó a que lo visitara a las oficinas del CEDOH al día siguiente que me tenía una propuesta. Esto me tomó por sorpresa, pues nunca me imaginé que alguien como Meza, que era muy respetado e igualmente temido por muchos en Honduras, sin prácticamente conocerme, me invitara a las oficinas del CEDOH de manera personal.
Cuando llegué al CEDOH me regaló varios libros y después de una extensa conversación de cerca de tres horas, me ofreció una consultoría para investigar el financiamiento de las campañas en los departamentos de Colón y Atlántida.
Desde ese momento empecé a tener una comunicación casi mensual con don Víctor que duró hasta a dos semanas antes de su muerte. Siempre que viajaba a Tegucigalpa hacía tiempo para visitarlo personalmente en el CEDOH.
La última vez que lo visité fue en su casa, el 28 de febrero pasado, donde intercambiamos impresiones por cerca de 4 horas sobre la realidad nacional. Cada reunión con Meza era de mucho aprendizaje, en ocasiones llevaba una libreta para hacer apuntes de nuestras conversaciones.
Honduras tiene buenos analistas, pero ninguno que maneje la expresión verbal y escrita como Meza. El tenía un léxico increíble para expresarse frente y fuera del micrófono. Muchas personas hablan de una manera distinta fuera del pódium, las cámaras y grabadoras. A diferencia de Meza que usaba el mismo lenguaje en sus conversaciones privadas y públicas. En cuanto a su redacción era única, usaba un tono mordaz y picarón para señalar a la clase dominante más retrasada del continente americano. Además de tener una facilidad idiomática prodigiosa.
Meza, nunca dejo de estudiar y creo que esa fue la clave para que sus artículos, ensayos, investigaciones y libros fueran un tremendo aporte a la bibliografía de Honduras.
El mejor legado que Víctor Meza le dejó a Honduras fue el Centro de Documentación de Honduras. Estoy seguro que, esta organización va a seguir documentando la realidad nacional, ahora bajo el liderazgo de su esposa Leticia Salomón.
*Articulista libre
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
2 respuestas
Excelente artículo, Víctor Meza es uno de los más importantes escritores, pensadores e intelectuales que ha tenido Honduras
Víctor Meza deja un gran vacío. Sus lúcidos análisis nos harán mucha falta. Tiene razón el articulista e todo lo que dice. Meza era profundo y claro., ameno con un léxico extenso que manejaba con gran brillantez. Sus artículos y libros revelan a un patriota y a un sabio