A un año de demolición de rotonda de Loarque, aún no hay medidas de alivio vial

El alcalde capitalino calificó que la rotonda era una de las tantas obras que no servían, pero tras su demolición, que fue hace más de un año, no ejecutó ninguna medida que aliviara el tráfico vehicular que se genera en la zona

Tegucigalpa, Honduras.- Bajo el argumento de disminuir el tráfico vehicular, autoridades de la Alcaldía Municipal de Distrito Central (AMDC) hace más de un año, determinaron demoler la rotonda que estaba ubicada en la colonia Loarque, en la salida al sur de la capital, pero hasta la fecha, las medidas que prometieron aplicar para solventar la crisis vial, todavía no entran en funcionamiento. 

El argumento principal de las actuales autoridades de la Alcaldía para demoler la rotonda, cuyo costo de construcción fue de 11. 4 millones de lempiras, según reportes, fue bajar la incidencia de accidentes de tránsito y aliviar el caos vial que se continúa registrando en la zona, principalmente en horas de la mañana y tarde, cuando la ciudadanía se traslada hacía sus empleos. 

Entonces, para mejorar los puntos antes descritos, Movilidad Urbana de la Alcaldía, prometió que, en lugar de la del proyecto construido en la administración del ex alcalde Nasry Asfura, convertirían la zona en el “bulevar del sur” y, de igual manera, colocarían semáforos y señalizarían el lugar. 

Así luce hoy la rotonda y el problema del caos vehicular es evidente en las horas pico. Foto: Daniel Girón/Criterio.hn

Sin embargo, a más de un año de demoler la infraestructura, las medidas prometidas por la Alcaldía Municipal del Distrito Central que lidera el periodista Jorge Aldana, todavía no entran en funcionamiento, provocando que el tráfico en la zona se intensifique, algo con lo que han tenido que lidiar los capitalinos que circular por el lugar. 

Por ejemplo, los semáforos que prometieron colocar, cuyo costo individual por el cableado y las bases, sería de 60 mil lempiras cada uno, ya están instalados, pero no están funcionando. 

De igual manera, en el espacio que se encontraba la rotonda vehicular, la Alcaldía determinó colocar unas improvisadas vallas hechas de cemento, pintadas en color blanco y amarillo que, al final, quizás por la improvisación, terminando cumpliendo con un mal papel del que hacía el proyecto ejecutado por Nasy Asfura. 

Las anteriores soluciones de alivio, que se aplicarían y entrarían en funcionamiento en las dos semanas siguientes después de la demolición, las contó el gerente de Movilidad Urbana de la Alcaldía del Distrito Central, José Mendoza.

“Podríamos decir que el tema más importante es la seguridad vial, además, queremos reducir los tiempos de viajes y, al momento de reducir los tiempos de viaje, se transmite en ahorro para la población. El aumento de los combustibles (…) ha provocado que la gente gaste más”, justificó en medios de comunicación José Miguel Mendoza, el pasado 9 de junio, día que se llevó a cabo la demolición. 

Agregó que “esto (tramo en donde estaba la rotonda) se va a convertir en el bulevar salida al sur. Esta solución (el plan que sólo incluye la señalización y colocar semáforo), por instrucciones del señor alcalde (Jorge Aldana), tiene que ser casi de inmediato. Esta solución estará en dos semanas; pavimentado, señalizado”.

Tras llevar a cabo la demolición de la rotonda, el alcalde Jorge Aldana lo celebró a través de sus redes sociales, posteando un video en el que se observa la demolición y, de fondo, se escucha la canción “Un Vuelo de Llamado Libertad”, del cantante José Luis Perales y, en el epígrafe del clip colocó “la rotonda de Loarque se marchó”. 

Aldana, que llegó a romper de manera sorpresiva la hegemonía que mantuvo el Partido Nacional en la Alcaldía de Francisco Morazán, aseguró que dicha rotonda era un ejemplo de obras que no sirvieron y reiteró que, gracias a las medidas que hasta el momento no están funcionando, el tráfico y accidentes vehiculares disminuirían.

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DEMOLICIÓN: EN LUGAR DE SOLVERTAR EMPEORÓ EL CAOS

Luego de remover la rotonda y colocar las vallas de cemento, se desató la primera crisis: locatarios del marcado Perisur comenzaron a manifestarse porque dichas vallas impedían que los clientes, comerciantes y proveedores ingresaran al lugar para abastecerse o comprar todo tipo de productos.

La rotonda estaba ubicada entre la colonia Loarque y el mercado Perisur, pero al colocar las vallas de cemento, las personas tenían que hacer un retorno complicado, por lo que mejor optaban por ir a otro lugar a vender o comprar productos.

Ante la problemática, los mismos locatarios fueron los encargados de quitar dos piezas de cemento, para facilitar el ingreso al mercado. Eso pasó en marzo de 2023, después de varias protestas y no obtener respuestas favores por parte de las actuales autoridades.

Hasta el momento se mantienen en incertidumbre las medidas de alivio que tomaran las autoridades o, si en algún momento de los siguientes dos años que les quedan llevando las riendas de la Alcaldía capitalina, implementarán alguna medida para solventar la crisis que provoca congestiones de hasta 3 horas.

Criterio.hn trató de comunicarse con Jorge Aldana y el generante de Movilidad Urbana José Mendoza, para tener respuesta a las interrogantes plantadas, pero hasta la publicación de este artículo ninguno respondió las llamadas telefónicas.

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