A mi tosco y amado mentor

Por: Claudia Mendoza

El destino tenía previsto que Jonathan Roussel y yo nos conociéramos en el año 1996 cuando estudiaba el último semestre de la carrera de periodismo, se inauguraba RCN-televisión y en esa televisora el programa “Punto de Encuentro”.

Trabajé junto a don Jonathan durante algunos años en su programa, junto a las periodistas Gina Valeriano y Suyapa Reyes. Aquel encuentro diario que sostuvimos hizo que naciera una relación que en un principio fue de mentor-aprendiz, pero que luego se convirtió en una genuina amistad.

Solía decir siempre que era odiado por muchos y no lo dudé jamás. Se le podía amar por la mañana y detestarle por la tarde. Era agrio y malcriado, sarcástico y visceral. Y así hacía su periodismo. Pero sin lugar a dudas, con el mismo ahínco fue el amigo leal y fiel; el profesional y mentor culto, exigente y demandante que jamás tuve y que sembró las primeras semillas del bien ejercicio del periodismo en mi ser.

De él aprendí que el buen periodista comienza por saber escribir. Decía que ante un micrófono de televisión o de radio cualquier tonto se podía parar a hablar babosadas, pero que escribir era un arte y no era para cualquier pendejo.

Era como una biblioteca ambulante y un periodista increíblemente informado de todo y de todos. La lectura era una de sus pasiones y siempre aprovechaba su tiempo para contar interminables anécdotas de su vida de periodista y de la vida de otros.

Luego de varios años, la inquietud de conocer otras formas de hacer periodismo me alejaron de él. Sin embargo, esa distancia no evitó que continuásemos en contacto. Las regañadas por teléfono no faltaron cuando consideraba que lo estaba haciendo mal, al igual que las palabras de exhortación para avanzar por el camino del profesionalismo.

Quizás para los periodistas mozalbetes su nombre resuene lejano, distante. Sin embargo, para la generación de su época y para las que siguieron hasta llegar a la mía, su paso por la televisión, la radio y la prensa escrita dejará una huella importante en el periodismo hondureño por su talento, su persistente innovación y el profesionalismo con el que ejerció la carrera.

Pero, mi querido mentor y amigo, sin lugar a dudas una de las mayores beneficiadas soy yo. Sea público mi eterno agradecimiento por sus invaluables enseñanzas. Mi eterno cariño por su amistad.

¡Hasta pronto mi querida araña

 
  • Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

3 respuestas

  1. Grande jonathan QDDG
    Tenía un dicho que decía
    No se mandan tontos a hacer mandados porque los mandados salen tontos
    (Lo empeze a ver en 1996 en RCN televisión en su programa punto de encuentro) en 1998 cuando el mitch fue de las personas que lo Asia echar ánimo para salir adelante de la tragedia

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