Desde Nuestra Curul
Por: Patricia Murillo Gutiérrez
Recién fue el Día del Idioma. Sabemos que la agitada vida que se lleva en el país, demerita el tiempo para libros y actividades culturales que enriquecen el acervo y el espíritu
Y más si son altos funcionarios y diputadas y diputados en el poder, que muy ocupados estarán en estos tiempos del Covid-19 y desde antes en actividades burocráticas de alto nivel e incluso varios muy ansiosos, hasta que respiraron al despachar a la MACCIH.
Por cierto, conozco desde sus humildes orígenes a unos, cuando rompían espalda por superarse y salir de la pobreza, hoy la metamorfosis que dieron los volvió irreconocibles. Otros vienen de lo que el pueblo llama “familias de bien” y también se volvieron irreconocibles, aun para sus propios parientes. El Covid-19 les quita las mascarillas a muchos.
A ustedes les regalo este poema del insigne escritor chileno Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura y que resume muy bien centurias de historia de explotación y escarnio a nuestros pueblos.
LA UNITED FRUIT COMPANY
Cuando sonó la trompeta estuvo/ todo preparado en la tierra y Jehová repartió el mundo
A Coca Cola Inc. Anaconda, Ford Motors y otras entidades/ La Compañía Frutera Inc., se reservó lo más jugoso, la costa central de mi tierra/
La dulce cintura de América.
Bautizó de nuevo sus tierras como “Repúblicas Bananas” y sobre los muertos dormidos/
Sobre los héroes inquietos, que conquistaron la grandeza, la libertad y las banderas/
Estableció la ópera bufa: enajeno los albedríos/ regalo cosornas de Cesar/ desenvainó la envidia/ atrajo la dictadura de las moscas, moscas Trujillos, Moscas Tachos, moscas Carias, moscas Martínez, moscas Ubico, moscas húmedas de sangre humilde y mermelada/
Moscas borrachas que zumban sobre las tumbas populares, moscas de circo, sabias moscas entendidas en la tiranía
Entre las moscas sanguinarias, la frutera desembarca, arrasando el café y las frutas/
En sus barcos que deslizaron como bandejas el tesoro, de nuestras tierras sumergidas.
Mientras tanto, por los abismos azucarados de los puertos, caían indios sepultados/
En el vapor de la mañana: un cuerpo rueda, na cosa sin nombre, un número caído/
Un racimo de fruta muerta, derrumbada en el pudridero.
“Canto General”, 1950.
En Honduras, y esto ya es cosecha nuestra, las moscas se reprodujeron con más velocidad que el coronavirus. Las Moscas desde antes de Carías y después, no digamos.
Una de ella, el mosco Álvarez Martínez y su escuela de la APROH y si no creen, lean libros de historia no ficciones acomodadas para adormecer conciencias en desespero. Sobre todo, cuando ya las muchas décadas vividas, hacen recordar que del polvo venimos y para allá vamos, TODOS.
Esos especímenes tuvieron un repunte en la era de Rafael Leonardo Callejas, al que la muerte le evitó conocer el desenlace del ajuste de cuentas allá en la USA, su Waterloo por el eslabón más débil, el Fútbol. Este caballero inauguro una era dorada para la corruptela glamorosa.
En el Periodismo profesional, igual que a los historiadores no acomodados con el poder, se nos enseña dar los rasgos biográficos, tal cual son, y no como desea mucha gente, algunos muy amigos de las llamadas página de Sociedad, donde la miel endulza ciertos carcomidos oídos.
Rememorar la realidad, no implica jamás irrespeto a la dignidad del Ser Humano, que por cierto tarde o temprano cada uno de nosotros cargará con el peso de sus responsabilidades, sino ese karma caerá en sus generaciones, dicen los místicos.
Dicho esto, el mismo Periodismo nos permitió asistir a la instalación de instituciones públicas, del pueblo, que en su momento marcaron grandes esperanzas para salir del monocultivo y el subdesarrollo que ya aquejaba la patria allá por los años setenta.
Seguramente me dirán algunos políticos, no habíamos nacido. Tampoco su amiga cuando el Mosco Carias y mucho menos cuando llego Cristóbal Colón imponiendo a sangre y fuego su poder sobre nuestros ancestros, pero eso nos exime de investigar y estudiar la historia, para, dicen los sabios, evitar repetir los errores.
Recordaremos hoy algunas de esas empresas públicas que quedaron destruidas unas y agonizantes otras, por larvas y moscas que se les enquistaron.
El INFOP, el Instituto Nacional de Formación Profesional, creado el 28 de diciembre de 1972 y destinado a profesionalizar al hondureño que no accedía a la Universidad y elevar la productividad de trabajo.
Recuerdo como si fuese ayer, (así dice a canción) a su primer director nacional Ernesto Barón Lupiac y a su primer director regional el licenciado Antonio B. Suazo. Por décadas decir Infop era orgullo en cuanto a eficiencia y grandes resultados de sus actividades. Hasta la hora Infop era leyenda en puntualidad.
Hoy hablando de historia moderna, me gustará preguntarle a un exdirector y compañero diputado David Chávez Madison ¿si sabrá acerca las moscas que le han chupado su sangre los últimos años?
La Empresa Nacional Portuaria ENP), también fundada en esa misma época, siendo Antonio José Coello su primer director. Y que logró, con otros directores que dejaron estela brillante, modernizar los entes portuarios del país, hasta llevar a Puerto Cortes a ser orgullo hondureño en toda América Latina.
¿Igual le consulto a quienes están y han estado cerca de la Portuaria, por decir desde el Golpe de Estado, si se dan cuenta de porque se llegó a privatizar o concesionar parte de sus componentes y cuantas moscas se le han ido atravesando?
Una entidad muy noble que buscaba potenciar la inversión hondureña y que diese el salto cualitativo llamada Corporación Nacional de Inversiones, CONADI, averigüen políticos ¿en que manos quedaron esos proyectos productivos de los hondureños y por qué?
No digamos la CORFINO una corporación allá entre Colón y Olancho que buscaba la producción de celulosa para exportación. Y que decir de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR), creada para salvaguardar los bosques hondureños a través de racionales planes de manejo para su perpetua explotación.
Hoy no se salva ni la Biosfera del río Plátano de los depredadores y su heredero el Instituto de Conservación Foresta (ICF), que dirige el ingeniero Mario Martínez pareciera mira para otro lado. Si duda explique ¿porque la salvaje depredación de los bosques olanchanos y por qué no supieron o saben manejar la plaga del gorgojo descortezador?
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
…EXCELENTE…..