Tegucigalpa. Pese a la crisis política que atraviesa el Poder Legislativo en Honduras, la presidenta electa Xiomara Castro aparenta contar con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, como pudiera interpretarse la presencia de la vicepresidenta Kamala Harris a su investidura el 27 de enero.
Otra acción que pudiera interpretarse como soporte a Castro, es la publicación de la congresista estadounidense, Norma Torres, quien, a través de Twitter, dejó a entrever que pronto habrá tiempos mejores en la nación centroamericana.
“Estoy orando por la gente en Honduras. Mañana comenzamos a llamar por la extradición del nombrado en la corte de Nueva York. Paciencia, la pesadilla ya mero termina”, expresó Torres.
Esta reacción surge luego que se juramentaran dos Juntas Directivas en el Poder Legislativo de Honduras, una al mando del diputado insurgente Jorge Cálix, afín al Partido Libertad y Refundación (Libre), y otra al mando del diputado Luis Redondo, que respalda la presidenta luego de un acuerdo político con el entonces candidato presidencial Salvador Nasralla, hoy designado presidencial de Castro.
Con la llegada del gobierno de Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris la política de Estados Unidos hacia Honduras se ha fortalecido, asimismo existe mayor confianza que con los demás presidentes de la región centroamericana.
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Para el sociólogo Pablo Carías, ni la actual crisis que enfrenta el Poder Legislativo será un impedimento del respaldo de Estados Unidos para Castro debido que las condiciones actuales no son similares al golpe de Estado contra su esposo.
La crisis política en la nación centroamericana genera incertidumbre de cara a la toma de posesión de Castro, sin embargo, el respaldo de Estados Unidos sigue firme al contar con la presencia de la vicepresidenta Kamala Harris.
El mensaje de Torres va más allá de la posible extradición del gobernante saliente Juan Orlando Hernández a quien hace referencia al decir “mañana comenzamos a llamar por la extradición del nombrado en la corte de Nueva York”.
Hernández es señalado por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York como un conspirador para el tráfico de drogas definiéndolo con el alias de “CC-4”; además, según fiscales estadounidenses y revelaciones de exnarcotraficantes hondureños condenados en los Estados Unidos, recibió sobornos de estos a cambio de otorgar protección, incluso se asegura recibió dinero proveniente del poderoso narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán.
No obstante, más allá de la extradición de Hernández, Estados Unidos mantiene un respaldo significativo a favor del nuevo gobierno en Honduras, que ve en Castro una aliada de la región para combatir el narcotráfico, corrupción y los éxodos masivos de personas.
CONDICIONES DISTINTAS A LA CRISIS DE 2009
A finales de junio de 2009, el entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, fue defenestrado de su cargo pese a contar con el acompañamiento de la Comunidad Internacional, Estados Unidos concluyó apoyando las elecciones de noviembre de ese año que permitió al conservador Partido Nacional llegar a la presidencia.
En 2013, Estados Unidos respaldó al gobernante Juan Orlando Hernández y lo reconoció como presidente electo tras el fraude electoral contra Castro; para 2017, la encargada de negocios de Estados Unidos en Honduras, Heide Fulton, ayudó a consumar la ilegal reelección de “JOH” como popularmente se le conoce a Hernández quien se convirtió un gran aliado del expresidente Donald Trump.
“Las condiciones que está viviendo el país en este momento no son similares a las de 2009, las condiciones han cambiado dramáticamente. En 2009 se visualizaba por parte de Estados Unidos y sectores internos una amenaza, dado a los cambios que estaban ocurriendo en América del Sur y algunos países en el Caribe”, agregó Carías
El experto afirmó, en entrevista a Criterio.hn, que las condiciones en América Latina y, en especial, en Honduras requieren a Estados Unidos “una posición orientada a respaldar la acción de un gobernante que tiene todas las condiciones para dar seguridad a la comunidad internacional”, en este caso Castro.
“Este es un mensaje muy interesante y debe de generar una cierta tranquilidad en la población hondureña y en los diferentes sectores sociales, económicos y políticos del país. Los que hoy están pujando por destruir o desbaratar la agenda de la nueva presidenta, deberían estar con mucho cuidado porque el escenario ha cambiado dramáticamente, ya no es la misma de 2009”, sostuvo el sociólogo.
A consideración de Carías, existen grupos ambicionando el poder que están conspirando contra el nuevo gobierno de Honduras y las relaciones con Estados Unidos, sobre todo, por parte el gobernante saliente Hernández quien teme una posible extradición.
“Todavía hay algunos grupos entusiasmados y ambicionando el poder que están empujando una situación de dificultades y problemas a la nueva gobernante porque, lo que está ocurriendo en Honduras, no es nada gratuito, tiene raíces profundas que tienen que ver con el anterior gobierno que siente temor con lo que pueda ocurrir, incluso con el tema de la extradición”, finalizó.
Xiomara Castro asumirá la presidencia de Honduras este 27 de enero convirtiéndose así en la primera mujer presidenta de la nación centroamericana.
Un comentario
Excelente análisis, los señalados por narcotrafico, corresponden, impunidad etc quieren blindarse, provocar el caos para impedir la agenda del nuevo gobierno