Tegucigalpa. –Los primos Otto René Salgado Morales y Ronald Enrique Salguero Portillo, de origen guatemalteco y confesos por narcotráfico, han testificado en contra del presidente de Honduras, Juan Hernández, al inculparlo en sus ilícitas actividades en un nuevo juicio celebrado en la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
El nuevo caso, que salpica al mandatario hondureño en el tráfico a gran escala de cocaína hacia los Estados Unidos, expone el soborno de un millón de dólares que habría entregado el exlíder del cártel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, para financiar el ascenso de Hernández al poder de la nación a cambio de facilitar la importación de la droga desde Nicaragua hasta Guatemala.
No es la primera vez que se hace alusión al soborno que habría pagado el Chapo Guzmán, pues este hecho se conoció en octubre de 2019 cuando el fiscal estadounidense, Jason Richman, reveló que Guzmán dio un millón de dólares en sobornos a Tony Hernández, hermano del presidente de Honduras, para que este se los entregara al ahora presidende de Honduras para financiar su campaña política
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En marzo de 2020, los guatemaltecos Otto René Salgado Morales y Ronald Enrique Salguero Portillo, se entregaron a la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) acusados por los delitos de tráfico de cocaína a gran escala y uso, transporte y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos.
Recientemente, los narcotraficantes guatemaltecos se declararon culpables, contrario a Juan Antonio Tony Hernández, hermano del gobernante hondureño, quien se proclamó “inocente”, sin embargo, la justicia estadounidense lo declaró culpable, en octubre de 2019, por ser un narcotraficante peligroso y de gran escala, condenándolo a cadena perpetua, en marzo de 2021, además a 35 años de prisión por mentir en sus testimonios.
LAS NUEVAS VINCULACIONES CON EL NARCOTRÁFICO
Los primos Salguero fueron identificados por la Fiscalía en el juicio contra Tony como coconspiradores CC-8 y CC-9, sindicados de recibir los cargamentos de droga provenientes de Honduras.
Es importante indicar que también han sido señalados Juan Hernández como CC-4; el expresidente Porfirio Lobo Sosa, como CC-3; Roberto Ordóñez, jefe de campaña de Hernández en 2013, identificado como CC-5; Mauricio Hernández, primo de Tony y de Juan Hernández, como CC-6; Juan Carlos El Tigre Bonilla, exjefe de la Policía Nacional de Honduras, como CC-7 y pedido en extradición por los Estados Unidos en abril de este año, entre otros más.
Según documentos de la Corte del Distrito Sur, revelados por Pro-Honduras Network, los primos Salguero fueron parte de las seis reuniones que tuvo el hermano del gobernante de Honduras, Juan Hernández, con el entonces líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera alias el Chapo.
El extenso informe detalla que, en 2012, el Chapo Guzmán se reunió con Tony Hernández, en el municipio de El Paraíso, Copán, en una finca de los hermanos Valle Valle, quien le propuso protección para traficar droga por Honduras a cambio de financiar la campaña política de su hermano.
Para 2013, en otra reunión entre Guzmán Loera y Tony Hernández, en las que estuvo presente Alexander Ardón; narcotraficante hondureño; Mauricio Hernández Pineda, primo de los hermanos Hernández Alvarado; Amado Beltrán Beltrán, narcotraficante del cártel de Sinaloa, acompañados de miembros de la fuerza de seguridad del Estado de Honduras, esta vez en el pueblo El Espíritu, municipio de El Florido, Copán, se concretó la entrega de un millón de dólares por parte del Chapo para financiar la candidatura presidencial de Juan Hernández que logró ganar las elecciones generales de ese año y asumió la presidencia en enero de 2014.
Según la documentación, con fecha nueve de septiembre de 2021, Tony Hernández ofreció protección otorgada por Juan Hernández para traficar cocaína por Honduras utilizando al ejército y la policía para luego entregarla a los Salgado y seguir su paso sin obstáculos hasta el norte de América.
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Los primos guatemaltecos podrían recibir la misma condena de Tony Hernández de cadena perpetua y 35 años más de prisión, sin embargo, los fiscales podrían utilizarlos como colaboradores que les permita reducir su sentencia convirtiéndose en testigos claves, en la extensa lista, contra el gobernante hondureño que, según el exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA, Mike Vigil, será acusado formalmente por los Estados Unidos una vez deje la presidencia.
