Tegucigalpa.- La organización lésbica feminista Cattrachas lanzará en los próximos días el Observatorio del Femicidio Keres, para medir diferentes variables en torno a este delito y generar luces que permitan analizar las fallas del sistema de justicia en la reducción de la impunidad.
El proyecto estará funcionando durante 2021 y 2022, dijo la coordinadora de Cattrachas Indira Murillo.
“Es un observatorio para ver cómo se genera impunidad en Honduras en el femicidio”, dijo la dirigente feminista, que mencionó que Cattracha cuenta con un “observatorio gigante” y tienen datos desde 1994.
La idea del Observatorio del Femicidio es “demostrarle al Estado cómo genera impunidad” y si las mujeres asesinadas en 2021 tuvieron justicia, mediante la judicialización, si hubo sentencia condenatoria o si el caso fue cerrado porque el imputado murió, ya sea “porque fue un femicidio-suicidio o porque fue un femicidio-linchamiento”.
Para el caso, mencionó que en Honduras, cuando una persona es detenida se le realiza un juicio hasta dos años y medio después, y la idea del Observatorio “es darle seguimiento a cada caso en el sistema de justicia” para ver en qué etapa se quedó la investigación y, en general, ver “adónde está el cuello de botella”.
El Observatorio pretende también registrar si “están levantando los cadáveres sin hacer autopsia, que es lo que está sucediendo muchísimo ahorita en Olancho”, entre otros elementos que generan impunidad.
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Murillo dijo que siguen recolectando datos datos y que la próxima semana podría estar disponible el sitio en la página web de Cattrachas.
Dijo que se trata de un “súper esfuerzo” ya que es “difícil llevar un observatorio al día con tantos de femicidios que hay en el país”.
Compartió que Cattrachas empezó el conteo de femicidios desde hace unos 16 años, pero después la organización se enfocó en la comunidad LGTBI para poder tener toda la evidencia en el caso de Vicky” Hernández, una mujer transgénero que fue asesinada durante el Golpe de Estado de 2009.
Por este caso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró la responsabilidad del Estado de Honduras.
La organización feminista ha creado también un observatorio territorial y uno de análisis del discurso, entre otros, lo que implica “estar viendo todos los días como 96 canales” televisivos y digitales.
“Decidimos volver a agarrar femicidios porque el año pasado durante la pandemia era como (que) nadie sabía la cantidad” de estos crímenes y había que “estar esperando que el Observatorio de la Violencia diera un dato sin que ningún otro observatorio dijera si es correcto o no”, sino que “estábamos siguiendo solamente una línea”.
Hasta ahora, los datos sobre femicidio se limitan a establecer el lugar, tipo de arma, la relación de la víctima con su verdugo, “pero estamos también llevando interseccionalidades” al registrar si son mujeres lencas, misquitas, negras garífunas o negras inglesas, lesbianas o trabajadoras sexuales.
“Vamos a dar otro tipo de información”, reiteró, “y ver qué está sucediendo en cada departamento”.
Hasta hace no mucho, la mayoría de casos de femicidio se registraban en Cortés, Francisco Morazán, Atlántida, Colón, Choluteca y Copán, pero a esa lista se ha sumado ahora el departamento de Olancho, donde el crecimiento de los casos lo ubican en el tercer lugar, cuando antes era el octavo o décimo, explicó.
El Observatorio por tanto lo que pretende en casos como este es dar las alertas a las autoridades “que tiene mandar más personal porque no hay gente de investigación allá, siempre asignan como uno”.
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Lo que se pretende con Keres es que estos casos no queden impunes, para ello primero debe determinar dónde está el cuello de botella.
Compartió que analizaron por más de diez años todos los femicidios de mujeres negras y ya tienen un estudio al respecto.
En el caso de la comunidad LGBTI, refirió que de las 388 muertes que han registrado solo se judicializaron 76 y solo han habido 34 sentencias condenatorias.
“Y nos dimos cuenta de que cada año, no importa que maten a 40, 35, 20” miembros de esa comunidad, siempre investigan a tres, cuatro o cinco” sospechosos. “Es como si tuvieran una cuota mínima”, indicó.
“Y lo mismito pasa con los femicidios”, aseguró.
“Por eso estamos haciendo este observatorio, para demostrar que el sistema de justicia no desarrolla como debería desarrollar los femicidios igual que las personas LGTBI”.
Adelantó que uno de los hallazgos en el caso de los femicidios y es que la relación entre los femicidios y los capturados es desproporcionada, ya los sospechosos casi siempre son varios y entonces se preguntó “cuántos hombres se ocupan para matar a una mujer”.
Mencionó hipotéticamente que en algunos casos hay hasta seis detenidos por la muerte de una mujer pero al final solo hay una persona enjuiciada “y tal vez no es ninguno de los detenidos” que la Policía Nacional presentó.
Pero de esos casos se dan cuenta seis meses o un año después.
A eso es que “estamos nosotras dándole seguimiento”.
Otra situación que se presenta en los casos de femicidio es que el Estado puede decir que se cerraron diez casos, “pero de los diez siete se suicidaron” después de cometer el crimen “o sea no es que hay investigación”, que es lo que el Observatorio pretende determinar.
