Por: Redacción CRITERIO
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El pasado sábado fue asesinado el defensor garífuna Oscar Francisco Guerrero Centeno, de 39 años, hijo de la comunidad de Triunfo de la Cruz, quien fue ultimado a eso de las 2 de la tarde en el paraje conocido como Los Achiotes, cuando se transportaba en un mototaxi, en las inmediaciones de la comunidad de Masca.
Guerrero había sido designado como parte del equipo de seguridad que se encuentra respaldando a la familia de Mirna Suazo, ante las amenazas existentes, aparentemente proferidas por los asesinos de la ex presidenta del Patronato de la comunidad de Masca, la que igualmente fue asesinada el pasado 8 de septiembre, sin que hasta la fecha las autoridades hayan hecho ningún avance en las investigaciones.
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La Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), presumimos que el asesinato de Oscar Guerrero se encuentra ligado a la muerte de Mirna Suazo, originada por la defensa del territorio ancestral de la comunidad de Masca, la que recibió un título del INA, basada en polígonos, situación que ha agudizado la problemática d tenencia de tierra de esa comunidad.
Masca recibo un título en 1997 que abarca 75.23 hectáreas. Durante años la comunidad rechazó el título por insuficiente además de una delimitación errónea, para favorecer a los mestizos que circundan alrededor de la comunidad.
Actualmente no existe la posibilidad de una ampliación, ya que el territorio circundante se encuentra ocupado por políticos y terratenientes como Salomón López y Antoni Jaar, los que se apropiaron de parte del territorio ancestral de la comunidad, sin que hasta la fecha el INA haya tomado cartas en los reclamos efectuados desde hace décadas.
Cabe señalar que el territorio de Masca fue cedida por Manuel Bonilla a Sam Zemurray después de la invasión a Honduras de 1911, pasando a formar parte de la concesión Cuyamel. Es para mediados de los años 30 del siglo pasado, cuando algunas compañías bananeras cesaron sus actividades en el país a consecuencia de la enfermedad de las musáceas conocidas como sigatoka.
El recrudecimiento del asesinato de defensores y defensoras Garífunas de la madre tierra, es un indicador de las presiones territoriales que han sido agudizadas a partir del golpe de estado de 2009. Siendo la expansión de la frontera de agrocombustibles y el impulso de ciudades modelo entre otros, lo que promueve la oleada de violencia que sacude a nuestro pueblo.(Con información de OFRANEH)
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