La falta de avance en la aprobación de la Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres refleja la inacción del Estado frente a una crisis de violencia de género que ha llevado a Honduras a ser uno de los países más peligrosos para las mujeres en el mundo
A pesar de la presión de organizaciones feministas y la sociedad civil, la Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres sigue sin ser enviada al Congreso
Tegucigalpa, Honduras. – La exigencia de la aprobación de Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres (LEI-CVM) ha cobrado fuerza en Honduras, en medio de un contexto alarmante de violencia contra mujeres, niñas y adolescentes. El país centroamericano ya registra 174 muertes violentas de mujeres en lo que de 2024.
“Las niñas y mujeres tienen derecho de vivir una vida libre de violencia”, expresó Ana Ruth García, directora de Ecuménicas por el Derechos a Decidir, ante la imparable violencia de género a la que se enfrentan las hondureñas.
En ese sentido, la también pastora, exigió la aprobación de la Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres en Honduras, destacando que esta legislación es fundamental para abordar la crisis de violencia de género que afecta al país. García enfatiza que la ley no sólo es un compromiso del Estado, sino una necesidad que surge de las voces de las mujeres y organizaciones que han trabajado arduamente en su formulación.
La LEI-CVM, no sólo reconoce y protege los derechos de las mujeres, sino también establecer un marco normativo que garantice la prevención, sanción y erradicación de la violencia de género en todas sus formas.
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NECESIDAD DE UNA LEY INTEGRAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES
El Observatorio Nacional de la Violencia (ONV), registra desde enero hasta la fecha, al menos 174 mujeres que han perdido la vida de manera violenta.
Ante la cifra que sugiere una leve reducción, pero que pone de manifiesto la normalización de la violencia, Margarita Bueso, coordinadora de ONU Mujeres Honduras, instó a las autoridades para que se apruebe la Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres (LEI-CVM) ante la alarmante situación de violencia y femicidios que enfrentan las niñas y mujeres en Honduras.
La LEI-CVM fue formulada y socializada por organizaciones de mujeres y feministas y entregada a la presidenta Xiomara Castro, el 8 de marzo en su primer año de gobierno. Sin embargo, hasta la fecha, esta ley crucial aún no ha sido aprobada, lo que representa un obstáculo significativo en la lucha contra la desigualdad y la discriminación en el país.
En ese sentido, Margarita Bueso, enfatizó que cada día se hace más evidente la urgencia por una legislación integral que aborde las problemáticas de violencia desde sus raíces. “La violencia contra las mujeres y las niñas, es inaceptable y debe hacerse todo lo posible para centrar nuestra atención en aquellos lugares en donde se ha normalizado y es importante combatir estas prácticas tan arraigadas en el imaginario social”, remarcó Bueso.
LEY CONTRA LAS VIOLENCIAS HACIA LAS MUJERES NO HA SIDO ENVIADA AL CN
La diputada Silvia Ayala, miembro de la Comisión de Género del Congreso Nacional, ha abordado las razones por las cuales la Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres aún no ha sido aprobada.
A pesar de la urgencia y la importancia de esta legislación, que ha sido elaborada por las organizaciones de mujeres y feministas, la ley no ha sido enviada al Congreso Nacional. «Entendemos por qué no ha llegado», afirmó Ayala, haciendo referencia a la especulación que rodea los contenidos y alcances de la ley ya que se ha generado una fuerte oposición por parte de los grupos fundamentalistas religiosos para evitar su aprobación en el Poder Legislativo.
Hasta que dicha situación no se aclare, el Ejecutivo ha decidido continuar con jornadas de socialización para informar y disipar dudas sobre la propuesta. La diputada enfatizó la necesidad de que el proyecto se materialice, respetando su esencia y los mecanismos de evaluación y monitoreo que contiene. Enfatizando que la aprobación de esta ley es crucial para garantizar la protección de las mujeres y niñas en Honduras.
Este tema fue el eje central del Cuarto Ciclo de Diálogos Interreligiosos e Interinstitucionales, que reunió a líderes de diversas organizaciones, representantes de la sociedad civil y autoridades gubernamentales en un debate reflexivo sobre la necesidad de una legislación integral que garantice vidas libres de violencia.
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DESAFÍOS DE LOS DIÁLOGOS INTERRELIGIOSOS ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN HONDURAS
Entre tanto se aprueba la propuesta de ley, se pone de manifiesto que nacer mujer en Honduras es un verdadero reto, ya que niñas, adolescentes y mujeres enfrentan una violencia producto del sistema patriarcal y el machismo arraigado en la sociedad.
Pero también, el Estado hondureño, como garante de derechos, ha fallado históricamente en su deber de proteger y garantizar los derechos humanos fundamentales de las mujeres, principalmente el derecho a la vida. “Tristemente, en Honduras, las niñas son víctimas de violación, asesinato y se ven obligadas a ser madres a edades en las que no están preparadas biológica ni psicológicamente”, lamentó Ana Ruth García
La defensora de derechos humanos, también criticó el papel de la iglesia en esta problemática, señalando que, en lugar de ser un agente de cambio y defensa de los derechos de las mujeres, ha perpetuado situaciones de opresión a través de interpretaciones de las escrituras.
Este contexto crea un desafío aún mayor para quienes luchan por la igualdad y el respeto en un entorno donde las estructuras familiares y religiosas a menudo refuerzan la violencia.
La necesidad de un cambio profundo y significativo es urgente, en ese sentido Ana Ruth García, enfatizó que los Diálogos Interreligiosos –que ya van cuatro ciclos desde 2020—representan un gran desafío para contrarrestar los alarmantes índices de violencia que enfrentan las mujeres en Honduras. Actualmente, el país ocupa el primer lugar en Latinoamérica y el quinto a nivel mundial en femicidios, “una triste realidad que refleja la gravedad de la situación”, enfatiza García.
Los diálogos interreligiosos han demostrado ser una estrategia efectiva para contrarrestar los discursos de odio que alimentan la violencia contra las mujeres, promoviendo un enfoque inclusivo que aboga por la igualdad y el respeto.
